Hasta ahora la especie humana ha sorteado las más devastadoras epidemias y persecuciones, guerras de exterminio, hambrunas, inundaciones, volcanes y tsunamis; de todos esos desastres hemos conseguido sobrevivir. El ingenio humano ha logrado tales avances que en ocasiones nos consideramos pequeños dioses: han venido en nuestro auxilio la penicilina y todos los antibióticos, los progresos médicos y farmacológicos, las revoluciones industriales, los aviones, los ordenadores e internet. Sin embargo, hay muchos países donde el hambre y el analfabetismo son endémicos y la esperanza de vida apenas llega a los 40 años; quedan muchas guerras y conflictos mantenidos porque a la industria armamentista le interesa mucho este negocio. Una de cal y otra de arena, una de luz y otra de sombra. Este proceso pendular nos hace ver que aparentemente quedan atrás los episodios atroces de nuestra historia: las guerras de religión, el nazismo, la Inquisición, las cruzadas, el exterminio de las tribus indígenas en América del Norte y del Sur y en Australia, el tráfico de esclavos que duró hasta anteayer, etcétera. Pero ya ideamos un futuro perfecto con robots que nos liberen de las tareas más penosas, y ahora que algunos sueñan con tales avances tecnológicos que incluso se plantean conseguir la inmortalidad, viene algún aguafiestas a recordarnos no solo nuestra debilidad como animales cercados por la vejez, la enfermedad y el exterminio, sino la propia flaqueza del lugar que habitamos en el cosmos.
En los últimos tiempos el británico Stephen Hawking ha vuelto a arremeter contra Donald Trump por la cerrazón de este al no suscribir los pactos internacionales contra el cambio climático, el efecto Trump vendría a acelerar el final trágico que el cosmólogo inglés prevé para el mundo en que vivimos. Ignorante y altivo son dos de los adjetivos –más suaves– que ha utilizado contra el nuevo presidente norteamericano. Hawking, que es una celebridad mundial con sus opiniones contundentes sobre muchas cosas, ha dicho de nuevo que la especie humana no tiene futuro en el planeta Tierra y que habrá que ir a otros espacios para sobrevivir; como hay un exceso de población se origina una sobreexplotación de los recursos, por su proceso natural el sol se extinguirá, disminuirá la gravedad del planeta y la vida será insostenible. Si Trump sigue adelante con sus planes de primar el consumo de petróleo, nuestro lugar acabará convirtiéndose en un desolado Venus con altísimas temperaturas, y eso será antes de lo que estaba previsto. La única salida para la humanidad, insiste, será la colonización de otros planetas ya que la Tierra tiene sus días contados.
Hawking se manifestó desolado tras los resultados del referéndum del Brexit, porque según sus palabras dejar la Unión Europea será un desastre para la ciencia universal, ya que en el mundo actual es preciso que los expertos estén unidos tanto para colaborar en avances como también para protegerse ante peligros que afectan a toda la humanidad. Además, señaló que el Brexit será nocivo para Gran Bretaña, para estudiantes y académicos que provienen de otros países y llegan a universidades británicas, así como también será malo para los propios profesores y alumnos de su país.
Pues bien, según la visión apocalíptica de este sabio, estamos al principio de una nueva era, en la que los humanos están desarrollando la tecnología necesaria para colonizar el cosmos. En una intervención del festival Starmus, en Noruega, tres astronautas de la NASA que viajaron a la Luna coincidieron con Hawking en que ha llegado el momento de ir más allá de la órbita terrestre; el primer paso debe ser volver a enviar misiones tripuladas a la Luna y probar allí las tecnologías necesarias para viajar a destinos más lejanos. Pero el momento de mandar gente a Marte difícilmente ocurrirá antes de 50 años, y explorar otras galaxias para ser capaces de habitarlas requerirá no décadas sino que habrá que esperar siglos. El especialista en agujeros negros fundamentó su pesimismo en que “el mundo se está volviendo demasiado pequeño para nosotros; los recursos físicos se están explotando a un ritmo alarmante”. Citó la extinción masiva de especies y la deforestación como pruebas de la acción destructiva de la humanidad. Cuando hemos tenido crisis similares en el pasado –recordó–, hemos colonizado nuevos territorios. Pero ya no hay ningún Nuevo Mundo al que extendernos. Nos estamos quedando sin espacio. Ha llegado la hora de explorar otros sistemas solares.
