Tenemos un problema cuya solución no es sencilla. La población envejece, la natalidad disminuye hasta el punto de que ahora mismo 49 municipios canarios del total de 88 registran más muertes que nacimientos. Los jóvenes se están marchando y solo el mantenimiento de un pequeño flujo de inmigración suramericana -con cientos de cubanos y venezolanos retornados- inmigración peninsular y también europea está impidiendo una caída importante de la población. ¿Qué políticas de fomento de la natalidad tenemos por aquí? Desde los tiempos de aquellos fugaces inventos del llamado cheque-bebé de Rodríguez Zapatero, las prácticas de protección a la familia son un cero patatero. No están lejanos los tiempos en que el Invicto repartía los premios de natalidad que, indefectiblemente, recaían en Andalucía y en Canarias. En los años sesenta del pasado siglo en los municipios del sur de Gran Canaria hubo familias con 16, 18 y 22 hijos a las que el dictador les entregaba una vivienda social.
Si a estos datos les añadimos que con el incremento de la esperanza de vida los viejos viven cada vez más años, tenemos un problema casi explosivo en la atención sanitaria. Si bien crece la demanda sanitaria, estamos exportando cada año docenas, cientos de profesionales de la sanidad a países como Inglaterra, Portugal y Marruecos. Jóvenes titulados en Enfermería han de abandonar las islas en busca de un puesto de trabajo. Además, nuestras facultades de Medicina tienen numerus clausus y, en cambio, están entrando médicos de otros países que probablemente no han tenido que someterse a tales restricciones. Hoy en día es muy frecuente comprobar que en los ambulatorios de la Seguridad Social hay un porcentaje notable de médicos cubanos y de otros lugares de América Latina, incluso los hay de Bulgaria y otros países del Este europeo. Únase a todo ello el grave recorte de presupuestos que el gobierno de la nación está realizando en este sector, con 33 millones de euros menos en los últimos tres años en materia de dependencia. También podemos analizar el informe elaborado por el Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Las Palmas sobre la situación de los servicios sociales en Canarias, que advierte de que las prestaciones públicas lejos de aumentar, se han reducido. Por si fuera poco, esta tierra soporta una de las tasas de paro más altas de Europa, con todo lo que ello conlleva. Si la mejor protección social la proporciona tener empleo, ya no solo porque se reduce el gasto, sino porque se contribuye a la caja común, carecer de un puesto de trabajo, además de dejar a las personas a la intemperie, activa una demanda de coberturas que es preciso financiar. Pero no hay dinero.
Si preocupante es la situación, más lo es que los responsables públicos no sean conscientes de lo que está pasando. O si lo son, que no pongan remedio. ¿Se mojarán los partidos políticos en las elecciones que hay previstas para este año 2015 con propuestas concretas sobre la atención sanitaria y la protección a las familias?¿O todo se seguirá aplazando a una etérea recuperación económica? El hecho de que el Gobierno presidido por Rajoy recorte las aportaciones a Canarias en materia de dependencia, teniendo en cuenta lo descrito anteriormente, no es de recibo. Como tampoco lo es que el Ejecutivo regional mantenga un sistema de políticas sociales lento e insuficiente. La crisis ha hecho crecer el número de hogares sin ingresos, ha ensanchado las desigualdades sociales y ha duplicado el número de personas pobres, la pobreza severa se acrecienta y la cifra del paro -pese a pequeños retoques a la baja- en el archipiélago sigue siendo abrumadora, impresentable.
Como ejemplo tenemos la isla de El Hierro, que oficialmente tiene casi 11.000 habitantes pero la realidad señala que los residentes se han reducido a solo 6.800, siete años de continuo descenso poblacional según recoge el informe realizado hace muy poco por la Administración General del Estado y la Guardia Civil. A pesar de todo, el archipiélago continúa siendo uno de los baluartes demográficos del país, y así lo refrendan periódicamente las cifras que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este, en su avance poblacional contabilizado sobre el primer semestre de 2014, sitúa al Archipiélago como la segunda comunidad autónoma donde más creció la población, con un total de 5.690 personas más entre el 1 de enero y el 1 de julio. Ello, a pesar de que la misma estadística del INE destaca que 7.060 personas se marcharon de Canarias por distintos motivos durante ese primer semestre de 2014. El saldo migratorio, no obstante, continúa siendo positivo, ya que 11.335 personas llegaron de otros países, la mayor parte suramericanos y comunitarios (1.501 españoles). La merma de población ha sido más notable en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, con islas en regresión económica y acusada pérdida poblacional: La Palma, El Hierro, La Gomera.
