A pesar del blindaje que les proporcionaban unos tres mil gendarmes y agentes de las fuerzas especiales (lo que significaba que a cada delegado le guardaban sus espaldas una quincena de hombres armados hasta las cejas), los asistentes a la Cumbre del Clima sintieron un pellizco de inquietud y de paradójico temor cuando, en medio de la asamblea, irrumpió un querubín de bucles rubicundos, ataviado con una casaca azul.
Después de constatar que aquella extraña e imprevista presencia no suponía ninguna amenaza y antes de que su fornida escolta pretoriana se abalanzara sobre el frágil muchacho (con evidente riesgo de aplastamiento), el presidente de la República levantó la palma de su mano y dio la orden con suave firmeza.
-¡Un momento! -Dijo con voz señorial y contundente-. Dejad que el hombrecillo se explique.
-Vengo buscando un consejo -contestó el Principito.
-¿Acerca de qué, joven?
-Es sobre mi pobre rosa. Se está muriendo y no sé qué hacer…
-Pues has acudido al foro adecuado. Precisamente, aquí están reunidos los mejores especialistas del mundo en protección medioambiental. Estamos a punto de aprobar la obligación de limitar las emisiones de dióxido de carbono: un gas extremadamente contaminante, cuyos nocivos efectos sobre el ecosistema del planeta están destruyendo nuestra forma de vida.
-Pero… ¿En qué medida ayudará eso a mi rosa? -Preguntó el Principito.
-Bueno… Ejem… En fin… Supongo que a tu flor le va a venir estupendamente un mayor control de estas emisiones -respondió el presidente.
-¿Usted cree?
-Por supuesto que sí, mi pequeño y simpático amigo. ¿De dónde vienes?
-De mi propio planeta. Se encuentra muy lejos de aquí.
Tras escuchar su respuesta, el presidente de la República sonrió con indisimulada condescendencia.
-En ese caso, supongo que en el lugar del que dices venir tampoco pondrán objeción alguna a firmar este Pacto.
-Si eso va a suponer que mi rosa se recupere…
Y el Principito terminó estampando su firma, escrita con caligrafía insegura e infantil, al pie del documento, junto a la de otros dos centenares de dirigentes y líderes internacionales. Apareció en la foto final de la Cumbre, fue distinguido con la Legión de Honor de la República y, a resultas de ello, fue entrevistado por periodistas de medio mundo.
Sin embargo, cuando el Principito regresó a su planeta, tras largos meses de estancia en la Tierra y múltiples peripecias que inspiraron libros, ballets, piezas teatrales, una serie de animación y varias películas, se encontró con la desagradable noticia de que su querida rosa había muerto.
pevalqui
De nuevo "el mismo palo" para nuestro Principito. Ya le pasó en la cumbre anterior de Kyoto.
Si los que más contaminan, USA y China, no están a la altura del problema, se le volverá a morir la rosa una vez más a nuestro personaje.
Didáctico. E ingenioso.
Feliz Navidad, estimado José Amaro. Y un venturoso año 2016, en el que el Atleti, gane por fin su Champions, siempre y cuando el Barca quede eliminado.
Hasta luego.
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Pintao
Me pasa por la cabeza y desde luego me llama la atención el hecho de que a menudo "en este periodiquito" (como decía nuestro amigo el "cosmonauta", que hace tiempo no nos visita), se puedan leer semana tras semana artículos como el que precede, entre otros varios, que destilan calidad e ingenio, y luego en alguno de nuestros medios provinciales de numerosa tirada se tenga uno que topar con verdadera basura (me refiero a alguna de las crónicas diarias que sin duda no sólo son infumables sino que carecen de todo sentido de la ética. Aparte pretenden ser ingeniosas.
Eso dice ben poco de algunos editores, que creer que la ciudadanía es tan ignorante y terca que necesita de una ración de basura diaria para mantener su intelecto vivo.
Vaya país.
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