Todo esto podrá ser normal para futuras generaciones pero a los que todavía resistimos en la Tierra nos parece algo difícil de realizar. Existe un cierto optimismo cuando leemos que hacia el 2050 ya habrá tripulaciones en Marte, porque la vida humana en aquel lugar plantea muchas exigencias. Ahora Hawking precisa que en un plazo entre 200 y 500 años se podrían realizar los primeros viajes interestelares, que serán viajes sin retornos, y que un grupo de pioneros aterrice en un planeta de otro sistema solar. Hawking explica que el hecho de que no se hayan encontrado indicios de inteligencia en otros lugares del universo indica que posiblemente esas civilizaciones florecieron pero ya se han extinguido, como podría suceder en la Tierra dentro de varias generaciones.
Según la NASA y la ONU, la CIA y el Pentágono, el futuro de la humanidad está en precario; los riesgos son numerosos: crisis alimentaria, crisis energética, incremento de la desigualdad social, desertización creciente, falta de agua, etc. La convergencia de estos factores generaría el punto cero, la gran catástrofe, el colapso de la civilización. Hay quienes opinan que, aunque ya no estemos en la guerra fría, con actitudes como las de Corea del Norte puede surgir una guerra nuclear, que generaría millones de muertos y provocaría el invierno nuclear, la contaminación del aire y del agua, las infecciones mortales. La Organización Mundial de la Salud advierte sobre nuevos virus que resisten a los antibióticos; el control y la manipulación de la tecnología puede conducirnos a disponer de robots asesinos, armas letales autónomas. La inteligencia artificial provoca otro desafío: que se sitúe al margen de las leyes morales y éticas. ¿Podría desarrollarse la inteligencia artificial al margen de todas las normas? Estos avances surgen a gran velocidad, dejando a la sociedad sin tiempo para reaccionar. Por ejemplo, podríamos preguntarnos si algún científico no estará desarrollando ya la clonación entre humanos. Y así sucesivamente, podríamos plantearnos otras graves cuestiones que cuestionan nuestro modelo de civilización.
Blog La Literatura y la Vida
Juanf
Así son las cosas Dos Luis, “Foro de Salud Mental”
año 2015 y esto sigue y sigue.
Con motivo del inicio de la gesta épica y ética del pueblo venezolano
1 Negociación, entendimiento, diálogo y acuerdos entre gobierno y oposición no se ha logrado por…
2 El régimen existe y se mantiene en el poder en función de la mentira, burla, engaño, soborno, terror
3 Esto explica cómo y porqué el régimen ridiculiza a la oposición e induce al pueblo a satanizar negociación, diálogo, transición.
4 Si se analiza con cuidado la cultura del régimen, se precisa que no hay nada que no haya destruido, como buenos psicópatas
5 Destruyeron la economía, salud, educación y el sentido común dice: ¡Tienen que destruir acuerdos y transición!
6 Algunos líderes de la oposición están atrapados en la ilusión del ego propio: Yo creo que… Yo estudié que… Yo pienso que… En Túnez, Líbano…
Maduro acorralado 4
7 Cada país es una cultura diferente, querer imponer egos propios o egos ajenos es de necios y se convierten en “pensadores chéveres”.
