¿Por qué Canarias tiene el record de mociones de censura a nivel nacional? En Lanzarote y Fuerteventura, por donde circulaba el dinero de los cambios de uso del territorio, las licencias de construcción y la ocupación hotelera, hasta hace pocos años eran frecuentes estas cosas que ahora llegan a La Palma para diversión de unos y estupefacción de otros. Y eso que La Palma es una isla en baja, que pierde turismo a chorros, una isla donde los jóvenes no se quedan a vivir y los de mediana edad aspiran a trasladarse a Tenerife o Gran Canaria en cuanto hallen un resquicio.
Quizá la mayor dificultad que La Palma tiene para ponerse al día pueda radicar en que nuestros políticos carecen de tiempo para establecer y cumplir sus programas ya que desde que se celebran las elecciones aparentemente están más ocupados en organizar conciliábulos, meditar alianzas, anunciar deslealtades que enseguida conducen a la amenaza de romper compromisos, denunciar traiciones, estrategias a corto y medio plazo, golpes y contragolpes, derribos y coronaciones, etcétera.
A pocos les puede extrañar el desprestigio de la clase política a nivel nacional y, más concretamente, a nivel local. Ambiciones que se cruzan, desprestigios mutuos, espectáculo ante los votantes que han de acudir a las urnas dentro de año y medio.
Mociones de censura contradictorias y paradójicas, explicadas todas en función del "bien común". Ninguna corporación está a salvo porque lo que hoy es blanco mañana puede ser gris. El circo cotidiano está en marcha, los domadores y las fieras, los payasos y los trapecistas acostumbrados a actuar con red.
(Blog La Literatura y la Vida)
jacoma
Estimado Luis, he leido atentamente tu escrito, estando de acuerdo casi al 100% con tus comentarios, tambien desde mi poco entender debo aclarar que, tambien es claro que las decisiones políticas nos han llevado a esta singular situación en nuestra Isla, por tanto, parece lícito pensar que con otras decisiones políticas distintas, claro está, podrían sacarnos de ella. Este mundo está cambiando velozmente Luis, los diferentes gobiernos estatales, autonómicos, insulares o municipales, deberían tener como obligación adaptarse a ello, tomar decisiones nuevas y menos dedicarse a tomarnos el pelo, digamos que pidiéndonos con cierta facilidad a los ciudadanos “ paciencia “ para luego ellos hacer cuanto les pueda venir en gana, y eso simplemente no debe suceder.
La actual situación política que vivimos la sociedad con la economía, podría ser comparada con la histórica de aquellos años 30 en que tuvo su solución a través de una revolución keynesiana, superando, siquiera parcialmente, las contradicciones entre unos y otros, entre el capital y trabajo. Contamos, con un buen precedente, la historia nos demuestra que se puede salir de tal situación si se quiere en solo unos meses, parece mentira que esto pueda depender de las ganas que pongan en querer que funcione el tema Pedro.
Acordémonos cuando en 1933, Franklin D. Roosevelt llega al poder, Estados Unidos vive un absoluto desorden económico y social: 14 millones de parados y una producción industrial que ha descendido un 45% en tres años. América toca fondo. Roosevelt sucede a Herbert Hoover, conocido como, Mr. Do Nothing “señor no hacer nada”. Desde mi punto de vista, es la versión Canaria que tenemos con la dirección de CC, pues estando en el centro de una gravísima situación, parece que no tienen otra oferta que presentarnos a la ciudadanía más que pedirnos paciencia, precisamente a quienes no suelen atender, esa es la situación en casi toda La Palma.
Con este posible cambio del Gobierno Insular, esperamos lo que los americanos entonces con Roosevelt, que actuó con determinación generando una gran confianza. Sus medidas no iban dirigidas a tranquilizar, sino que iban encaminadas a un profundo cambio y actuar en aquello que se había abandonado. Las protestas de los accionistas de los bancos, de los más adinerados, fueron acuciantes. Se oponían a nuevos impuestos a las rentas altas, a un impuesto sobre el beneficio. Pero Roosevelt aguantó. Las catástrofes anunciadas por los financieros no se produjeron. Roosevelt puso en marcha muchas reformas en solo unos meses, lo que esperamos con este cambio de orientación política en El Cabildo Insular, podría ser solamente establecer que se cumplan sus programas electorales, como muy bien reflejas en tu comentario Luis. Actualmente nos parece que el Gobierno Insular están mas ocupados en organizar la gran tortilla, el San Martín o en recolocar a sus adeptos seguidores que trabajar en aras de poder atender adecuadamente las necesidades de sus semejantes, los ciudadanos de esta Isla que no tenemos un salario ni sillón como si que disponen ellos.