Además de estos déficits demográficos y del envejecimiento de la población, tampoco es de recibo el precio de los billetes de avión dentro de las islas y entre Canarias y la Península, pues viajar a las Islas o salir de ellas se ha convertido en un verdadero artículo de lujo. Binter y todas las demás aprovechan para sacar sangre, ir de Gran Canaria a El Hierro o de Lanzarote a La Palma es bastante más caro que desplazarse a Alemania o a Holanda. Los carburantes bajan de precio en origen y las compañías aéreas nos obsequian con alzas continuas. ¿Cómo se reflejará en los precios de los billetes la reciente privatización parcial de AENA? Como se ha comprobado en el soporífero debate de la nación, la política siempre al servicio de los ciudadanos.
Blog La Literatura y la vida (blogdeleonbarreto.blogspot.com)
arodriguez
Los precios de los billetes de avión son un escándalo, por no decir algo gordo. Nos alejan del resto del mundo y de nosotros mismos, frenan el crecimiento económico (por lo menos el sector turístico se resiente, y mucho) y nos recuerdan que la condición de insular, lejos de cualquier contexto paradisíaco, se ve condicionada por el mar como cerco castrante.
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Pintao
Sr. Cosmonauta, teniendo sin duda en consideración sus puntos de vista, hay algo de lo que con los años me he ido convenciendo, y es que hemos de arar la tierra con la yunta que tenemos, no con el tractor que soñamos con tener, pues si así lo hacemos, lo más seguro es que se queden de barbecho.
Un saludo cordial.
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cosmonauta
No creo en el destino por que el destino se lo forja uno mismo.
Tampoco creo que el verdadero progreso consista en aprovechar el clima, para que las escuelas de hostelería den clases de cómo ser un buen sirviente a miles de Españoles, y que además se sientan orgullosos de ser buenos mancebos o mesoneros que a la postre viene siendo lo mismo, pues el orden de los factores no altera el producto.
El verdadero progreso es otra cosa muy diferente. Se les puede preguntar a las pequeñas naciones que sin tener recursos naturales se han industrializado a pasos agigantados con trabajo, tesón y perseverancia. Para muestras existen muchos botones .Pienso que no existen secretos sumariales en eso, y tampoco existen razas superiores. Creo en la buena educación de los pueblos. En eso si creo de verdad, verdad.
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Pintao
Releyendo tanto el artículo como los comentarios, me di cuenta que para estar más de acuerdo con mi conciencia era necesario hacer algunas precisiones.
Zonas pobres de solemnidad y con problemas mucho "más morrocotudos" que los nuestros, vaya que si las hay, y en cantidad.
Si nos referimos a la historia de los últimos cuarenta años de Canarias, además de una zona privilegiada en clima, paz y un creciente estado de derecho, dentro del privilegiado "Mundo Occidental".
Cierto es que venimos de vivir bajo una dictadura donde no sólo escaseaban las libertades públicas, sino también el incierto futuro nos hacía heredar la maleta de emigrante y la amargura de la incertidumbre.
Muchos además si se les ocurría mostrar su discrepancia con el régimen establecido, corrían riesgos más serios. España era como un inmenso cuartel donde había que estar "a la orden", mientras El habitó entre nosotros.
Pero no podemos obviar que el desarrollo directamente ligado al turismo, hizo que el maná cayera profusamente sobre nuestra tierra. Si establecemos un estudio comparativo de nuestras macrocifras con muchos otros territorios, vemos el inmenso peso de los recursos derivados directa o indirectamente del turismo en estas últimas décadas.
Pero por desgracia y al mismo tiempo, nos vemos obligados a entonar el mea culpa por no haber tenido la habilidad y el recto proceder de multiplicar nuestros dinarios y poner la luz sobre el celemín.
Al contrario, gran parte de los que han manejado los grandes recursos, lejos de ponerlos a producir en una economía estable y diversificada con futuro, sólo guiados por la avaricia, han considerado que el fin más lucrativo siempre fue la especulación a corto plazo, y los dirigentes de la alta política lejos de establecer metas claras para conseguir tener una región rica con una ciudadanía igualitaria, generalmente han estado echando días para atrás y con mucho cuidado de no llevar la contraria a los que planifican en función de sus planes de beneficio a corto plazo. Ande yo caliente y ríase la gente.
