A Miguel Jaubert y Julio Gómez, in memoriam
El año entrante, del que apenas nos separan unas horas, se cumplirá el quinto aniversario de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Tenerife Miguel Jaubert, fundada por el palmero Miguel Jaubert Gómez, quien finalmente pudo hacer realidad su idea de que “un niño entiende mejor la música cuando la ve interpretada por otros niños”.
Se trata de una formidable labor de difusión cultural, pedagógica y social que permite que jóvenes estudiantes del Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife actúen gratuitamente para otros niños, explorando un repertorio muy amplio, que va de Grieg, Mozart o Vivaldi a las bandas sonoras de John Williams, de Ennio Morricone o de las películas de animación más recientes de Walt Disney.
Gracias al apoyo de varias firmas comerciales (Fundación DISA, Catalana Occidente, Fuentealta, Cafés Careca y Centro de Belleza L’estheticienne), la Orquesta afronta un intenso programa anual de actividades y conciertos, no sólo en Tenerife, sino también en otras Islas. Precisamente, este verano, a principios de julio, tuvimos ocasión de disfrutar, junto a mis sobrinas, Daniela y Cecilia, de un conciertazo en toda regla, que diría el inolvidable Fernando Argenta, en la plaza de Las Madres, en Breña Baja, que de nuevo fue una multitudinaria y refrescante celebración de la música sin etiquetas.
Con un número de miembros que supera el centenar de instrumentistas, entre los que figura la pianista Helena Pozo Medina (mi querida ex alumna, mi admirada ex alumna del IES Tomás de Iriarte), la Orquesta Filarmónica Juvenil Miguel Jaubert cuenta con la excelente y ingeniosísima dirección musical de José Antonio Cubas Delgado y Cristina Padrón Peñalver, la estupenda dirección artística de Alicia Rodríguez Peraza, la esmerada dirección de canto de Sabrina Lemus y la atinada dirección pedagógica de María Jesús Cuéllar Moreno y Esther Pérez Carballo.
El pasado 20 de diciembre actuaron para seis mil escolares, en la antigua dársena en la que tan solo días después lo hizo la Sinfónica en su tradicional concierto de Navidad y, sin duda, la Filarmónica Juvenil no desmereció en absoluto a su hermana mayor.
PedroLuis
Apenas han pasado unos días de cuando comentaba con un compañero de la docencia, en Los Rodeos camino del avión, los sinsabores que rodean a algunos aspectos de la docencia actual, lo difícil que nos lo pone el entorno social y, sobre todo, la burocracia con la que debemos lidiar, para al final desengañarnos con los “informes PISA”.
Leo ahora a don José Amaro, que nos habla del entusiasmo que despierta la música en los más jóvenes en general, y el éxito de su “querida alumna pianista” en particular, y concluyo: pese a todos los desengaños, merece la pena seguir dando la batalla, pues siempre encontraremos en la docencia honesta, la recompensa de la gratitud de la mayoría y el éxito de los mejor dotados por cualidades genéticas o esfuerzo personal ¡Viva la música!
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