-A ver, John, ¿qué has traído hoy?
-Tengo una canción que está inspirada en el colegio de señoritas Woolton Strawberry Fields, pero yo la he titulado "Strawberry Fields Forever".
-¿Y tú, Paul?
-La mía es algo suave y se va a titular igual que la parada de autobús de Penny Lane. En ella describo lo que ocurre diariamente en esa calle de Liverpool.
-¿George?
-Bueno, anoche escribí uno de esos temas orientales que tanto me fascinan. Su título es "Blue Jay Away".
-Bien. ¿Y tú, Ringo? ¿Has escrito algo?
-George, ¿para qué me preguntas? ¡A mí nunca me aceptáis ninguna canción!
Genios, de David Cánovas
El pasado mes de diciembre se cumplieron cuarenta años de la disolución de Los Beatles. Considerada unánimemente como la banda de rock más destacada en la historia de la música popular, sigue siendo el grupo con más números uno en las listas británicas y los músicos que han vendido más discos en los Estados Unidos. En 2008, la revista Billboard los eligió en el primer puesto dentro de la lista de los cien mejores artistas de todos los tiempos. En apenas una década de existencia, el cuarteto de Liverpool recorrió casi todos los géneros musicales: desde el rhytmn and blues de los cincuenta hasta el pop psicodélico de finales de los sesenta. Si bien la totalidad de su obra no llega a las diez horas de música escrita, muchas de sus mejores canciones figuran entre las melodías más hermosas y perfectas que jamás hayan sido creadas.
Aunque cuando llegué a este mundo, que es y seguirá siendo una "porquería", tal y como señala el célebre tango, hacía más de un año que sus componentes habían decidido hacer el amor y no la guerra cada uno por su cuenta, a mí tampoco me fue posible resistirme a la inevitable (y benefactora) influencia de Los Beatles, cuya pareja estelar, formada por Lennon y McCartney, parece poseer la llave que abre todas las puertas al espacio etéreo en el que -según el maestro Luis Cobiella- flotan las ideas, las estructuras y las composiciones, a la espera de que el creador las descubra e imprima con ellas, sobre el pentagrama, las huellas que habrán de proyectarlo a la posteridad.
En este sentido, Los Beatles obran el extraordinario prodigio de proporcionar, a partir de una asombrosa sencillez, un amplio y valiosísimo catálogo de obras maestras, de joyas de una calidad fuera de lo común (el gran director de orquesta, inolvidable compositor y maravilloso pedagogo, Leonard Bernstein, llegó a compararlas con los más inspirados lieders de Franz Schubert), que forman parte, por derecho propio, de la educación sentimental y del bagaje afectivo y emocional de media humanidad. Y quien no se reconozca en, al menos, alguna de sus cerca de doscientas canciones no sólo se está privando de la posibilidad de disfrutar de uno de los escasos dones que nos regala la vida (la buena música, que es una verdad en sí misma) sino que se niega a sí mismo la oportunidad de ser feliz.
Todo comenzó en marzo de 1957, cuando, a los dieciséis años de edad, el cantante y guitarrista, John Lennon, formó una banda de rock con algunos compañeros del colegio, a la que se uniría después, con quince años, Paul McCartney, quien conocería a Lennon en el mes de julio. McCartney, a su vez, invitó a George Harrison, un año menor que él, a unirse al grupo, al año siguiente. En 1960, los compañeros de colegio de Lennon abandonaron la banda para ingresar en la Escuela de Artes de Liverpool, haciendo que Lennon y McCartney se encargaran de tocar la guitarra rítmica, aunque les hacía falta alguien que tocase la batería.
Después de probar con diversos nombres, en agosto de 1960, el grupo adoptó la denominación de The Beatles, juego de palabras de Lennon que se podría traducir como "Los Escarabajos del Ritmo". La ausencia de un percusionista oficial se volvió un problema cuando el primer manager del grupo, Allan Williams, reservó una actuación para la banda en Hamburgo, Alemania. A finales de ese mes de agosto, ficharon al batería Pete Best.
