
Todo empezó con fiebre alta y tos seca,
luego vino lo peor, con baba y moco,
siguieron las UVIS llenas y el toco
mocho del material y la matraca.
En creciendo, la coima y la sonsaca,
con ella aumenta el apetito loco
de mamar a fondo y aquí todo es poco:
tan mala intención pecó en bellaca.
Llega este hombre, y todo lo trabuca,
trapichea y maldice por la manduca
y otro golfo lo acusa de vil cuca.
El tipejo niega que esta su historia
sea cierta y alega que desmemoria
padece para negar que es escoria.