8 Y, si en la oposición hay mentes con diagnósticos de: ¡“Tartufos” (Moliere) o “Estultos” (Erasmo de Rotterdam)!
9 Los regímenes como el venezolano ceden y se doblegan con la fuerza y si el oponente genera mucho miedo
10 Hay varios formatos para generar fuerza y miedo: Un gran acuerdo político nacional, militares fijan posiciones, o…
11 Hoy se inicia gran oportunidad para millones de venezolanos: ¡Paro cívico y después no irse de las calles!
12 Esto tiene tanta fuerza que:!Aterroriza hasta a Satanás!, quien sale corriendo…
Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
ljuv2000@gmail.com
@LuisJUzcategui
7 de febrero 2015
Foro de Salud Mental
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Juanf
*Luís Vicente León* …
El resto del año 2017 va a ser económicamente peor que la primera mitad. No se han aplicado estrategias económicas de cambio. La confianza está en el piso. La convulsión sociopolítica deteriora el ambiente económico. La capacidad de endeudamiento es nula, la producción petrolera se contrae, las inversiones se desploman y el precio del petróleo se porta peor de lo esperado.
¿Y qué haces tú para protegerte? Comencemos por decir que no hay forma de evitar el empobrecimiento de la población. La caída del ingreso real apunta a una cifra cercana a 20%. La inflación se acercará a 1.000%. La producción de bienes se desploma, caen las importaciones y se reduce el empleo. Somos y seremos mucho más pobres.
Esto quiere decir que un primer paso lógico para las familias es ordenar y planificar la reducción de su consumo. Debemos jerarquizar los gastos y escoger cuáles podemos reducir con el menor costo posible sobre la calidad de vida. En el caso de los estratos D y E, no hay forma de evitar una reestructuración del consumo alimentario, considerando que casi 65% del presupuesto familiar se dedica a esta partida, habrá que revisar cómo reducir el gasto. Manteniendo en la medida de lo posible la carga nutricional, la idea es combinar las proteínas, carbohidratos y vegetales más económicos. Reducir el consumo de productos fritos y empacados y aumentar el consumo de agua. Los gastos de transporte deben ser racionalizados, acortando en la medida de lo posible los desplazamientos. Y, finalmente, es importante intentar generar ingresos adicionales, que incluyen actividades complementarias en quienes ya trabajan e incorporar nuevos miembros de la familia a la generación de ingresos, incluso desde el hogar.
En el estrato medio, la estrategia de ahorro es conceptualmente igual. Las holguras de consumo en este estrato son evidentemente mayores y es ahí donde debe enfocarse el ahorro. Se tienen que reducir las “indulgencias”. El menú familiar debe estar planificado y deben evitarse los consumos fuera del plan. El hogar es el mejor lugar para consumir y la búsqueda de lugares más económicos para hacer el mercado debe ser permanente. Cada bolívar de ahorro cuenta y es clave meterle este concepto a toda la familia. Prefiera, en la medida de lo posible, productos nacionales, que tendrán un mejor precio y esté dispuesto a probar nuevas opciones y empaques.
Elimine los gastos superfluos, incluso aquellos que puede pagar. El ahorro de hoy será vital mañana para adquirir productos esenciales en una economía brutalmente inflacionaria. Adelante las compras que pueda financiar y preservar en el tiempo. Todo lo que compre hoy será mucho más barato que mañana y eso incluye alimentos no perecederos. Endéudese incluso por encima de su aparente capacidad de pago.
Deje que el límite lo pongan los bancos, no usted. Cada bolívar que le presten es un regalo que le cae del cielo. Con una tasa de interés inferior a 30% y una inflación estimada de 1.000%, en un abrir y cerrar de ojos su cuota a pagar será ridícula. Sólo garantice que ese dinero del préstamo se convierta en activos fijos, monedas de reserva de valor o inventario para consumo a futuro.
No mantenga activos improductivos que se conviertan en centros de costos. Salga de todo lo que esta vacío, varado o inútil.
Y finalmente, haga todo el esfuerzo posible por incrementar sus ingresos con actividades alternativas o nuevas y trate de generar moneda extranjera. Eso podría cambiar dramáticamente su posición actual. Y esto incluye trabajo e inversiones financieras.
