Mediterráneo

Muchas noches me abrazaron los brazos de Morfeo escuchando ese disco de Serrat. Eran aquellas radios casetes algo más actualizadas en aquellos tiempos, que se apagaban al concluir la música.

Probablemente el mejor LP en habla castellana que se haya editado. Especial cariño hacia la canción “Pueblo blanco” con aquellas estrofas en las que se ponía de manifiesto la manriqueña caducidad de la vida:

“El sacristán ha visto hacerse viejo al cura
El cura ha visto al cabo
Y el cabo al sacristán…

En aquel pueblo blanco perdido en los confines de la tierra. ¡Qué hermoso poema!…

Aunque si nos asomamos a su discografía, está llena de hermosas canciones que han marcado no solamente una época sino infinitas historias personales.

Loable Serrat fiel a su conciencia de hombre comprometido con cualquier causa justa.

Amigo Juanf, vi una actuación de Serrat en directo hace muchísimos años. Creo recordar que fue en el Estadio Insular, allá por los años setenta ¿…? Me decepcionó algo en aquella ocasión. Es para verlo y disfrutarlo de forma más íntima, en un teatro.

A las rockettes (o sus sucedáneas), también las disfruté en el Radio City neoyorkino. Un cuerpo de baile impresionante. Y también ha llovido lo suyo. Lo que me impresionó sobre todo fue el espectáculo en su globalidad. Dentro de un teatro grandioso en donde imperaba el color rojo. Los escenarios móviles, crecientes, decrecientes, las fuentes, los artistas que surgían de la nada, la orquesta con ese típico swing americano. Yo y mis circunstancias. Fue grandioso. Una vez finalizado el show, regresé caminando al hotel como un niño en Día de Reyes. ¡Todo un regalo!

El Lido parisino tiene también un espectáculo muy vistoso. Pero las rockettes son inigualables.

Rieu es un director de orquesta nacido en Maastrich, ciudad en la que todos los años por Navidad suele concelebrar con sus paisanos un concierto grandioso, en una plaza igualmente grandiosa. Tiene el honor de difundir (aunque su repertorio es muy amplio), la música clásica, a la que suele acompañar con voces y escenificación en el escenario. Una propuesta muy inteligente sin lugar a dudas. Otros directores como Mantovani o Paul Mauriat lo hicieron previamente con la sola ayuda de su orquesta. ¡Qué no es poco!

Hermoso “Largo factótum” del Barbero de Sevilla, en el video que nos propones. Una manera cada vez más arraigada por las compañías de ópera, la de escenificar sus representaciones. Aunque particularmente me agradan más las tradicionales enraizadas en la época. Si bien en este caso se trata de un sketch. Debe estar entre las primeras quince óperas más representadas. Saludos para todos.

Hasta luego.

VIENE DEL COMENTARIO ANTERIOR.

Lejanos aquellos tiempos en los que Marçal Gols, como Mendel con sus guisantes, tuvo la “feliz idea” de iniciar bien avanzados los años 60 la implementación de una serie de conciertos escolares, que tenían como principal objetivo transmitir el “gusanillo”, a toda una generación de jóvenes y menos jóvenes imberbes, que creciendo sanamente con Los Beatles y Los Rolling Stones, no nos habíamos aún concienciado de la belleza de la música clásica. Tenían lugar en el Salón de Actos del Instituto Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria. Curiosamente la primera pieza de música clásica que escuché más allá de fragmentos de óperas, zarzuelas y los valses de Johan Strauss hijo, fue la que iniciaron en el primer video que nos obsequió José Amaro, con el “Eine Kleine Nacht Musik”, de Mozart. Un pequeño fragmento de otro mayor.

Estimado José Amaro lo más aproximado que he podido vivenciar con mis alumnos, ha sido la explicación hecha de un modo muy pedagógico de lo que sugiere la música, a través de trozos de partituras clásicas y modernas. Y algún concierto más bien aislado con trozos muy escogidos de la música culta en el Auditorio Alfredo Kraus. Pero es que lo que nos has traído, es otra cosa. Se me han puesto los pelos de punta escuchando la pequeña serenata nocturna de Mozart KW 525 escenificada con ballet, con un respeto inmenso y una atención y divertimento poco usual. Lástima que el director no le diera un tempo un pelín más “vivace”, para luego seguir enganchándolos con Abba y Marc Anthony. ¡Qué maravilla!

Hace algunos años, disfrute de una compañera con una sensibilidad extrema y un gusto musical fuera de lo común, que llegó a organizar una orquesta a través de los sonidos que los alumnos emitían. Le sugerí que me dejara asistir a uno de sus ensayos. Quedé impresionado.

Y del concierto, comenzarlo con la obertura de la ópera de Rossini, “El barbero de Sevilla”, sitúa bien a las claras donde está el horizonte de esta magnífica orquesta juvenil a la que deseo el mayor de los éxitos. Intercalando villancicos clásicos, los diálogos de los comediantes destacando “El Puerto de Santa Cruz” rememorando escenas de Los Piratas del Caribe. El Silent night resonando, sonidos del tajaraste gomero al más puro estilo West Side Story, “la farola del mar” que popularizaron Los Sabandeños y Los Gofiones. “Mañana” y la soundtrack del tema principal de “Los piratas del Caribe”. El “All I want for Christmas is you” rememorando al Radio City neoyorquino. “Sobre el mismo mar” y La Marcha Radetzky poniendo el colofón.

Enhorabuena a todos los participantes, especialmente para los músicos, los actores y a todos los niños que con tanto entusiasmo han puesto sus granito de arena. Un monumento en Santa Cruz a Miguel Jaubert. El reconocimiento a todos aquellos que lo han apoyado y las gracias a tu persona por mostrárnoslo. Sana envidia de espectáculo mientras se me han partido las manos de tanto aplaudir. Feliz Año.

Hasta luego.