En un principio, Los Beatles fueron asignados para tocar en el Indra Club, pero Bruno Koschmider, dueño de varios tugurios en aquella ciudad, los trasladó al Kaiserkeller, en octubre del mismo año, debido a que el Indra había sido clausurado por las constantes quejas por parte del vecindario, debido al ruido que se ocasionaba en su interior. Poco tiempo después, la banda aceptó la oferta de debutar en el Top Ten Club, rompiendo de esta manera el contrato que tenían con Koschmider. Éste, enfurecido, informó a las autoridades de la verdadera edad de George Harrison, aún menor, lo que provocó su deportación en noviembre.
Una semana más tarde, Paul McCartney y Peter Best también fueron expulsados del país por ocasionar un incendio, cuando le prendieron fuego a un condón colgado de un clavo en su habitación. Por su parte, John Lennon regresó a Liverpool a mediados de diciembre.
Durante los siguientes dos años, el grupo residió en diferentes períodos sucesivos en Hamburgo. El productor alemán Bert Kaempfert contrató al cuarteto para actuar como banda acompañante del cantante inglés Tony Sheridan en una serie de grabaciones. Presentados como The Beat Brothers, los cuatro muchachos de Liverpool registraron, en junio de 1961, junto a Sheridan, un single, basado en una cancioncilla popular, My Bonnie, que fue lanzado cuatro meses después y alcanzó el número 32 en la lista de éxitos en Alemania, la Musikmarkt.
Tras su regreso de su primer periplo en suelo germano, Los Beatles eran cada vez más populares en su ciudad natal. Durante una de las frecuentes apariciones de la banda en el Cavern Club, conocieron a Brian Epstein, el dueño de una tienda de discos y crítico musical.
Cuando la banda nombró a Epstein como su manager, en enero de 1962, Bert Kaempfert acordó con ellos liberarlos del contrato discográfico alemán. Libres de ataduras, Los Beatles buscaron una compañía británica de cierta entidad y se encontraron con el rechazo de la casa Decca. "Los grupos de guitarra están en pleno declive, señor Epstein", le dijeron a su manager.
Sin embargo, el productor George Martin, que sería trascendental para la carrera de este grupo, los escuchó en una prueba y recomendó su fichaje al sello Parlophone, perteneciente a la multinacional EMI.
La banda tuvo su primera sesión de grabación bajo la dirección de George Martin, en los estudios EMI (actualmente, estudios Abbey Road), en Londres, en junio de 1962. A Martin no le convenció la forma con que tocaba la batería Pete Best y le sugirió en privado a Epstein que lo cambiasen por otro. Finalmente, Best fue remplazado por Ringo Starr, que ya había actuado con Los Beatles en algunas ocasiones, cuando Best estaba enfermo.
Lanzado en octubre de 1962, el primer sencillo del grupo, Love Me Do, alcanzó el número diecisiete en las listas del Reino Unido. Posteriormente, la banda comenzó a grabar en noviembre el que sería su segundo sencillo, Please Please Me.
Los Beatles concluyeron su última temporada en Hamburgo en diciembre de 1962. Lennon y McCartney habían establecido una asociación para componer canciones, ya que de esa manera el éxito del grupo había aumentado, dándole muy pocas oportunidades a George Harrison de ser el letrista.
El manager, Brian Epstein, que ya saboreaba el inmenso potencial comercial que empezaba a tener el cuarteto, les aleccionó para que adoptasen una actitud más profesional: "Miren, si ustedes realmente desean conseguir uno de esos lugares grandes, van a tener que cambiar, dejar de comer en el escenario, dejar de maldecir, dejar de fumar", les advirtió. Por su parte, Lennon recuerda: "Solíamos vestir de la forma en que nos gustaba, dentro y fuera del escenario. Se nos decía que los jeans no eran especialmente elegantes y que deberíamos considerar la posibilidad de usar pantalones más adecuados. Él nos permitió tener nuestro propio sentido de la individualidad […] Fue una elección entre obedecer a Epstein o dejar de comer pollo en el escenario".