A los ricos no puedo recomendarles nada. Seguramente están mucho más claros que todos nosotros.
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Juanf
Don Luis, es este comentario del Cardenal Urosa, un (distinguido venezolano de familia canaria) nos deja saber sobre Venezuela y su problema actual.
GOBIERNO SUPERADO POR LA REALIDAD
El Universal, 23 de julio 2017
CARDENAL UROSA: “El no entender la gravedad del momento y que los problemas que estamos enfrentando se deben a la actitud del Gobierno”
Cardenal Urosa: “Aquí hay incapacidad del Gobierno para garantizar los alimentos, la salud del pueblo venezolano”
Caracas.- El cardenal Jorge Urosa Savino observó que el Gobierno Nacional fue superado por los problemas del país, cuya gravedad ha detonado el rechazo de la gran mayoría del pueblo venezolano que pide un cambio inmediato, dentro del marco de la negociación entre el Ejecutivo y la dirigencia de la oposición, así como de la realización de elecciones libres para escoger nuevas autoridades.“Su capacidad de gobierno ha sido superado por la realidad. El país quiere un cambio de gobierno”, aseguró. “El no entender la gravedad del momento y que los problemas que estamos enfrentando se deben a la actitud del Gobierno, es algo que va en contra de la paz del país”, agregó al ser entrevistado por el periodista Carlos Croes, en el programa Diálogo con, transmitido por Televen. (23/7/17)
Repudió que “el país está en la ruina, la gente está muriendo de hambre, en los hospitales (está) la cantidad de niños que se mueren todos los meses. Eso demuestra que (el Gobierno) no ha estado a la altura de las circunstancias”. Incluyó que los mismos sacerdotes enfrentan problemas para sacar adelante las necesidades de las parroquias.
“El Gobierno tiene la solución en sus manos”
Aseguró que el Vaticano está a la orden de retomar el diálogo entre las partes en conflicto, “cuando se den las condiciones claras y garantías seguras para que se haga una buena negociación que resuelva esta crisis política, económica y social del pueblo venezolano”.
En su opinión con la primera instancia que el Gobierno “debe dialogar es con la Asamblea Nacional (AN)”.“El camino es el respeto, la tolerancia y la búsqueda de entendimiento del Gobierno con los líderes de la oposición”, resaltó.
“El Gobierno tiene la solución en sus manos. El propiciar que se dé una solución negociada, democrática, de la gravísima crisis política que ellos mismos han creado y que van a profundizar en caso de que se instale la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)”.
Iglesia rechaza “unánimemente” la Constituyente
Sobre esta, el también Arzobispo de Caracas señaló que hay “unanimidad” entre los obispos venezolanos en rechazarla. “Desde el momento que se comenzó a escuchar esa iniciativa del presidente pensamos que no conviene en absoluto esa Constituyente porque los problemas de Venezuela son problemas de tipo económico, social y político que la Constituyente no va a resolver sino que los va a agravar”, sostiene.
No desestimó que haya sacerdotes que apoyan esta iniciativa del presidente de la República Nicolás Maduro, pero observó que son una minoría.
“Es un grupo muy pequeño de sacerdotes que está con la Constituyente porque responden a una parcialidad política. Nosotros estamos con el pueblo y la mayor parte de los venezolanos no quiere la Constituyente”, afirmó en el mismo espacio televisivo.
Sobre el incidente ocurrido el pasado domingo 16 de julio, cuando se realizó la consulta popular sobre la Constituyente, organizada por la Mesa de la Unidad Democrática, el cardenal Urosa Savino en primer lugar repudió los hechos de violencia donde resultó asesinada Xiomara Escot y luego aclaró que “la iglesia del Carmen no fue punto de votación”.
