Unas semanas antes del carnaval recibí un correo sorprendente. En él una joven profesora norteamericana residente en Nueva York me anunciaba su deseo de viajar a Santa Cruz de La Palma para conocer la fiesta del carnaval, pues, oh milagro, había podido conseguir un ejemplar de mi novela Carnaval de Indianos en la ciudad de los rascacielos y se proponía trabajar una tesis doctoral sobre la figura del indiano en la literatura española. Laura Hydak, que habla un español perfecto, es docente en la universidad Rutgers de Nueva Jersey y está becada por la Fundación Mellon. Tiene dos años por delante para realizar su investigación y promete volver a la isla de La Palma, que le ha fascinado. “Estoy trabajando con otras novelas que tratan el personaje del indiano, es decir del emigrante que vuelve de países americanos, pero son más bien históricas y se centran en sagas familiares. En cambio Carnaval de Indianos tiene muchos personajes y un vocabulario muy rico, propio de esta isla. El libro del escritor palmero me costó mucho encontrarlo en Nueva York, pero al fin lo conseguí, y me ha interesado mucho.” Destaca Laura la riqueza y expresividad de la fiesta, y la significación del personaje de la Negra Tomasa.
En la Casa Tey, actual propiedad de la familia Cabrera, nos encontramos. Este lugar fue construido por un médico inglés a comienzos del siglo XVIII, en él varios miembros de la familia Cabrera a mediados de los sesenta del pasado siglo planearon la fiesta de los Indianos tal como la conocemos, y actualmente es un lugar de encuentro donde se celebran actividades literarias. Para la multitudinaria fiesta de los polvos talcos es un lugar que debe ser considerado el escenario que dio origen al actual esplendor del lunes de carnaval, el apogeo de la farsa, la música cubana, los puros, los mojitos y el desfile de los miles de indianos ataviados de blanco. La tesis doctoral puede contribuir al mejor conocimiento y a la proyección de la fiesta palmera, tal como captó la compañera Esther R. Medina en su amplia entrevista.
En pleno carnaval celebramos el Día de las Letras Canarias, este año dedicado a Rafael Arozarena, el poeta y narrador que escribió Mararía. Yo apenas era un veinteañero que estudiaba en la universidad y trabajaba primero en La Tarde con Alfonso García Ramos y luego en El Día con Ernesto Salcedo y un prodigioso grupo de compañeros: Juan Cruz, Elfidio Alonso, Gilberto Alemán, Julián Ayala, etc. Conocí a Rafael a finales de los años 60, cuando en Santa Cruz de Tenerife se mantenía el espíritu de las tertulias y los supervivientes de Gaceta de Arte gozaban de buena salud: Eduardo Westerdahl y su mujer Maud, Domingo Pérez Minik, Pedro García Cabrera, Emeterio Gutiérrez Albelo. Los fetasianos, es decir Isaac de Vega y el propio Rafael, formaban grupo aparte: una bohemia distinta, contagiados por las lecturas del existencialismo, sobre todo por La náusea, de Jean Paul Sartre, y practicantes de un humor casi kafkiano, con el que sobrellevaron los difíciles años de la postguerra y la pertinente represión de las ideas. Fetasa, la novela fundacional de Isaac de Vega, se había publicado en los años 50 y fue considerada un texto casi hermético. Rafael tuvo en una gaveta durante muchos años el manuscrito de Mararía, que fue presentado al premio Nadal y publicado después por Noguer, en el 73. El verdadero éxito de Mararía no se produjo entonces, sino ya en los 80 de la mano de Interinsular Canaria, la editorial de Aurelio Concepción que literariamente estuvo dirigida por Andrés Sánchez Robayna. Rafael consideraba que la Isla era lo más importante. Panteísta y cofundador del Museo de Ciencias Naturales de la capital tinerfeña, le interesaban los insectos, la arqueología, la botánica y la geología. Cuando Mararía fue llevada al cine y supe que Juan Cruz le iba a ofrecer una edición en Alfaguara para que la novela fuera conocida fuera de Canarias, Rafael me dijo: “¿A qué viene ese interés ahora, si los de Interinsular son los que han apoyado mi obra? No me interesa que me conozcan en Zaragoza y menos en Madrid.” El libro ya estaba siendo difundido en la traducción publicada con éxito en Alemania, tras la cual vinieron otras. Rafael consideraba a Canarias su templo, su referente universal; enamorado de la salida del sol, de los bicácaros, de la laurisilva, de la memoria, de la identidad, de un paisaje que velozmente deterioraba el negocio turístico, su obra narrativa permanece más allá del tiempo. La Isla, con mayúsculas, era lo esencial. Aunque siempre rechazó el olvido de su obra poética, eclipsada por Mararía.