En marzo de 1963, Los Beatles lanzan al mercado su primer álbum, Please Please Me, que alcanzó el número uno en las listas británicas. En agosto de ese año, su cuarto sencillo, She Loves You, logró el récord de mayor número de copias vendidas en el Reino Unido hasta ese momento, llegando a vender cerca de 750.000 singles en menos de cuatro semanas. Se convirtió en el primer sencillo en llegar al millón de copias y siguió teniendo el récord en el Reino Unido hasta 1978, cuando fue superado por Mull of Kintyre, interpretada por Paul McCartney y su grupo Wings. La popularidad de The Beatles trajo consigo una creciente atención de la prensa y el arranque de un auténtico fenómeno de masas.
El éxito de la banda de Liverpool con su primer álbum pulverizó todas las expectativas y sus actuaciones en el Reino Unido eran recibidas con un entusiasmo desenfrenado por miles de fanáticos que no paraban de gritar. La policía se veía obligada a usar agua a presión para poder controlar a las multitudes y hubo incluso cuestiones planteadas en el Parlamento sobre los cientos de agentes que ponían en riesgo sus vidas solo para proteger a los integrantes del grupo.
En los meses de julio y octubre de 1963, fue grabado el segundo álbum, With The Beatles. El disco fue lanzado a finales de noviembre, antes del inminente sencillo I Want To Hold Your Hand, que fue excluido del LP, con el fin de rentabilizar al máximo las ventas de este single. With The Beatles se convirtió en el segundo álbum en la historia del Reino Unido en vender un millón de copias, una cifra previamente alcanzada sólo por la banda sonora, de 1958, del musical South Pacific.
En febrero de 1964, Los Beatles viajaron por vez primera a Estados Unidos, donde el sencillo I Want to Hold Your Hand había colocado 2,6 millones de copias en el mercado durante las dos semanas anteriores.
Su primera aparición en aquel país, en el programa de televisión The Ed Sullivan Show, fue contemplada por unos 74 millones de espectadores y, durante la semana del 4 de abril, Los Beatles habían logrado colocar doce de sus canciones en el Billboard Hot 100, copando los cinco primeros lugares.
A mediados de 1964, Los Beatles emprendieron una gira mundial. El tour tenía programados treinta y dos conciertos en solo diecinueve días: en Dinamarca, Hong Kong, Australia y Nueva Zelanda. En agosto, la banda volvió a visitar Estados Unidos, con una macrogira de treinta recitales, en veintitrés ciudades, que convocaron a multitudes de entre diez y veinte mil enfervorecidos admiradores, cuyos gritos acallaban prácticamente el sonido de los modestos amplificadores que la banda utilizaba. Obligados a aceptar que ni ellos ni su público podían escuchar algo parecido a música, el cuarteto de Liverpool comenzó a aburrirse de los conciertos, de las giras y de los fans.
La productora de cine United Artists ofreció a The Beatles un contrato con el fin de filmar con ellos varias películas. La primera de ellas, dirigida por el también británico Richard Lester, A Hard Day"s Night, se rodó durante un periodo de tres semanas, entre marzo y abril de 1964. La película se estrenó en Londres y Nueva York, en julio y agosto, respectivamente, y fue un gran éxito internacional. Presentada en pleno apogeo de la Beatlemanía, fue muy bien recibida por la crítica, que alabó la frescura y originalidad de esta comedia tan intrascendente como disparatada, llegando incluso a comparar al cuarteto británico con los hermanos Marx, y su banda sonora constituye la primera de las obras maestras discográficas del grupo.
El cuarto álbum de estudio, Beatles for Sale, fue grabado entre agosto y octubre de 1964 e incluía ocho nuevas canciones originales del dúo Lennon-McCartney. Al año siguiente, en junio de 1965, la Reina Isabel II designó a los cuatro miembros de Los Beatles caballeros de la Orden del Imperio Británico, a propuesta del Primer Ministro, Harold Wilson, quien fuera antes parlamentario por Huyton, distrito de Liverpool. Este nombramiento, concedido fundamentalmente a héroes de guerra y a líderes civiles, provocó que algunos miembros de tan insigne Orden mostrasen su repulsa, devolviendo la citada insignia.