“Nosotros no propiciamos la votación en la iglesia”, enfatizó. “Fue un gravísimo error y coincidencialmente estaba yo ahí, lo cual hace más grave la situación porque se trata de un asedio en contra del cardenal y Arzobispo de Caracas (…). Los únicos culpables son ellos, los oficialistas que propiciaron ese ataque porque esos grupos armados, que atacaron y asesinaron a esa señora, eso no fue espontáneo, debió haber habido una orden de no sé quién, de alguien que maneja eso”.
Una iglesia “politizada” pero a favor del pueblo
En opinión del cardenal Urosa Savino, la Iglesia venezolana sí está metida en la política pero “porque está a favor del pueblo venezolano”.
“Nosotros estamos defendiendo los derechos del pueblo que están siendo conculcados por un Gobierno ineficiente (….). Aquí no hay ninguna soberanía alimentaria, aquí hay incapacidad del Gobierno para garantizar los alimentos, la salud del pueblo venezolano”, dijo, sin dejar a un lado el problema de la inseguridad.
Mencionó la “gravísima” escasez de alimentos, la inflación “altísima, la peor del mundo”, la escasez de medicinas, como las principales preocupaciones que tienen los habitantes de Venezuela, esto junto a “los presos políticos que en vez de disminuir han aumentado”.
Observó también que someter a los civiles a la justicia militar es una violación de sus derechos políticos y civiles.
Sumó “el irrespeto, desconocimiento y anulación de las facultades de la Asamblea Nacional”.
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Juanf
Don Luis, en mis tiempos universitarios en los EEUU a finales de los setenta, recuerdo que la profesora mandó hacer un Essay sobre computadoras y me dio oportunidad de escribir lo que consideré propio al tema y finalizaba diciendo que la computadora no llevaba ninguna fuerza sin la capacidad del ser humano que la dirigía, hoy tengo que modificar este concepto pues por las nuevas investigaciones los seres humanos serán barridos del planeta, siendo los robots los que como seres humanos estarán en el futuro de nuestro globo mandando como hoy hacen los humanos, ello demuestra que no todo esta visto, y aquí cabe aquello del Quijote, “Cosas vereis Sancho, cosas vereis.
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Juanf
Don Luis, razón tiene este buen señor cuando insiste que tenemos que salir de la tierra, aun cuando yo diría por los momentos de la tierra que fuera de Bolivar y hoy del comunismo bolivariano;
“Le pedí a los guardias que me mataran para que no me pegaran más”; por Valentina Oropeza
“El lunes me levanté con ganas de manifestar. Quería saber qué se siente. Tengo veintidós años y era la primera vez que salía a protestar. Como en los días anteriores hubo tanto gas y plomo, me fui con dos amigos para no andar solo.
Yo estaba parado cerca del puente y entonces no me fijé bien que los policías y guardias estaban montándose en las motos y que las tenían prendidas para emboscarnos. Cuando vi que ya venían, salí corriendo pero lanzaron muchas bombas lacrimógenas, una me cayó casi en toda la cara y me asfixié, no pude correr más. Cuando agarré aire y pude correr, ya los tenía encima. Entonces uno de los guardias se bajó de la moto corriendo y me emboscó tipo jugador de rugby, me emboscó violento y pegué contra el escalón de un negocio que está ahí. La costilla la pegué del maldito escalón ese.
En el piso empezaron a darme coñazo pero salvaje. Lo que hice fue taparme la cabeza. Me dieron por la espalda, las costillas, los brazos, las piernas. Me dieron con el rolo ese por todos lados. Hasta con la peinilla y con el casco también me dieron por la cara. Me daban puñetazos, patadas y me golpearon con la culata del lanzabombas, me halaron el pelo durísimo, y uno de ellos intentó meterme el dedo por el trasero. Eran como veinte guardias y también había dos PNB (Policía Nacional Bolivariana). A mis panas no los vi más.
