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El callejón
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El otro y su doble

El mes pasado, el diario "El Mundo" descubrió que la imagen envejecida de Osama bin Laden, divulgada por el FBI, había sido creada a partir del retrato del cartel electoral de Gaspar Llamazares de 2004 [fotografía sacada de la web www.elmundo.es].

"¿Quién soy? ¿Quién no soy?

El sueño de una sombra. El hombre"

Píndaro

 

[Transcripción del interrogatorio realizado el 6 de enero de 2010, en relación con el expediente incoado como 2811-1957-31416XYZP. El contenido de esta grabación tiene la calificación de ALTO SECRETO ¡OJO! ¡MUCHO CUIDADO! MATERIAL SUPERCONFIDENCIAL, tal y como se lee en la etiqueta adjunta que figura en la cubierta del dossier correspondiente. Su difusión a través de este medio digital está amparada por la letra d) del apartado 1 del artículo 20 de la Constitución Española, que regula el derecho fundamental a la información, y por las normas del derecho internacional, en lo referente a las garantías procesales que merece todo ser humano en cualquier país del mundo. A fin de facilitar su lectura y siguiendo únicamente criterios de interés periodístico y de economía lingüística, les ofrecemos a continuación un breve resumen del total de dieciocho horas de registros magnetofónicos a los que hemos tenido acceso. Por idénticos motivos a los ya indicados, reproducimos en castellano la conversación que, originalmente, se llevó a cabo en dos idiomas (inglés y español) y en presencia de un intérprete. Por obvias razones de seguridad, se ha salvaguardado la identidad de los dos agentes de los servicios secretos de Estados Unidos que intervinieron en la citada sesión]

INTERROGADOR 1

¿Puede repetir su nombre, por favor?

 SOSPECHOSO

(Ostensiblemente airado)

¿Otra vez? Si ya se lo he dicho mil veces, joder… Me llamo Gaspar Llamazares Trigo. Repito: Gaspar Llamazares Trigo…

INTERROGADOR 2

¿Lugar y fecha de nacimiento?

SOSPECHOSO

(Tratando de contenerse)

¿En serio? Pero, será posible… Logroño, La Rioja, España, 28 de noviembre de 1957… Ya se lo he dicho antes… Se lo debo de haber dicho unas once veces…

INTERROGADOR 1

¿Por qué motivo se encuentra usted en nuestro país?

SOSPECHOSO

(Dando síntomas de un evidente cansancio)

¿Otra vez? Si ya lo saben… Nunca había estado en Nueva York y el año pasado, cuando renuncié a mi cargo en el partido, le prometí a mi mujer que vendríamos a conocer la ciudad y a hacer compras… A aprovechar las rebajas… ¿Desde cuando es un delito que un ciudadano europeo quiera venir hasta aquí a comprarse unos calzoncillos de Calvin Klein?

INTERROGADOR 2

¿Cuál es su ocupación profesional?

SOSPECHOSO

(Alterado)

Pero… ¿Van a seguir? Que ya se los he dicho, ¡coño! Que soy médico cirujano, que no ejerzo, que doy clases en la Universidad, que estoy en excedencia desde hace diez años porque tengo el acta de diputado en las Cortes… ¿Qué parte de mi currículum es la que no entienden?

INTERROGADOR 1

Es usted médico pero no trabaja como médico. Entonces, ¿por qué dice que es médico?

SOSPECHOSO

 (Se escucha una risita compulsiva, nerviosa)

Pero vamos a ver, supongo que aquí, en este país, como en cualquier país civilizado, no todos los médicos tienen por qué dedicarse al ejercicio de la medicina. Igual que no todos los licenciados en Derecho tienen por qué dedicarse al ejercicio de la abogacía. Uno puede ser médico y trabajar en la enseñanza, en la política o en aquello que le dé la real gana, como es mi caso o como es el caso del ex camarada Román…

INTERROGADOR 2

¿Román? ¿A qué camarada Román se refiere?