La segunda película de The Beatles, Help!, de nuevo dirigida por Richard Lester, fue estrenada en julio de 1965. Se trataba de una divertida parodia de los filmes de James Bond, que no tuvo tanto éxito con la crítica como su primera incursión cinematográfica. Sin embargo, su banda sonora contenía otra vez una sensacional mezcla de material original y versiones, pero con más énfasis en Lennon como cantante y compositor, e incluía los dos sencillos lanzados y extraídos del álbum: Help! y Ticket to Ride. Aunque Help! pasará a la historia por incluir la balada Yesterday, sin duda, la canción más versionada de cuantas se hayan compuesto.
El 15 de agosto de 1965 Los Beatles, en su tercera visita a Estados Unidos, llevaron a cabo el legendario concierto en el Shea Stadium, de Nueva York, ante más de 55.000 personas. Otros nueve conciertos le siguieron en otras ciudades de Estados Unidos, también con gran éxito.
El quinto álbum del cuarteto, Rubber Soul, lanzado a principios de diciembre, fue aclamado por la crítica como un gran paso en la madurez y la complejidad de su música. Después de que en Help! la banda experimentase dentro del mundo de la música clásica, con cuerdas y flautas, la introducción, en Rubber Soul, de una cítara en la canción Norwegian Wood supuso un avance más allá de los límites tradicionales del rock.
En 1966, a punto de comenzar su cuarta gira por Estados Unidos, Los Beatles se encontraron con la reacción furibunda de grupos religiosos y conservadores de aquel país por un comentario que Lennon había hecho con anterioridad: en una entrevista con la periodista británica, Maureen Cleave, Lennon había opinado que la religión cristiana estaba en franco declive y que The Beatles eran más populares que Jesucristo.
El álbum Revolver, lanzado en agosto de 1966, una semana antes de la última gira de la banda, significó otro paso hacia adelante para el grupo. En él destacan las sofisticadas composiciones y un repertorio muy amplio de estilos musicales que van desde innovadores arreglos de cuerda clásica (excelentes en todo un clásico como Eleanor Rigby) hasta el rock psicodélico (cuya pieza maestra es la magnífica Tomorrow Never Knows).
En 2003, la revista Rolling Stone situó a Revolver como "el tercer mejor álbum de todos los tiempos". Sin embargo, en la gira que siguió en Estados Unidos, Los Beatles no tocaron ninguna de las canciones de este disco. El célebre cuarteto dio su último concierto en vivo en aquel país el 29 de agosto de 1966, en el Candlestick Park de San Francisco, y marcó el punto final de un período de cuatro años, dominado por giras que incluyeron cerca de sesenta recitales en Estados Unidos y más de 1.400 en el resto del planeta.
Menos de siete meses después de grabar Revolver, la banda volvió a los estudios de grabación el 24 de noviembre de 1966, para empezar a preparar su octavo álbum, Sgt. Pepper"s Lonely Hearts Club Band. Cerca de 700 horas se dedicaron a este disco. Primero se produjo el single de doble cara, con Strawberry Fields Forever por un lado y Penny Lane por otro, que salió a la venta en febrero de 1967, y en junio se publicó el LP.
La complejidad de las grabaciones musicales, creadas usando sólo tecnología de cuatro pistas, asombró a artistas contemporáneos que buscaban superar a Los Beatles. Para el líder de The Beach Boys, Brian Wilson, sumido en una profunda crisis personal y con serias dificultades para completar su ambicioso álbum Smile, oír los últimos temas de Los Beatles fue un duro golpe y pronto abandonó todos los intentos de competir con ellos.
En 2003, la revista Rolling Stone situó a Sgt. Pepper"s como el mejor álbum de todos los tiempos y es ampliamente considerado como una obra maestra que revolucionaría tanto la estética como el mercado de la industria discográfica.