Por su parte, el poeta Justo Jorge Padrón está de actualidad con sus dos últimos libros, Fulgor de Macedonia y Antología de la poesía kazaja contemporánea (siglos XIX, XX y XXI), ambos publicados en Ediciones Vitruvio. “Macedonia entró en mi vida como un hecho esencial, como si toda la pasión y el silencio fueran dignos de abrazarse a su sustancia de agua y fuego. Este es un libro que sustenta una cálida visión confidencial. Ha ido creciendo de natural manera como un ser vivo, tal si fuese el árbol de un bosque interior, sin otro propósito determinado que el de mostrarnos la esencia del alma de su pueblo.” Así justifica su texto este poeta, traductor y ensayista, autor del muy celebrado libro Los círculos del infierno, así como El abedul en llamas, autor asimismo de sus análisis y antologías sobre la poesía de Suecia, Noruega, Islandia, y su vinculación con Macedonia, el país del cual es originaria su esposa, Kleo.
Con respecto a la Antología de la poesía kazaja contemporánea, agradece el poeta la colaboración de varios diplomáticos y amigos que facilitaron la elaboración de este libro, así como destaca como su principal apoyo el de su esposa y eficaz colaboradora, Kleopatra Filipova, quien ayudó a descifrar, a través del ruso y otras lenguas, algunas palabras inencontrables y a completar el material biográfico que le faltaba para resolver las 245 páginas. Kazajistán es un país poco conocido entre nosotros, con la mayor parte de su territorio en Asia Central, y que se desprendió de la antigua URSS. En 2015 el libro Los círculos del infierno fue publicado allí y la ocasión sirvió como gran paso para la realización de este proyecto. Se trata de un libro histórico por ser el primero que traslada al español a poetas kazajos, con su intensidad, su lucidez y una forma plena de sentir y vivir la naturaleza. Este largo periplo por la historia, la cultura y la lírica del país, constituye una labor pionera al introducir esta literatura bajo los cánones clásicos del sistema endecasílabo, una aventura ardua y minuciosa. La traducción, y la manera de abordarla desde una perspectiva crítica y ensayística, tienen mucho mérito.
Blog La Literatura y la Vida
Juanf
Don Luis, suerte que la profesora neoyorquina escogió la La Palma para hacer su tesis doctoral sobre los Indianos, y no escogió a Caracas para un estudio de la maltrecha situación venezolana.
Manual para destruir el país venezolano
Lo escribió Fidel para el chavismo, era preciso contar con un traidor para asumirlo, pero eso no fue un problema. Luego le diría: al principio mantén ocultas las verdaderas intenciones, habla de la Patria sin parar, sobre todo para justificar cualquier locura que necesitemos implementar.
Siembra odios, culpa a los ciudadanos que producen, estudian, escriben, crean, trabajan… de ser los responsables de los males que aquejan a la sociedad. Es necesario destruirlos, normalmente las personas con cierta preparación e independientes económicamente son difíciles de someter.
Insúltalos, ponle apodos, calúmnialos, enfréntalos al desprecio público, mejor si alguna revolucionaria los agrede públicamente. Haz el payaso, se chabacano, inculto, diferénciate de un universitario educado para después poder ir contra ellos. nivela a la sociedad por lo bajo, para evitar que quieran progresar, no vaya a ser que se superen y se conviertan en escuálidos… nada de eso fue tampoco un problema para el insepulto.