Entonces me llevaron para donde ellos se estaban refugiando y ahí me hicieron un poco de mierdas: me taparon la cara con una camisa, me echaron gas pimienta de cerquita en la cara y me amarraron. Una maldita guardia me quitó la cadena. Como yo no la quería soltar, la maldita me pellizcó con las uñas para arrancármela. Ella me amarró las manos hacia atrás con una trenza y me apretó burda ‘e feo. Mírame las marcas, sentía que me estaba cortando.
Lo más arrecho no fueron los coñazos sino el psicoterror. Mientras me pegaban me decían: ‘te vamos a matar, mamagüevo’, ‘te vamos a violar’, ‘vamos a acabar con tu familia, maldito’, ‘¿quién te manda a meterte en esto?’. Eso mismo pensé yo: ¿quién me manda a meterme en eso? Pero es que la vaina está muy jodida. El dinero no alcanza, no hay medicinas y la calle está llena de malandros. ¿Y encima no me vas a dejar protestar?
Ya cuando estaba sentado en el piso, ellos empezaron con una mamadera de gallo. Me decían: ‘párate’. Y cuando me paraba, me daban coñazos. Me decían: ‘siéntate’. Y vuélvete a parar. Así estaban a cada ratico. En lo que agarraron a otro chamo, que empezaron a ensañarse con él, los policías se agüevonearon y ahí fue cuando me paré y salté la defensa de la autopista y me lancé para el Guaire. Rodé por un barranco ahí burda ‘e feo y caí como de una pared de dos metros, que fue cuando me escoñeté las nalgas y la mano. Cuando me golpee con el piso, se me soltaron las manos. Salí corriendo por la orilla del Guaire pero cuando vi que venía un guardia detrás mío, crucé esa mierda y empecé a subir por un barranco que está ahí.
Te juro que ni pensé en que era agua de mierda. Estaba tan desesperado que fue lo único que se me ocurrió. No llegué a meter la cabeza pero sí tuve el agua hasta el cuello. Y la corriente es durísima. Entonces salí y cuando iba subiendo el barranco ya venían los malditos esos otra vez en las motos y me dispararon a quemarropa una bomba lacrimógena. Y me volvieron a agarrar.
Me batuquearon contra el piso y me empezaron a dar coñazos otra vez. Me montaron en la moto y como no me quería dejar, los bichos me arrastraron por el piso y me daban coñazo, no joda, a cada rato. Le pedí a los guardias que me mataran para que no me pegaran más, para que no me torturaran más.
Luego a otros chamos y a mí nos trasladaron en moto: un guardia iba manejando, yo iba en el medio y otro iba atrás. Los tumbé de la moto como tres veces. Tres veces me montaron, tres veces tumbé a los malditos esos. Pero tanto dieron que terminaron llevándome. Ahí fue cuando nos empezaron a ruletear. Primero nos llevaron para el puente que conecta el Recreo con Bello Monte y después para la PTJ (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas) en Parque Carabobo. De allí nos llevaron a la Urdaneta (Fiscalía) y ahí les dijeron que no, que estábamos muy coñaciaos, que nos tenían que llevar al hospital para chequear que estuviéramos bien y que luego nos llevaran otra vez para allá.
En el hospital nos recibieron los doctores y los guardias se pusieron muy payasos y los médicos les dijeron que no nos iban a sacar más del hospital, que no nos iban a llevar presos. Ahí fue cuando llegó mi papá y empezó a lidiar con los tipos.
Los médicos no hallaban por dónde tocarme porque me dolía todo. Empezaron a quitarme la ropa y a revisarme las heridas. No sé cuánto tiempo pasó pero cuando ya estaba acostado, uno de los guardias volvió a entrar y dijo que tenía que llevarme a la Fiscalía para presentarme, que me prepararan, que me tenían que llevar.
Mi mamá luego me contó que la doctora que me atendió se le plantó al guardia y le dijo que no me podían sacar porque yo era un paciente. Me dijo que las enfermeras, otros médicos, todo el mundo se metió para que no nos sacaran del hospital. Si no, quién sabe qué hubiese pasado. Después los guardias regresaron e hicieron que mi papá firmara un papel que decía que yo estaba bien y que la guardia no me había hecho nada. No tenemos copia de ese papel, no sabemos qué pueden hacer, por eso no te puedo echar este cuento con nombre y apellido. Y habrá detalles que no puedes poner porque no sé si luego van a querer buscarnos para jodernos.