El 25 de junio de 1967 Los Beatles retransmitieron su más reciente sencillo, All You Need Is Love, a los televidentes de todo el mundo a través de Our World, el primer programa emitido vía satélite a todo el globo terráqueo. Dos meses después, el grupo sufrió una pérdida que supuso el principio del fin. Mientras los cuatro miembros de la banda se encontraban en Bangor, India, en un retiro voluntario para practicar meditación trascendental, su manager, Brian Epstein, fue encontrado muerto en su domicilio. El forense dictaminó que su muerte había sido ocasionada por una sobredosis accidental. Al parecer, Epstein atravesaba una depresión, ya que Los Beatles no habían renovado su contrato, que expiraba en octubre, debido al descontento que tenían con su gestión de los derechos de comercialización del grupo en los Estados Unidos. La muerte de Epstein dejó a la banda desorientada y en el epicentro de una tumultuosa incertidumbre.
A principios de diciembre de 1967, The Beatles publicaron Magical Mystery Tour, la banda sonora de una película para televisión que resultó un verdadero fracaso. Pero el álbum estableció un nuevo récord en sus primeras tres semanas de venta en los Estados Unidos.
En 1968, apareció un nuevo disco, un doble LP popularmente conocido como el White Album, Álbum Blanco, debido a su funda totalmente blanca. Durante las sesiones de grabación para este disco, que se extendieron desde finales de mayo hasta mediados de octubre, las diferencias y los desacuerdos en el seno del grupo comenzaron a resultar irreconciliables. Ringo Starr los dejó por un tiempo, lo que hizo que Paul McCartney tocase la batería en varios temas. El romance de Lennon con la artista vanguardista Yoko Ono contribuyó a acrecentar las tensiones dentro de la banda, haciendo que Lennon perdiese el interés en escribir canciones con McCartney. Desobedeciendo el acuerdo establecido de que no se llevarían parejas al estudio, Lennon insistió en que Ono estuviese presente en todas las sesiones de grabación, situación que no le agradaba a nadie, excepto a él. Además, Lennon era cada vez más despectivo con los aportes creativos de McCartney, al que empezó a descalificar como autor de "música para abuelitas".
Publicado en noviembre de 1968, el White Album fue el primero de la banda en editarse por Apple Records, empresa creada por el grupo a su regreso de la India, para cumplir el plan previsto por Brian Epstein de constituir una estructura empresarial efectiva para administrar mejor los impuestos. A pesar de sus cuatro millones de copias vendidas en los Estados Unidos en poco más de un mes, las críticas tampoco fueron buenas.
La verdad es que, escuchado más de cuarenta años después, el Álbum Blanco es un disco mucho mejor de lo que parece. Si bien es cierto que abundan en él canciones excesivamente ramplonas y dadaístas y algunas francamente mediocres, que suenan como una broma carente en absoluto de seriedad, se aprecian composiciones espléndidas: Back in the U.S.S.R., While My Guitar Gently Weeps, Martha My Dear, Blackbird, I Will, Revolution 1, Honey Pie, Good Night…
Aunque Let It Be fue el último álbum lanzado por Los Beatles, la mayor parte de su contenido fue grabado antes de Abbey Road.
Inicialmente titulado Get Back, Let It Be se originó de una idea que el productor George Martin atribuye a Paul McCartney: preparar nuevo material e interpretarlo por primera vez en un concierto, grabarlo para un nuevo álbum y filmar sus sesiones de grabación. En este caso, gran parte del contenido del disco vino del trabajo en estudio, muchas horas de las cuales fueron capturadas en película por el director Michael Lindsay-Hogg.
George Martin reconoce que los ensayos y la grabación para el proyecto, que ocuparon gran parte de enero de 1969, "no fueron en absoluto una experiencia feliz. Era una época en la que las relaciones entre los miembros de la banda estaban en su punto más bajo". Los Beatles habían llegado a un punto muerto pensando en una localización para realizar un último concierto y habían rechazado, entre otros posibles escenarios, un barco en el Támesis, el desierto de Túnez y el Coliseo de Roma. Finalmente, la última actuación en vivo de The Beatles fue filmada en la azotea del edificio de la compañía Apple, en el número 3 de Savile Row, Londres, el 30 de enero de 1969.