Luego miente, destruye, persigue, viola las leyes impunemente, desmoraliza, empobrece al pueblo lentamente y así acabaras con la voluntad de rebelarse… elimina el aparato productivo. La pérdida de empleos, el racionamiento de comida y medicinas, las colas, la escasez, los convertirá en dependientes, no se atreverán a reaccionar; después culpa de la falta de alimentos, de insumos médicos, agua y electricidad… a la guerra económica, al Imperio y a los dirigentes de la oposición.
Mete preso a personalidades seleccionadas, a los otros los paralizará el miedo, no te excedas, así la reacción internacional será escasa. Financia aliados en el continente, paga deudas externas, regala petróleo, corrompe a las fuerzas armadas, como resultado nadie se meterá contigo.
Paralelamente controla las instituciones, contamínalas, que el pueblo pierda la fe en ellas, mientras más mediocres sean los que pongas a dirigirlas, más serviles serán.
Chávez siguió a pies juntillas el manual, solo que no conocía el final, estaba previsto que, llegado el momento, lo sustituirían por una ficha formada en la Habana: Nicolás Maduro.
No solo fue Chávez quien enfermo, la sociedad también se contaminó, el chavismo se convirtió en epidemia, gracias a ellos, hoy en día el 80% de los venezolanos vive en pobreza y cerca del 74% han perdido hasta 8 kilos de peso durante el último año.
La desnutrición, el hambre, la falta de higiene, las epidemias, la muerte por falta de medicamentos dejaron de ser una posibilidad circunstancial y se convirtieron en la dura realidad. Los recursos de la república dejaron de estar al servicio de los venezolanos, se convirtieron en la fuente de financiamiento del programa de Raúl Castro.
Por ello, después de disminuir su condición a los ciudadanos y a las instituciones, les tocó el turno a los espacios democráticos de libertad, la arremetida contra toda fuerza opositora, comenzando por los partidos políticos. En la nueva etapa, cero prensa libre, cero universidades autónomas, cero elecciones y destrucción de la Asamblea Nacional, ya que ahora no contaban con el parapeto de Diodado para controlarla.
Por eso vemos el mundo al revés, un Poder Electoral dedicado a impedir elecciones y el referéndum, pasando por encima de la norma constitucional, al Poder Judicial, integrado de manera ilegal por personas que no cumplen los requisitos para ser parte del organismo y presidido por un delincuente con prontuario judicial, dedicado exclusivamente a legitimar las acciones ilegales del régimen y vemos a un Poder Ciudadano conformado por militantes partidistas, que dan la espalda al pueblo que están obligados a defender.
El Manual previó irrespetarlo todo, una clásica forma de desmoralizar las personas honestas y exacerbar los malos instintos. Desde las cámaras de televisión se autorizó a robar; se destruyó PDVSA, despidiendo a 22 mil empleados calificados; se denigró a sacerdotes y obispos, se insultó a presidentes de países amigos, se atacó a Israel desde lo más profundo de sus entrañas, se condenó a prisión sin juicio; se les rindió homenaje a terroristas, guerrilleros y a colectivos asesinos.
Pero sobre todo se deshonoró el legado de Bolívar, colocando su apellido a lado del desastre nacional.
Se armó a los amigos de Iris Varela, los de Lina Ron, de Robert Serra, de Mata Figueroa, con ellos realizaron el trabajo sucio.
El cinismo se convirtió en política de estado, así nadie podía entender esta realidad, hablaron de amor y asesinaron estudiantes, los colectivos, brazo armado de la revolución, se presentaron como asociaciones culturales.
Si perdían una alcaldía o gobernación le quitaban el presupuesto y las atribuciones, al perder la Asamblea Nacional recurrieron a los amanuenses del TSJ. Robaron las riquezas producida por otros y lo llamaron expropiación.
Fomentaron el submundo del delito, traficantes, corruptos, comisiones, las empresas de maletín, testaferros, contratos a dedo. Todo fue valido y con tres objetivos, enriquecerse aceleradamente, corromper para silenciar y comprar conciencias, y por ultimo conseguir apoyo irrestricto civil y armado, en el ámbito nacional e internacional.