Al final no me presentaron ni en el CICPC ni en la Fiscalía. Dicen que nos querían imputar por terrorismo, que a todos los chamos que agarren en las marchas los van a condenar por terrorismo. Dicen que hay gente a la que le ponen régimen de presentación y a otra que le dan diez años de cárcel. No sé bien cómo es eso, lo que sí puedo decirte es una cosa: después de esto, ni de vaina vuelvo a salir a protestar”.
“Me enteré de que mi hijo estaba metido en este lío porque uno de sus amigos le tomó una foto cuando lo agarraron los guardias y la puso en Facebook. Yo salí en la mañana a trabajar y escuché cuando le dijo al papá que él quería salir a ‘guarimbear’ y el papá le dijo que se dejara de cosas, que se fuera a dormir o a jugar Play con sus amigos.
Resulta que mi muchacho salió a protestar y yo ni sabía. En la tarde, cuando llego del trabajo, una vecina me para en la puerta del edificio, me muestra el teléfono y me dice: ¿éste no es tu hijo? A mí se me iba a salir el corazón por la boca. Al principio tuve que verlo bien, no quise creerlo. Pero cuando vi que fue uno de sus amigos quien publicó la foto, entendí que mi muchacho estaba en problemas.
Su hermana tiene muchos contactos y empezó a buscar por aquí y por allá hasta que nos dijeron que estaba en el hospital. Le dieron golpes por todas partes. ¿Tú tienes idea de lo que nos ha costado a nosotros, a su papá y a mí, sacar adelante a ese muchacho? Para que vengan unos desgraciados a malograr lo que tu has visto crecer durante 22 años. ¿Por qué les pegan? ¿Quién les da derecho a esos tipos de pegarle a esos muchachos? ¿Qué clase de democracia es ésta en la que uno no puede protestar y quejarse? Además, nos hicieron firmar ese papel de que no le hicieron nada pero ni sabemos bien qué dice. Nos friegan la vida todos los días y ¿también tenemos que quedarnos callados? Esto ha sido una pesadilla.
Además de que le pegaron, entonces se devolvieron a buscarlo para llevárselo herido como está. ¿Para qué? ¿Qué iban a hacerle? Si no es porque la doctora que lo atendió se embragueta y se le enfrenta al guardia, se me pierde mi muchacho. Por eso fue bueno que sacaran la información por Facebook, de lo contrario lo perdemos y después no íbamos a tener a quién reclamarle.
Esta es la primera vez que él nos hace esto. Él es un muchacho muy tranquilo, uno de los pocos de su grupo que sirvió. La mayoría de los muchachitos que estudiaron con él en la escuela y el liceo se perdieron, se metieron a malandros o usan drogas. Mi muchacho no, mi muchacho sí salió adelante. ¿Tu sabes lo difícil que es tener un hijo varón tranquilo en esta época y que no se meta en problemas? A mi hijo lo salvaron los médicos y las enfermeras que no dejaron entrar a esos guardias.
En la noche lo bañé, estaba sucísimo por el agua del Guaire. ¿Tú te imaginas eso? Mi hijo metido en el Guaire. Ahora lo que me preocupa es buscarle los antibióticos para que no se le infecten esas heridas. Las doctoras me dijeron que lo limpiaron bien, pero ahora solo quiero que se quede en casa para cuidarlo”.
“Él tenía traumatismo toracoabdominal cerrado no complicado y un traumatismo craneoencefálico leve. El muchacho me comentó que tenía lesiones en el tórax y en el abdomen, en vista de que lo habían golpeado en múltiples oportunidades, lo habían pateado. Yo intenté preguntarle al guardia nacional cómo se llamaba el rolo que ellos utilizan. Él se negó a decirme el nombre pero sí me comentó que le dispararon a quemarropa en distintas oportunidades, es decir, le pegaron las bombas lacrimógenas ahí mismo. Él tenía una lesión que fue a quemarropa.