Sabemos que el resultado ha sido que hoy casi un tercio de la población, está al borde de la pobreza, y que nuestros jóvenes deambulan entre el paro y la precariedad laboral con salarios de miseria. Pero no echemos la culpa al negro destino que tenemos los canarios, pues la verdad es que oportunidades y muchas hemos tenido para hacer con nuestros recursos una política mucho más inteligente y sostenible.
Lo que nos ha faltado ha sido luces y lo que nos ha sobrado ha sido conformismo y sentimiento colectivo para defender como pueblo nuestro futuro.
Como un buen amigo político que hace mucho abandonó la lucha desanimado me solía decir, "Canarias lo que le pasa es que es un pueblo joven, y los pueblos maduran muy poco a poco"
Si no, no se daría el caso de que muchos que se han enriquecido con la política, sus vecinos los consideran unos "tíos listos".
Empiezo a pensar que mi amigo llevaba más razón que un santo.
Por eso cuando veo a algunos próceres nacionales pedir sacrificio al pueblo llano para levantar la economía del país, lejos de la riza me entra la melancolía.
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Pintao
Gracias a pinceladas como estas, reflexionamos y nos damos cuenta que poco respeto le merecemos a gran parte de nuestras autoridades cuando acercándose la época de elecciones, los que gobiernas nos pintan un panorama de colores más falso que un judas, y gran parte de "las fuerzas alternativas", se dedican a hablar en "oraciones perifrásticas", llenas de tópicos y de lugares comunes, sin dedicarse a analizar a fondo nuestros morrocotudos problemas y tratar de sugerir posibles soluciones racionales.
Y luego las alternativas más radicales que ponen el dedo en la llaga sin titubeos, entre un cierto nivel de improvisación y un clima donde con medias verdades se les denosta por demasiado populistas, se van quedando en intentos y buenas intenciones.
Así que ta cruda realidad nos irá poco a poco despertando de nuestra ancestral modorra.
La previsión no es nuestro fuerte.
El tomar medidas a tiempo se deja para gente fría y calculadora que no sabe disfrutar de la vida.
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cosmonauta
EL MITO DEL SISIFO..POBRES Y CONDENADOS A EMIGRAR .
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En un territorio tan pequeño como es el de las islas Canarias sin industrias relevantes y un comercio limitado por razones obvias, las oportunidades de surgir económicamente hablando son harto difíciles para todos sus habitantes.
Son muy pocas las personas que logran esta meta a la que podemos considerar como una verdadera Azaña. Los empleos suelen ser vitalicios y los trabajadores soportan todo lo que se les venga encima pues saben muy bien que si pierden su trabajo, conseguir otro de las mismas características seria una tarea estéril he inútil, totalmente imposible de lograr.
Cuando hago un vuelo rasante de vez en cuando y por poco tiempo sobre el territorio de las islas, compruebo siempre esta triste he irrefutable realidad. El empleado de la farmacia sigue siendo el mismo, el empleado de la ferretería sigue siendo el mismo, y hasta las personas que vocean los diarios en las esquinas son las mismas de siempre como lo comprobé en la calle la marina de Santa Cruz de Tenerife.
Este servidor se fue de esa tierra por razones políticas hace muchísimos años y creo sin eufemismos que fue lo mejor que me pudo ocurrir. He sido un trotamundos por que mi trabajo así me lo exige y he podido comprobar de manera fehaciente que la emigración Canaria esta presente en mayor o en menor medida en todas las naciones que en suerte me han tocado visitar, eso no me da alegría alguna, si no que por el contrario me produce una enorme tristeza, resentimiento, y frustración al comprobar que no ha todos les ha ido muy bien, pues he conocido de manera accidental a varios Canarios indigentes y pordioseros en diferentes países, sobre todo en Venezuela., Lo mas probable es que sus familiares en las Islas al no tener noticias de ellos los hayan dado por muertos.
No creo en la reencarnación, ni en el mas allá, ni en alguna otra tontería similar a esa, para ser sucinto solo diré que por nada de este mundo quisiera volver ha nacer en ese territorio donde tanto se ha sufrido por razones económicas, pero sobre todo por razones políticas como fue mi caso.
Queriendo hacer un sincretismo de manera muy honesta les digo a las personas que leen este comentario que nunca he dejado de amar a mi manera a la tierra que me vio nacer una fría y lluviosa madrugada. Saludos señor Barreto.
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