Una vez más, y dado que sobre el césped estaban los representantes de las dos regiones más separatistas, fue ruidosamente pitado el himno en la final de la Copa. Hasta algunos ofrecían pitos en la entrada del estadio, para amenizar con mayor brío la ceremonia. El hecho tenía, además, unos matices especiales, pues era la primera vez que el nuevo Rey presidía la ceremonia. Rajoy el autista no ha sido capaz de mover ficha alguna para reconducir la deriva catalana que empezó, lisa y llanamente, por un asunto monetario. Mas pidió que Cataluña tenga el mismo régimen fiscal que Euskadi, es decir: recaudar y administrar sus propios impuestos, y Rajoy se negó. Después de la llamada Primera Transición, las fuerzas nacionalistas proclaman que nada está decidido y, a pesar de que tenemos la Constitución de 1978, proponen un referéndum para la independencia y además estiman que la monarquía está viciada por su origen franquista y por ello ha de someterse asimismo a un referéndum a fin de que la ciudadanía la convalide o se defina por una república.
Para apaciguar los ánimos, y viéndolas venir, el presidente del PNV se atrevió a proponer una fórmula integradora: que en la final del Camp Nou fueran interpretado el himno nacional, junto con los himnos de Cataluña y Euskadi. Ya en las Olimpiadas de Barcelona, 1992, se optó por que sonaran tanto Els Segadors como la Marcha Real, lo cual no evitó que tanto el himno español como la propia presencia del rey Juan Carlos fueran pitados ruidosamente, en una ceremonia auspiciada por las Juventudes del partido CiU, es decir, por los cachorros de Jordi Pujol.
En pocos lugares hay tanto enfrentamiento localista como aquí. Cabría preguntarse si en nuestro espíritu colectivo, en eso que llaman subconsciente o inconsciente colectivo, queda alguna herencia de aquellos Reinos de Taifas que organizaron la Península Ibérica a lo largo de los ocho siglos que duró la ocupación musulmana. Si bien España es uno de los países o naciones o Estados más antiguos de Europa, a pesar del impulso de los Reyes Católicos no es menos cierto que durante mucho tiempo no existimos como un todo, sino como esos Reinos enfrentados entre sí. Pues aquellos eran políticamente independientes y venían a sustituir al califato de Córdoba. En algunos de ellos, así el de Sevilla, surgió una gran cultura. Acaso desde entonces perviva en nuestros genes la tendencia al localismo extremo, a los pleitos regionales, a pleitos insulares, a todo tipo de enconos.
Por otro lado, la polémica sobre la pitada al himno no es la primera ni será la última, pues aquí hemos silbado el de varios países. ¿Significa esto una discrepancia, una señal de mala educación, el desprecio al contrincante en un evento deportivo de notoriedad? Habrá que sumar todos estos ingredientes, y acaso alguno más. En el Santiago Bernabéu fue pitado el himno de Turquía en 2009, asimismo en el Vicente Calderón, en octubre de 2012, cuando sonó La Marsellesa hubo una algarabía general. Más grave todavía fue lo sucedido en la Eurocopa de 2012, cuando la UEFA abrió expediente contra la federación de fútbol de España porque los aficionados españoles pitaron el himno de Italia. Entre los ultrasur aparecían banderas nazis y preconstitucionales. Y, en gestos similares, recordemos que el señor Zapatero, acaso el peor presidente de la democracia, siendo líder de la oposición se quedó sentado cuando en un desfile del Día de las Fuerzas Armadas pasaba ante la tribuna la bandera de los EE.UU.