Siempre se han sentido cómodos del otro lado de la legalidad, no en balde siempre han sido comunistas, milicianos castristas, asalta bancos, asesinos o encapuchados.
Todo parecía funcionarles, algunos todavía se sienten poderosos, otros por el contrario están raspando la olla y con ganas de perderse fuera del país. Las infantas ya están instaladas en el extranjero con sus testaferros.
Intuyen que el pueblo considera a Maduro un fraude y están conscientes que el modelo castro-marxista fracasó. Por eso le tienen miedo a cualquier proceso electoral… ya no tienen pueblo, vienen más “Villa Rosa”, los veremos con terror a circular… 2017 será el fin del chavismo y seremos testigos de un nuevo cambio.
El trabajo de reconstruir el país será arduo, habrá que atender lo urgente y lo importante paralelamente, para poder atender todos los frentes: político, económico, social y moral.
Tendremos que reinventar la Fuerzas Armadas, limpiarlas de la corrupción, de los que permitieron oficiales cubanos en los cuarteles y no defendieron la soberanía nacional. Se convertirá una prioridad recuperar PDVSA y el mercado petrolero, las empresas básicas el Guayana y el Arco Minero del Orinoco, sin olvidar insertarnos en las nuevas metas internacionales de protección de la naturaleza.
Será necesario recuperar la noción de servicio público y limpiar ministerios e instituciones de agentes partidistas, sin caer en la persecución del ciudadano trabajador. Devolverle la dignidad al Claustro Universitario, implementar un proceso de devolución, financiamiento y ayuda a la empresa privada, fomentando la inversión para crear empleos.
Reconstruir hospitales y promover las industrias y las empresas de producción de alimentos y de la salud. Igualmente, la industria del turismo y las editoriales.
El sistema carcelario y las policías, forman parte de las urgencias a resolver, sin olvidar la repatriación de los capitales mal habidos y el castigo ejemplarizante de los culpables de este desastre.
Nelson Castellano-Hernández
Ex Cónsul de Venezuela en París
nelsoncastellano@hotmail.com
Envoyé à partir d’Outlook
http://www.noticierodigital. com/2017/03/nelson-castellano- hernandez-manual-para- destruir-el-pais/
Caracas 18 Marzo, 2017
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Juanf
Don Luis dentro de los agites del mundo encontramos este comentario de Arturo Pérez-Reverte que no tiene desperdicio.
Bueno es recordar al Quijote cuando le decía a su escudero; Cosas veredes Sancho, cosas veredes!
> Maestras con hiyab y otros disparates
> De aquí a un par de años –si es que no ha ocurrido ya– saldrá de las facultades españolas una promoción de jóvenes graduadas en Educación Infantil y Primaria, entre las que algunas llevarán –lo usan ahora, como estudiantes– el pañuelo musulmán llamado hiyab: esa prenda que, según los preceptos del Islam ortodoxo, oculta el cabello de la mujer a fin de preservar su recato, impidiendo que una exhibición excesiva de encantos físicos despierte la lujuria de los hombres.
>
> Ese próximo acontecimiento socioeducativo, tan ejemplarmente multicultural, significa que en poco tiempo esas profesoras con la cabeza cubierta estarán dando clase a niños pequeños de ambos sexos. También a niños no musulmanes, y eso en colegios públicos, pagados por ustedes y yo. O sea, que esas profesoras estarán mostrándose ante sus alumnos, con deliberada naturalidad, llevando en la cabeza un símbolo inequívoco de sumisión y de opresión del hombre sobre la mujer –y no me digan que es un acto de libertad, porque me parto–. Un símbolo religioso, ojo al dato, en esas aulas de las que, por fortuna y no con facilidad, quedaron desterrados hace tiempo los crucifijos. Por ejemplo.