El ingeniero de la grabación, Glyn Johns, tuvo que trabajar durante meses para dar con la versión definitiva del álbum Get Back y, mientras tanto, los miembros de la banda, algunos de los cuales ya ni si quiera se hablaban entre ellos, trataban de llegar a un acuerdo sobre quién sería el administrador de los asuntos económicos del grupo, después del inminente divorcio.
Por eso, el productor George Martin se sorprendió cuando McCartney se puso en contacto con él y le pidió que produjera un nuevo disco, ya que las sesiones de Get Back habían sido -según sus propias palabras- "una experiencia desagradable".
La grabación de Abbey Road se inició a finales de febrero de 1969. Lennon rechazó el formato propuesto por Martin de "una obra musical continua" y quería que sus propias canciones y las de McCartney ocuparan partes separadas del álbum. El formato final, con canciones individuales en la primera cara del LP y la segunda comprendiendo un largo potpurrí, fue un concepto sugerido por McCartney.
El 4 de julio de 1969, mientras iba progresando el trabajo en el álbum, apareció el primer sencillo de un miembro de The Beatles en solitario: Give Peace a Chance, de Lennon. Éste anunció su marcha al resto de la banda el 20 de septiembre de 1969, pero se llegó a un acuerdo por el cual no se haría público ningún anuncio oficial de disolución hasta que no se resolvieran algunos asuntos legales pendientes.
Lanzado seis días después de la declaración de Lennon, Abbey Road vendió cuatro millones de copias en dos meses y encabezó las listas del Reino Unido durante once semanas. Sin llegar al grado de perfección de sus obras maestras, este álbum puede considerarse un digno colofón al trabajo en equipo de Los Beatles y en él destacan las dos baladas escritas por George Harrison: Something y Here Comes The Sun.
El 3 de enero de 1970 se grabó la última canción de The Beatles, I Me Mine, de George Harrison, para el aún incompleto álbum Get Back. No intervino Lennon, que se encontraba entonces en Dinamarca. Para completar el disco, ahora retitulado Let It Be, las cintas de grabación de Get Back pasaron al productor estadounidense Phil Spector, quien editó, empalmó y sobregrabó en varias de las pistas que Los Beatles habían concebido como grabaciones "en vivo". Paul McCartney estaba insatisfecho con el tratamiento que Spector le dio al material y, particularmente, con la orquestación de The Long and Winding Road, que contaba con coro y una orquesta de treinta y cuatro instrumentos. Intentó, por ello, sin éxito detener el lanzamiento del álbum.
Finalmente, Paul McCartney anunció públicamente la separación del grupo el 10 de abril de 1970, una semana antes de la edición de su primer álbum en solitario.
El 8 de mayo se lanzó el disco Let It Be, producido por Spector. El documental, bajo el mismo título, se estrenó más tarde, ese mismo mes, y, en la ceremonia de los Óscar del año siguiente, ganó el Oscar a la Mejor Banda Sonora.
Paul McCartney presentó una demanda para la disolución de los Beatles el 31 de diciembre de 1970. Las disputas legales continuaron mucho tiempo después de la ruptura de la banda y la disolución legal de este fabuloso cuarteto no surtiría efecto hasta 1975.
Casi treinta años después, un irrepetible domingo de mayo de 2004, en un Madrid aún sumido en la terrible desolación provocada por el 11-M, asistí, en el Estadio Olímpico (conocido como La Peineta y futuro domicilio de mi Atlético del alma), a la experiencia absolutamente única de escuchar a Paul McCartney en directo y, aunque los otros tres no compartiesen escenario con él, durante toda aquella velada repleta de nostalgia y de belleza tuve la increíble e irreal sensación de estar cumpliendo un sueño imposible.
"There are places I remember all my life,
though some have changed,
some forever, no for better,
some have gone and some remain.
All these places had their moments
with lovers and friends I still can recall.
Some are dead and some are living.
In my life I"ve loved them all"