SOSPECHOSO

(Irónico)

Ah, vaya… Olvidaba que no se puede mencionar aquí ninguna palabra que suene a comunismo, ¿verdad? Se activan todas las alarmas, ¿no? ¡Joder! Menuda democracia de mierda tienen entre manos… Tantos años de guerra fría los ha vuelto paranoicos…

 INTERROGADOR 2

(Frío, cortante)

Limítese a contestar la pregunta que le he hecho y absténgase de realizar comentarios. Le recuerdo que cualquier cosa que diga o que haga podrá ser utilizada en su contra. Le repito la pregunta: ¿quién es ese Román?

SOSPECHOSO

(Muy digno, desafiante)

Pero… ¿Ustedes qué se creen, eh? ¿Qué se creen? ¿Creen que pueden retener contra su voluntad a un ciudadano de otro país sin ningún motivo, porque les da la gana? ¿Así, sin más? ¿Como si fuera un terrorista? ¿Pero es que se han vuelto locos o qué? ¡No diré ni una sola palabra! ¿Me oyen? ¡Se acabó! ¡Ni una palabra! ¡Soy un ciudadano español y tengo mis derechos! Me ampara la ley internacional y, además, tengo estatus de parlamentario… Me niego a seguir adelante con esta farsa…

INTERROGADOR 1

(Tratando de mostrarse conciliador)

No es necesario que se ponga así, señor… Sólo conseguirá empeorar su situación.

SOSPECHOSO

(Fuera de sí por completo)

¿Será posible? ¿Pero me quiere decir cómo coño me voy a tranquilizar si me tienen aquí, encerrado, desde hace horas? Si ni siquiera tengo un abogado… Me dijeron que tengo derecho a un abogado y todavía no ha venido nadie… ¿Sabe una cosa? Como no venga pronto alguien a explicarme todo esto, voy a ponerme a gritar. Si es preciso, gritaré hasta quedarme sin voz… A mí no me van a tratar como a sus presos de Guantánamo, ¿me oyen? Esto que están cometiendo ustedes conmigo es un delito gravísimo y puede ser la causa de un conflicto diplomático de considerables dimensiones entre la Unión Europea y su querido y puñetero país, que ya de paso se pueden meter por el…

INTERROGADOR 2

(Expeditivo, imperturbable)

¿Qué sabe de Guantánamo?

SOSPECHOSO

¿Qué?

INTERROGADOR 2

Ha hablado de Guantánamo. ¿Qué es lo que sabe exactamente de ese lugar?

SOSPECHOSO

¿A mí me pregunta? Yo qué sé… Todo el mundo lo sabe… El mundo entero sabe perfectamente qué han estado haciendo allí con los presuntos miembros de Al Qaeda…

INTERROGADOR 1

¿Qué sabe de Al Qaeda?

SOSPECHOSO

(Volviéndose a reír)

¿Ustedes no están hablando en serio, verdad? Esto tiene que ser una puñetera broma de alguien… Esto no puede ser verdad, no puede estar ocurriendo… Algo me sentó mal en la cena de anoche y estoy teniendo esta pesadilla… No, no, esto no es verdad… Cerraré los ojos, los volveré a abrir y despertaré en el hotel…

 INTERROGADOR 2

Por su propio bien, díganos todo lo que sepa de Al Qaeda.

SOSPECHOSO

(Desesperado)

¡Oh, no! ¡Dios mío! Esto no puede ser cierto… Esto no me puede estar pasando… ¡Dios!

INTERROGADOR 1

Conteste a la pregunta, por favor. ¿Qué es lo que sabe exactamente de la red Al Qaeda?

SOSPECHOSO

(Iracundo)

¡Nada, joder! ¡No sé nada! Es decir, lo que sabe todo el mundo, coño… ¡Nada! ¿Y usted? ¿Qué coño sabe usted? Seguro que sabe mucho más que yo, ¿no? Para eso le pagan, ¿no? ¿Me quiere decir qué cojones tengo yo que ver con Al Qaeda?