>
> Pero hay algo más grave. Más intolerable que los símbolos. En sus colegios –y a ver quién les niega a esas profesoras el derecho a tener trabajo y a enseñar– serán ellas, con su pañuelo y cuanto el pañuelo significa en ideas sociales y religiosas, las que atenderán las dudas y preguntas de sus alumnos de Infantil y Primaria. Ellas tratarán con esos niños asuntos de tanta trascendencia como moral social, identidad sexual, sexualidad, relaciones entre hombres y mujeres y otros asuntos de importancia; incluida, claro, la visión que esos jovencitos tendrán sobre los valores de la cultura occidental, desde los filósofos griegos, la democracia, el Humanismo, la Ilustración y los derechos y libertades del Hombre –que el Islam ignora con triste frecuencia–, hasta las más avanzadas ideas del presente.
>
> Lo de las profesoras con velo no es una anécdota banal, como pueden sostener algunos demagogos cortos de luces y de libros. Como tampoco lo es que, hace unas semanas, una juez –mujer, para estupefacción mía– diera la razón a una musulmana que denunció a su empresa, una compañía aérea, por impedirle llevar el pañuelo islámico en un lugar de atención al público. Según la sentencia, que además contradice la doctrina del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, obligar en España a una empleada a acatar las normas de una empresa donde hombres y mujeres van uniformados y sin símbolos religiosos ni políticos externos, vulnera la libertad individual y religiosa. Lo que significa, a mi entender –aunque de jurisprudencia sé poco–, que una azafata católica integrista, por ejemplo, acogiéndose a esa sentencia, podría llevar, si sus ideas religiosas se lo aconsejan, un crucifijo de palmo y medio encima del uniforme, dando así público testimonio de su fe. O, yéndonos sin mucho esfuerzo al disparate, que la integrante de una secta religiosa de rito noruego lapón, por ejemplo, pueda ejercer su libertad religiosa poniéndose unos cuernos de reno de peluche en la cabeza, por Navidad, para hacer chequeo de equipajes o para atender a los pasajeros en pleno vuelo.
>
> Y es que no se trata de Islam o no Islam. Tolerar tales usos es dar un paso atrás; desandar los muchos que dimos en la larga conquista de derechos y libertades, de rotura de las cadenas que durante siglos oprimieron al ser humano en nombre de Dios. Es contradecir un progreso y una modernidad fundamentales, a los que ahora renunciamos en nombre de los complejos, el buenismo, la cobardía o la estupidez. Como esos estólidos fantoches que, cada aniversario de la toma de Granada, afirman que España sería mejor de haberse mantenido musulmana.
>
> Y mientras tanto, oh prodigio, las feministas más ultrarradicales, tan propensas a chorradas, callan en todo esto como meretrices –viejo dicho popular, no cosa mía– o como tumbas, que suena menos machista. Están demasiado ocupadas en cosas indispensables, como afirmar que las abejas y las gallinas también son hembras explotadas, que a Quevedo hay que borrarlo de las aulas por misógino, o que las canciones de Sabina son machistas y éste debe corregirse si quiere que lo sigan considerando de izquierdas.
>
> Y aquí seguimos, oigan. Tirando por la borda siglos de lucha. Admitiendo por la puerta de atrás lo que echamos a patadas, con sangre, inteligencia y sacrificio, por la puerta principal. Suicidándonos como idiotas.
>
> _> http://www.zendalibros.com/maestras-hiyab-otros-disparates/
>> Arturo Pérez-Reverte
>
> Publicado en XL Semanal.
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Juanf
Don Luis, merece la pena la lectura y una reflexión serena sobre este artículo.
Un hombre cuya familia pertenecía a la aristocracia alemana antes de la Segunda Guerra Mundial fue propietario de una serie de grandes industrias y haciendas. Cuando se le preguntó ¿cuántos de los alemanes eran realmente nazis?, la respuesta que dio puede guiar nuestra actitud hacia el fanatismo. “Muy pocas personas eran nazis en verdad”, dijo, “pero muchos disfrutaban de la devolución del orgullo alemán, y muchos más estaban demasiado ocupados para preocuparse. Yo era uno de los que sólo pensaba que los nazis eran un montón de tontos. Así, la mayoría simplemente se sentó a dejar que todo sucediera. Luego, antes de que nos diéramos cuenta, los nazis eran dueños de nosotros, se había perdido el control y el fin del mundo había llegado. Mi familia perdió todo. Terminé en un campo de concentración y los Aliados destruyeron mis fábricas…
Se nos dice que la gran mayoría de los musulmanes sólo quieren vivir en paz. El hecho es que los fanáticos dominan el Islam, tanto en este momento como en la historia. Son los fanáticos los que marchan. Se trata de los fanáticos los que producen guerras. Se trata de los fanáticos los que sistemáticamente masacran cristianos o grupos tribales en África y se van adueñando gradualmente de todo el continente en una ola islámica. Estos fanáticos son los que ponen bombas, decapitan, asesinan. Son los fanáticos los que toman mezquita tras mezquita.