Él llegó con otros muchachos y cuando los recibimos, los guardias me dijeron: ‘no doctora, es simplemente para que ustedes los evalúen’. Cuando los vimos, inmediatamente buscamos la manera de contactar a los familiares para que se llegasen al hospital. Les comenté a los guardias que los muchachos se tenían que quedar hospitalizados. Ellos me dijeron que eso era imposible, que era nada más para evaluarlos, hacer un informe y que se los iban a llevar. Yo les dije que los muchachos tenían múltiples contusiones y que en ese caso, con pacientes con ese tipo de lesiones, los dejamos aproximadamente entre doce y veinticuatro horas, les hacemos estudios de rayos X, varios controles de hematología y posteriormente, si todo está bien, les damos de alta.
El guardia lo primero que me dijo fue que eso no se iba a poder hacer. Tuve que llamar al jefe de la guardia para comentarle esto y hablé también con el jefe de Anestesiología. Ahí fue cuando todo el hospital se dio cuenta de lo que estaba pasando y la actitud que tomaron los guardias fue bastante agresiva, ellos no querían que se les diese la atención médica, querían llevárselos así de todas formas. Se les explicó muchas veces que no podían abandonar el hospital en las condiciones en las que estaban y el argumento de ellos fue que pertenecían a una jurisdicción distinta, que los iban a llevar a un lugar cercano a su jurisdicción.
Se los iban a llevar a la fuerza pero el personal médico y el de enfermería se impuso y no se los llevaron. Simplemente nos paramos en la parte de afuera de la Emergencia. Eran cuatro guardias, de unos treinta o treinta cinco años, no eran jovencitos. Ellos estaban armados cuando llevaron a los muchachos, pero no utilizaron las armas en ningún momento. Lo que hicieron posiblemente fue llamar a sus superiores. Nos consultaron un poco y mi adjunto habló muy claro con ellos y les dijo que no se los iban a llevar. Todos los residentes se opusieron. Hablamos de hospitalizarlos por lo menos hasta que ellos se pudiesen retirar de la institución. Se alzó mucho la voz y había gente que no era ni médicos ni enfermeras, sino pacientes que estaban observando la situación y les preguntaban que si no tenían hijos o sobrinos. La respuesta de los guardias no fue buena, su actitud fue hostil.
No dijeron a dónde se los iban a llevar. No recuerdo cuánto tiempo tenían los muchachos con los guardias ya pero tengo entendido que sus familiares desconocían si ellos estaban bajo algún tipo de arresto. Nos comunicamos con las familias a escondidas de los guardias nacionales porque teníamos miedo de que se los llevaran de forma brusca. La actitud del guardia siempre fue: ‘mírelos rapidito que me los tengo que llevar’.
Ellos me pidieron un informe y yo me negué a firmar o a hacer cualquier informe médico. Les expliqué que solamente iba a firmar la historia médica. No estoy autorizada para firmar ningún tipo de informe. Claro, es verdad que existe la opción legal de que el médico sirva como perito, pero en este caso yo hice la historia para describir cómo pasaron los hechos.
Hemos recibido delincuentes que vienen con la policía, con el CICPC, y ellos permiten que se les haga toda la evaluación y se les ponga tratamiento. Pero en ningún momento la actitud es como esto, nunca había visto algo así. Esto nunca nos había pasado antes con heridos en manifestaciones.
Le pregunté a un guardia por qué los habían detenido y él me comentó que estaban siendo solicitados por terrorismo. Los muchachos estaban severamente golpeados y los guardias como si nada. Me dijeron: ‘es que ellos son unos terroristas, doctora’. Esa fue la palabra que él usó: terroristas”.
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