En La Palma, como en el resto de Canarias y España, es claro que atravesamos por un período de emergencia social, pero, nos da la sensación que los dirigentes están eligiendo primero, entre esperar a que con el agua de la lluvia fluya el dinero y nos llegue algún crecimiento por si solo, mientras tanto, ellos se contentan con pírricas medidas ( que no aplican de igual manera, con poca coherencia y menos solidarias) puedes llegar a pensar que las aplican en función de su color político o dirigidas a aquellos que por fortuna saben rezar el “Padre nuestro”, pensadas en que estos en un momento dado, les ayuden a atenuar un posible riesgo de explosión social. Segundo a reaccionar como Roosevelt y adoptar unas reformas que eviten el hundimiento y el colapso.
La gravedad de la situación en nuestra Isla, ya no permite mas dilación o a esa parte de la sociedad podría terminar devorada por los ratones. La emergencia social exige dirigentes dispuestos a cambiar algunas de las reglas del juego que funcionaron en otros tiempos mas dulces y que ahora, ha pasado a ser en la actualidad un autentico lastre económico, político y social.
En democracia nunca se puso en causa la libertad del sentimiento ciudadano. Ahora resulta que los políticos han acumulado tal poder de decisión que puedes llegar a entender que en cierto modo amenazan a la democracia, tenemos que reaccionar para mantener nuestros derechos conquistados a lo largo de todos estos años.
Por mucho que pueda desagradarle a algunos señores apoltronados, ya deberían saber que la justicia social, no es un lujo al que haya que renunciar a causa de la situación política Insular. Todo lo contrario, tienen que reconstruir y avanzar lo que se pueda y mas, debería seguir siendo hoy la prioridad, a pesar de las evidentes complicaciones económicas. Entiendo que el único medio de salir, no es destrozar con actuaciones sectarias o partidistas el estado alcanzado o desregulando lo conquistado.
Los dirigentes políticos de La Palma, tienen la obligación de adoptar medidas urgentes dirigidas a proteger a los ciudadanos del tsunami que ha provocado la actual situación financiera emprendiendo una lucha radical contra el desempleo y la precariedad.
Di me Luis, tu no crees que la primera tarea de un gobierno responsable con la actual situación socio/económica debería ser cortar la sangría de pérdida de puestos de trabajo, que está produciendo un ejército de parados y como consecuencia extendiendo el malestar social, la depresión general y el estancamiento de la economía, ¿Qué ha hecho o que está haciendo esta gente en este sentido? Una Isla de ochenta mil habitantes con un paro brutal de casi doce mil parados, cuando todos sabemos lo difícil que nos resulta encontrar un empleo estable antes de los 30 años y cuando a los 55 ya te consideran innecesarios, una espiral absurda.
Todas estas cosas Luis, son las que pueden hacer llegar pensar a cualquier mortal que, un cambio de rumbo en la Dirección Insular tiene que ser mas que bueno, decisivo. Quienes llegan con esta moción de censura presentada han leído y escuchado lo que la gente llana de la calle, por tanto, aunque no se puede entender un camino con ideas PP/PSOE, en este caso, queremos aparcamos el ideario político y confiar en la razón de las personas y llámame ¡¡ ILUSO ¡¡
Leer más
PedroLuis
Casi hemos colmado nuestro desconcierto. Lo poquito que nos falta para llenarlo, lo queremos reservar para la reflexión personal y el tratar de entender cómo personas con sensatez aparente, dicen lo que dicen, justifican lo que justifican y hacen lo que hacen.
Valoro la política, como arte o herramienta imprescindible para gobernar los pueblos y relacionarse las personas. Los partidos políticos son, a su vez, una herramienta fundamental para ejecutar la misma. Sin embargo, todo esto que sucede en Canarias, ahora más focalizado en La Palma, desconcierta y desanima a las personas, a la par que desacredita y descalifica a los partidos. El resultado puede conducir al individualismo, al egoísmo, a encriptarnos en nosotros mismos, a dar la espalda a la política, a perder la fe en los procesos electorales y terminar por querer gobernarnos solos, cada cual en su casa y el vecino en la suya.
Y eso, aunque me parece sumamente peligroso, confieso que me tienta y hasta apuesto por ello, cuando nos harta tanta burocracia, tanta demagogia, tanta mentira, tanta falacia, tanto oportunismo, tanto interesado, que encima vocifera hacerlo en nombre del pueblo y para beneficio del mismo.
La política, sin ética, sin principios, sin valores, sembrada de desconfianza y traiciones, podrá seguir siendo política, pero no consigo entenderla. Evidente, no soy político.
Leer más
Vientonorte
Lo mejor que podría hacer esta banda de impresentables es mandarse a mudar, y los que tengan algo de dignidad reincorporarse a sus trabajos, si es que alguna vez, además de conspirar, han trabajado en su vida. No tienen maldita vergüenza.
Leer más