Se trata de los fanáticos los que celosamente difunden la lapidación y la horca de las víctimas de violación y los homosexuales. Se trata de los fanáticos los que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en terroristas suicidas. El hecho cuantificable y duro es que la mayoría pacífica, la “mayoría silenciosa” es intimidada e imperceptible.
La Rusia comunista estaba compuesta de los rusos que sólo querían vivir en paz. Sin embargo, los comunistas rusos fueron responsables por el asesinato de cerca de 50 millones de personas. La mayoría pacífica era irrelevante.
La enorme población de China era también pacífica, pero los comunistas chinos lograron matar la asombrosa cifra de 70 millones de personas.
El individuo japonés medio antes de la Segunda Guerra Mundial no era un belicista sádico. Sin embargo, Japón asesinó y masacró, en su camino hacia el sur de Asia Oriental, en una orgía de muerte que incluyó el asesinato sistemático, a 12 millones de civiles chinos, la mayoría muertos por espada, pala y bayoneta.
Y, ¿quién puede olvidar Ruanda, que se derrumbó en una carnicería?… ¿Podría no ser dicho que la mayoría de los ruandeses eran amantes de la paz?
Las lecciones de la historia son con frecuencia increíblemente simples y contundentes. Sin embargo, a pesar de todos nuestros poderes de la razón, muchas veces perdemos el más básico y sencillo de los puntos: Los musulmanes amantes de la paz se han hecho irrelevantes por su silencio. Los musulmanes amantes de la paz se convertirán en nuestros enemigos si no se pronuncian, porque al igual que mi amigo de Alemania, se despertarán un día y encontrarán que los fanáticos los poseen, y el fin de su mundo habrá comenzado. Los alemanes, amantes de la paz, japoneses, chinos, rusos, ruandeses, serbios, afganos, iraquíes, palestinos, somalíes, nigerianos, argelinos, y muchos otros han muerto a causa de que la mayoría pacífica no se pronunció hasta que fue demasiado tarde.
En cuanto a nosotros, que somos espectadores ante los eventos en desarrollo, debemos prestar atención al único grupo que cuenta: los fanáticos que amenazan nuestra forma de vida.
Por último, cualquiera que duda de que la cuestión sea grave y elimina este mensaje sin reenviarlo, está contribuyendo a la pasividad que permite a los problemas expandirse. Por lo tanto, entiéndete un poco a ti mismo y envía esto una y otra vez!
Esperemos que miles de personas, en todo el mundo, lean y piensen sobre él, antes de que sea demasiado tarde.
Profesora Claude Beloit
Facultad de Filología
Departamento de Filología francesa
Valencia – España
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Juanf
Don Luis como todo en la vida, ya pasaron los carnavales, ahora seguimos en el día a día, hoy esto pasa y mañana quien sabe lo que pasará.
Dígale a Su Santidad, Señor Nuncio
Por Fernando Londoño Hoyos
Periódico Debate, Bogotá
Como no tenemos “vara” con él, dígale por favor a su Santidad, señor Nuncio, algunas cosas sobre Colombia y sobre las personas que viene a bendecir en Colombia. Después, en los afanes, se le pueden pasar por alto. Dígale que este fue un país de inmensa mayoría católica, que se fue diluyendo cuando algunos Monseñores se dedicaron a la Política y olvidaron el Evangelio.