¿Qué se puede o se debe hacer en este caso? La pitada traduce odio pero parece que aplicar la normativa y las sanciones no va a ser lo adecuado. Futbolistas como Xavi, figura del Barcelona y de la selección, dice que esto es democracia y por ello no hay que sancionar sino más bien preguntarse por la causa de los pitos. Pretender la unanimidad que se daba en los tiempos del caudillo, cuando no se movía una mosca en la final de la entonces Copa del Generalísimo, no encaja en la sociedad española de hoy, que ha de moverse por criterios de pluralidad. La libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales, en base a esa libertad de expresión altos organismos jurídicos señalaron que no es delito silbar el himno nacional, pero parece obvio que la libertad de expresión ha de tener sus límites, no todo vale. No se puede, en aras de ella, insultar o zaherir. Lo cierto es que en la gran mayoría de las naciones la gente respeta la bandera y el himno, símbolos importantes y definitorios. Pero en nuestro caso ni la bandera ni el himno tienen el aprecio de las mayorías, antes bien son cuestionados, quizá algunos añoran la bandera tricolor de la II República. Aparte de ser señal de una pésima educación ciudadana -contrastado está que somos un pueblo poco culto- algunos señalan que pitar el himno no incita a la violencia, ni al racismo, ni a la xenofobia ni a la intolerancia. ¿Son Euskadi y Cataluña territorios sometidos a la dictadura del centralismo madrileño, es la pitada una muestra de que es necesaria la salida de ambos? La pregunta de fondo es más compleja: ¿si bien la Constitución de 1978 fue votada mayoritariamente en Euskadi y Cataluña es España un Estado artificialmente cohesionado, que necesita una Segunda Transición que incida en planteamientos federalistas o acepte la salida de las dos regiones?
No existe el "patriotismo constitucional", según los tribunales. Discrepar del orden vigente es legítimo. Como sabemos, la historia de España ya no se enseña como antes en los centros escolares, pese a que la burguesía catalana siempre fue pactista el caldo de cultivo en favor de la independencia es sembrado con entusiasmo. Mas ha dicho que la irrupción de Podemos ha sido un invento del espionaje español, pues le quita votos para la independencia. Ahora los vascos están tranquilos pero mientras los catalanes no aclaren sus opciones la pelota seguirá en el tejado. Tarea de los políticos es negociar, pacificar y ordenar la convivencia general. Entretanto, el himno y la bandera quedarán en el desván; las esteladas ondearán en los balcones y, a falta de la proclamación del Estado propio, la pitada al himno seguirá siendo una juerga.
Juanf
Hoy fue la pitada al Himno Nacional, ayer según se puede leer en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra,
Año XLVII – D. O. num. 232
Domingo 7 de Octubre de 1934
Tomo IV – Pag. 51 se deja leer:
En Cataluña el Presidente de la Generalidad en olvido de todos los deberes que impone su cargo, su honor y su responsabilidad se ha permitido proclamar el Estat Catala.
Ante esta situación el Gobierno de la República ha tomado el acuerdo de proclamar el estado de guerra en todo el país.
Niceo Alcala Zamora y Torres
Y ya todos conocemos lo que pasó.
Si mi buen amigo Luis León, ya la cosa viene de atrás, persisten grupos interesados en el divorcio de las regiones españolas, sin respetar lo que dice la Constitución, aceptada por todos menos por grupos que siempre están al acecho de atracar el banco de la nación y la tranquilidad civil de los ciudadanos.
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Juanf
Amigo Luis León, nuevamente gracias por contestar aun cuando haya sido después de unas vacaciones cortas "fuera de la playa azul del ordenador"…
Le comento que voy de a poquito leyendo sus artículos y si me lo permite comentaré sobre ellos desde mi ventana
amiga.
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lleon
Disculpen los amigos, estoy en la isla de La Palma y llevaba 12 días sin entrar en internet Así que pido disculpas por no haber activado los últimos comentarios Gracias
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Juanf
Se entiende que elapuron.com mantiene una linea que no permite comentarios que pudieran afectar en sensibilidad a parte alguna en el tema que se este llevando a comentario, aun cuando si la opinión es de un forista no es necesariamente la opinión de elapuron.
Nuevamente entro en el tema con borrón y cuenta nueva de mi ultimo comentario que no se publicó y admito que aquí no pinto mas allá de escribir lo que pienso del tema, opinión que debe ir ceñida a las directrices de este periódico digital el cual me honra leer por su calidad y plumas que aquí dejan toda su sapiencia para beneficios de todos nosotros.
Los elementos interesados en que exista una división en España se confabularon para denigrar del Himno que une a los españoles, se trata, como todos sabemos, de composiciones musicales que tienen por finalidad honrar a un país en su totalidad, o sea que si lo pitan con la maldad a mi en lo que me corresponde me ofende esa mala actitud de aquellos que solo buscan la desunión y no el entendimiento progresista entre los ciudadanos españoles para que podamos vivir en democracia participativa y en paz.