INTERROGADOR 2

Tranquilícese, está usted muy alterado y no va a conseguir nada con esa actitud.

SOSPECHOSO

Por mí, se pueden ir los dos a la mierda… ¡A la mierda con todo!

(Se oyen sollozos)

Yo sólo quería conocer Nueva York… ¿Acaso eso es tan grave? ¿Es tan malo querer ver Manhattan? ¿Desde cuándo es un delito querer ser un puto turista hortera que viene a subirse al Empire State Building? Eso es lo que yo quería ser: un turista, nada más… ¿Es tan terrible pretender comprar el par de Thimberlands en oferta que me encargó mi cuñado?

 INTERROGADOR 1

(Gélido)

No pretenda engañarnos, señor. Sabemos perfectamente quién es usted en realidad.

SOSPECHOSO

(Recobrando súbitamente el aplomo)

¿Ah, sí? ¿Y quién se supone que soy?

INTERROGADOR 1

Es usted alguien que venimos buscando desde hace mucho tiempo.

SOSPECHOSO

(Adoptando, de nuevo, un tono burlón)

No me diga… Y yo sin saberlo… Y si no es indiscreción, ¿se puede saber quién coño se supone que soy?

INTERROGADOR 2

No se nos está permitido decírselo, señor. Es absolutamente confidencial. Hemos recibido órdenes de que, bajo ningún concepto, podemos revelarle su verdadera identidad hasta que usted mismo reconozca ser quién en realidad es…

SOSPECHOSO

Eh, quieto ahí, no tan deprisa… A ver si lo he entendido bien: ustedes creen que soy otra persona, pero no sabré quién es esa otra persona que yo no reconozco que soy hasta que yo mismo diga que soy esa persona que ustedes creen que soy pero que yo no sé que soy, ¿no es así?

(El SOSPECHOSO prorrumpe en una sonora y estruendosa carcajada)

¡Esta sí que es buena! ¿Y ahora qué se supone que debo hacer? ¿Decir el nombre del otro que se supone que soy? ¡Pero si no tengo ni la más puñetera idea! ¿Y si cambiamos los papeles? ¿Y si soy yo el que pregunta y ustedes los que responden? A lo mejor llegamos a algún sitio y salimos de este jodido callejón sin salida…

INTERROGADOR 1

Esa es una inteligente maniobra evasiva, señor… Pero no estamos aquí para jugar con usted. Queremos la verdad y sabemos que usted miente.

 SOSPECHOSO

(Adoptando un tono sarcástico)

¿No me diga? No me había dado cuenta, ya ve… Mire, agradezco que, a pesar de todo, ustedes hayan mantenido la compostura. Lamento no poder decir lo mismo de mí… Ahora bien, mis queridos amigos… ¿Los puedo llamar amigos? Ya saben, es un formalismo político, igual que lo de camarada… Bien, ¿cómo demonios están tan seguros de que no soy quien digo que soy por mucho que esté completamente seguro cuando les digo que sé perfectamente quién soy y que no soy ése con el que me confunden, me cago en diez…?

 INTERROGADOR 2

(Imperturbable)

La verdad es siempre el camino más corto, señor. Nuestros compañeros en Madrid nos han confirmado que la persona que usted asegura que es se encuentra en estos momentos asistiendo a un almuerzo familiar en su domicilio, en la capital de España. Le recuerdo que hoy es festivo en ese país, señor. Celebran el rito católico de la Epifanía… ¿Le suena la llegada de los Reyes Magos, señor?

 (En este punto de la grabación se produce una tensa pausa de varios segundos. Leve, aunque perceptiblemente, se escucha una especie de quejido continuo que parece un llanto aunque también podría tratarse de una risita algo malévola, desquiciada tal vez)

INTERROGADOR 1

Muy bien, señor ¿nos podría repetir su nombre, por favor?

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