Dígale que Colombia es víctima del narcotráfico, la peor tragedia que le puede caer encima a un país. Dígale que los narcotraficantes son gente sin alma, que asesina cuando le parece que debe asesinar, secuestra cuando le conviene, extorsiona casi siempre, pone bombas para matar inocentes, se roba personas de las que nunca se vuelve a saber nada, niños que usan como escudos, como esclavos, como juguetes sexuales.
Dígale a su Santidad que miles de niñas separadas a la fuerza de sus casas quedaron embarazadas, como tenía que ser, para someterlas al aborto inhumano en las condiciones más abyectas. Que muchas de ellas escaparon a la muerte para contar su historia, “que acaso ni Dios mismo la pueda perdonar”. (La frase es tomada de un gran poeta colombiano. Es feo apropiarse de lo ajeno.)
Dígale al gran Francisco, señor Nuncio, que esos bandidos acaban con la naturaleza envenenando los ríos, talando los bosques, destruyendo las montañas matando nuestra fauna y la tierra de nuestros hijos. A su Santidad, que es tan sensible en la materia, dígale que los narcotraficantes con los que lo van a reunir son los hombres más ricos de Colombia, poseedores de fortunas fabulosas que esconden allá en su vieja Europa y por acá en lo que llaman paraísos fiscales.
Dígale a su Santidad que esta canalla ha pedido perdón para el espectáculo, pero que no tiene arrepentimiento ninguno. Todos los días hace lo mismo y cada vez extrema su crueldad. Dígale a su Santidad, se lo encarecemos, que de niños nos enseñaron sacerdotes virtuosos, de los que hay muchos en Colombia, todavía, que para el perdón de la penitencia era menester la satisfacción de obra, que consiste en devolver lo robado, consolar la víctima, reparar el ultraje. Dígaselo porque el Cardenal y unos pocos de sus Obispos olvidaron este mandato evangélico, o porque tal vez lo derogaron en algún Concilio secreto. Nos interesa mucho saberlo.
Dígale a su Santidad que no confunda estos miserables con Giuseppe Garibaldi, un idealista, medio bandido, claro, pero solo bandido a medias, con esta gentuza que no sabe de ideales, sino de atrocidades. Dígale a su Santidad, señor Nuncio, cuando venga, que todas las semanas algún campesino laborioso, algún anciano, alguna mujercita buena, algunos niños pisan las bombas que estos malditos siembran para marcar su territorio y que no han hecho nada para aliviar las víctimas ni para impedir otras.
Dígale a su Santidad que nos hemos enterado, con aflicción y repugnancia, que va a organizar su visita un tal General Oscar Naranjo, cuyas andanzas nos tomarían varios escritos como estos. Que no se deje irrespetar, señor Nuncio, por lo mucho que lo veneramos. Dígale a su Santidad que esta gente pregona su condición de marxistas leninistas, y que fieles a esa caduca religión detesta todas las que de verdad lo son, odian la familia y abominan la propiedad, menos la que ellos atesoran como producto de sus crímenes. O que nos diga que ya el comunismo se volvió cristiano, y nos explique cómo tal cosa fue posible.
Dígale a su Santidad, Señor Nuncio, que a estas alturas no sabemos si viene a Colombia en plan apostólico para difundir el mensaje del amor y de la caridad, o como jefe de Estado, como uno de esos que se hacen lenguas hablando de una paz mentirosa, pero que jamás aceptarían en sus propias naciones. Porque si le parece bien lo que pasa y ya que es tan revolucionario, ¿por qué no considera cambiar su vieja guardia suiza por una de las FARC? Quedaríamos tan agradecidos si se llevara para el Vaticano la cúpula de estos delincuentes. Márquez, Catatumbo y la Sandino serían maravilloso adorno de la Capilla Sixtina. Que lo piense.
Dígale a su Santidad que no se equivoque con el vecindario, cuando lo mencione. Que tenga bien sabido el odio que los colombianos tenemos por ese forajido que manda en Venezuela, y por el Raúl Castro, que nos debe millares de asesinatos y tragedias acumulados en cincuenta años de armar guerrilleros para destruir a Colombia.