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Juanf
Muy ajustado este buen comentario de Luis León, no deja de ser lo que nos comenta mas de lo mismo en nuestro territorio español, somos un pueblo que no logra equilibrio en el entendimiento, miramos solamente por lo nuestro como si egoísta fuéramos todos, andamos aun en las tinieblas del ayer donde la espada dejaba el rastro de la sangre en la calzada, triste panorama lo que deja ver nuestro país ante el extranjero que observa.
Cierto que cuando el bruto de Zapatero se quedo sentado al paso de la bandera de las barras y las estrellas, cerro todo trato con el gigante americano, perdimos la inversión de Disney World en España y para los que nos gusta el jamón la entrada en los mercados americanos, jamas fue Zapatero invitado a la Casa Blanca y si llegó por allí fue como ayudante rastrero del Francés que lo introdujo por la puerta de atrás.
Aquí queda el otro angulo del problema sobre la pitada a nuestro Himno Nacional, que es la Composición musical emblemática de una colectividad, que la identifica y que une entre sí a quienes la interpretan y de la cual se salen los que la pitan como si de un divorcio entre españoles se tratara.
https://www.youtube.com/watch?v=Ge6rgdOUZv0
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lleon
Gracias, amigos, por los comentarios. Un tema polémico, sin duda, que ustedes han sabido reflejar bien.
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tempestad
Tiene Usted tosa la razon del mundo SR iperez, hay muchas cosas por las que molestarnos mas incluso que por una pitada en un partido de futbol pero la verdad que yo que soy republicana y considero que el Rey de España no hace sino ocasionar gastos a este Paiz, no me gustaron las pitadas y considero que es una falta de respeto total a lo que tenemos actualmente. El Sr, Sanchez, dirigente el PSOE, dijo en la TV que eso esa libertad de expresion, con todos mis respetos a esta Sr. eso es mala educacion porque si usted esta jugando la copa del Rey por lo menos sea educado y sino no la juegue y deje eso para los equipos que se consideran españoles.
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idafe
Me sorprende,que jugadores como Iniesta o Pedro,no digan nada en relación con la pitada,un solo comentario en contra,sería lo normal,pero el dinero,nubla la razon y la coherencia..
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canariof
Pues no creo yo que estos silbidos sean un problema menor, en cuanto representan la posibilidad cierta de una declaración unilateral de independencia de Cataluña. Al menos eso es lo que se deduce de la hoja de ruta firmada en abril por Convergencia y Esquerra, en la que si los resultados del 27-S les dan un mayoría suficiente, declararían un estado catalán con su hacienda correspondiente. Por suerte, de este delirio ilegal y peligroso se empiezan a desmarcar socios necesarios como Unió o Podemos, que entienden que las consecuencias podrían ser catastróficas.
En épocas tan convulsas como la actual, es más necesario que nunca mantener la cordura y alejarse de posiciones exaltadas, porque hemos llegado a un punto en que la visceralidad nos podría llevar a errores irreparables.
En otro tiempo pensé que el estado federal que proponían algunos para España podría ser la solución, ahora no lo tengo tan claro, me temo que tampoco les parezca suficiente.
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Pintao
Como suele suceder, cada cada efecto tiene una causa, y acerca de lo que nos ocupa, Don Luis lo acaba de explicar con maestría, como suele.
Es evidente que España tiene cosas buenas, entre ellas, las gambas al ajillo, el bacalao al pil pil o las playas de Fuerteventura, pero aunque en menor medida también hay cosas que no nos gustan, entre ellas los pitos al hinmo o los abucheos ruidosos.
Esperemos arreglar nuestros problemas con tranquilidad y templanza, pues nunca se deben de matar ratones a cañonazos, y la normalidad, unidas al progreso y a la edcación cívica, terminan por mitigar las bajas pasiones que hacen que historicamente hayamos tratado por lo general de arreglar nuestras diferencias a garrotazos.
Menos pasión y más educación y verdad y sin duda alguna terminaremos por ser un pueblo con más fundamento, o si no tiempo al tiempo.
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