O mejor dígale a su Santidad, Señor Nuncio, que no mencione nada de todo esto. Que se dedique a hablarnos de lo que no nos hablan hace rato y que harta falta nos hace. Del Amor verdadero y de la penitencia que sigue al arrepentimiento como condición para llegar al cielo.
http://periodicodebate.com/index.php/opinion/columnistas-nacionales/item/14530-digale-a-su-santidad-senior-nuncio/
13 de marzo de 2017
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lleon
Tienes que animarte, Pedro, porque los Indianos de La Palma son muy animados. A ver si el año que viene.
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pevalqui
Antes de comentar tu “neoyorkina en los Indianos”, (una asignatura pendiente que espero aprobar el próximo año D.m), me gustaría enlazar con un comentario de nuestro Pedro Luis, de tu anterior artículo, Luis.
Riccardo Cocciante, como se le llama en Italia, aunque él se dio a conocer internacionalmente como Richard Cocciante, es un cantante de la escuela italiana, nacido de madre francesa, país en el que residió hasta la pre adolescencia; cantaba preferentemente en italiano pero también en español. Y hasta en inglés. Por aquel entonces, hablamos de los años setenta, en el crepúsculo de la época de la llamada canzone italiana, en la que disfrutamos de grandes cantantes y magníficos artistas que aportaron su buen granito de arena al mundo de la música pop, como de la balada.
En aquellos años, sonaban con fuerza entre otros, tres grandes artistas que de alguna manera marcaban una evolución respecto de sus antecesores, “bravos” cantantes (que dicen los italianos), Toto Cotuño, Gigliola Cinquetti, Nicola di Bari, Pepino di Capri, Mina, Celentano, Iva Zanicki, Modugno, Lucio Dalla, y así podríamos mencionar dos docenas más. Eran todos artistas de escuela, de conservatorio de música. Riccardo Cocciante, junto con Humberto Tozzi, y Sandro Giacobbe, recomenzaron lo que podríamos llamar una segunda etapa de la canzone. Cada uno con sus peculiaridades.
Un buen amigo italiano, Giorgio, vecino nuestro durante algunos años junto con su mujer Enza y su hija Mónica, tuvo a bien regalarme antes de regresar a Milano, donde le hemos visitado con posterioridad, un CD de Cocciante que guardo con mucho cariño.
A Riccardo, de quien hoy puedo desvelar su acento de italiano no nativo, denotaba también influencia de la última etapa de los chansonnieres franceses, idioma que habla a la perfección. Hablamos de Jacques Brel, de Yves Montand o Georges Brassens.
Una canción suya que recuerdo con especial nostalgia, lleva por título “Bella sin alma”. En la versión italiana, “Bella senza anima”. De estas que en mi clasificación particular, se bailan en una baldosa, bien apretaditos. https://youtu.be/BAB5TRbZoZ4 En el video que se acompaña, una jovencísima Paloma San Basilio, a quien hasta la nariz aguileña le sentaba bien, es la encargada de presentar a Riccardo, quien como buen italiano “le tira los tejes”. Parece que canta en play back. Una canción de esas que te remueven los rescoldos de los sentimientos. Era, es una canción cuya intensidad va subiendo con el devenir de la melodía. Bailarla en pareja en cualquier pista de una discoteca, escenificaba el preludio de la batalla del amor: L’amore estaba servido. Con la melodía y la inconfundible voz de Riccardo resonando fuerte, llegado el momento de “pobre diablo”, la cosa ya no tenía remedio, la pasión desbordaba a los sentimientos en una simbiosis celestial.
María Dolores Pradera, hoy igualmente en el recuerdo, era no solo elegante sino “bella hasta en su alma”. Siempre de largo, luciendo un poncho, o con un abanico. Un maremoto de sensibilidad. En directo, les aseguro que tampoco desmerecía; concitaba en su persona, la elegancia y el buen gusto, custodiada siempre por aquellos leales guitarristas, los magníficos gemelos. “Amarrraditos”, https://youtu.be/qcxX1-7efNg es un clásico de su amplio repertorio. Doña María Dolores Pradera, un icono del reciente pasado, el amor platónico de dos generaciones: tengo para mí, que tenía bello hasta el aliento.
Hasta luego.
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