Cada vez con mayor frecuencia salta a los medios de comunicación algún crimen, alguna matanza, alguna hecatombe que nos hace reflexionar acerca de la condición humana. El siglo XX es el de Adolfo Hitler y el nazismo, el de los grandes exterminios en dos guerras mundiales, pero también es el de quienes han ejercido el desprendimiento hacia los demás, como Teresa de Calcuta. Vivimos en medio de una sociedad que tiene tendencia a manifestaciones violentas y podríamos preguntarnos si existe un gen de la maldad. No somos ni malos ni buenos por esencia pero los humanos nos comportamos, en ocasiones, con crueldad y hasta con perversidad. Las circunstancias de la muerte de la niña chino-gallega Asunta, con sus padres adoptivos sentados en el banquillo de los acusados, son ilustrativas al respecto. Las personas expertas han remarcado en el transcurso del juicio con jurado que la menor sufrió una intoxicación mediante un medicamento ingerido en dosis masivas, y que, aprovechando su estado de debilidad, fue asfixiada. Al respecto de cuándo fue tomado el medicamento, las toxicólogas no han podido precisarlo con exactitud: Asunta pudo haber consumido el ansiolítico antes o después de la última comida que compartió con sus padres, el periodista Alfonso Basterra y la abogada Rosario Porto, los únicos acusados de su trágico desenlace, pero las expertas han apuntado también que pudo ser durante la comida, hecho que condiciona, debido a la digestión, que el efecto no sea tan rápido.
Sabemos que en España y en todos los países abundan los casos de muerte de mujeres a manos de sus parejas en los cuales se advierten rasgos de premeditación y ensañamiento. En Canarias hay relativamente pocos crímenes, porque lo que más abunda es la delincuencia digamos de bajo nivel: tráfico de drogas, hurtos, robos con o sin violencia, estafas, etc. Pero más de una vez se aprecian muertes violentas cometidas con especial fiereza, por ejemplo un hombre quemado en Telde por unos jóvenes o la chica también quemada por su ex pareja el día de los Indianos en Santa Cruz de La Palma o el hombre asesinado en Fuencaliente, ya que con un machete le partieron la cabeza, le cortaron una oreja y varios dedos.
Los especialistas estiman que en cada ser humano hay un lado oscuro, pero también existe un lado predispuesto a la bondad y a hacer el bien. En nuestro interior coexisten a partes iguales la tendencia al bien y la tendencia al mal. Sobre el presunto gen de la maldad se ha escrito e investigado mucho. Es un tema interesante, que a veces se trata de manera superficial en algunas tertulias. ¿Los psicópatas tienen una composición genética especial que determina su enfermedad, y que se podría multiplicar a través del consumo de drogas o alcohol? Lo cierto es que hay numerosos estudios que se centran en el debate sobre si existe ese gen de la maldad, asunto en el que por supuesto no existe unanimidad.
Hay bastante polémica, con teorías contrapuestas. Según algunos, el instinto de la crueldad está asociado al cromosoma X que fabrica un factor denominado MAO-A. Cuando fue investigado el caso de una familia holandesa en la que 40 de sus miembros varones habían cometido crímenes se descubrió que todos tenían el citado factor MAOA-A.Según el doctor NigelBlackwood, miembro del Instituto de Psiquiatría en King College, el MAO-A no es el promotor de crimen en sí, ya que también influyen las vivencias personales de especial desarraigo,sobre todo una infancia traumática. Lo más interesante sobre la idea del MAO-A es que se pueda elaborar una terapia adecuada para estas personas en las que la genética les juega un flaco favor. Por otro lado, el doctor Kent Kiehl, neurocientífico de la Universidad de Nuevo México, descubrió que los psicópatas tienen menor densidad neuronal en la zona cerebral donde se registran las emociones.
Al contrario, otrosestiman que no existe un gen de la maldad en los humanos, pero hay circunstancias biológicas y culturales que propician la perversidad. Ya sabemos lo que puede influir haber tenido una infancia desastrosa en el futuro comportamiento de alguna persona, pero tampoco debería contemplarse como un condicionante tan poderoso como para anular la voluntad de la persona cuando llega al estado adulto. Algunos pensadores sostienen que el hombre es bueno por naturaleza, así pensaban Sócrates y Rousseau. Pero otros estimaban justo lo contrario, así el británico Hobbes señalaba que el hombre es lobo para el hombre, y también opinaba del mismo modo Maquiavelo. La teología cristiana estima que el pecado original nos introdujo la inclinación al mal, y ello debe ser borrado por el bautismo y los sacramentos. Otro debate consiste en definir si es malo el ser humano por sí mismo o lo hace malo la sociedad. El mito del "buen salvaje" asociado a los hombres primitivos antes de ser conquistados o sometidos por una sociedad más evolucionada tampoco se sostiene.
Hay un pequeño porcentaje (alrededor del 20 por ciento) de personas que actúan siempre en un modo compasivo y respetuoso de las reglas. En el otro extremo -con otra porción más pequeña, alrededor de 4 por cada cien- figuran los que sistemáticamente actúan en el orden y la conducta antisocial, incluyendo al 1 por ciento de los individuos verdaderamente peligrosos. Pero el caso más interesante sucede en tierra de nadie, donde se mueven la mayoría de los mortales, personas que actúan con bondad o maldad dependiendo de cómo sople el viento. Es decir, actúan influenciados por el comportamiento de los demás y por las circunstancias de cada momento.
Bajo determinadas situaciones, una gran mayoría de nosotros podemos causar un daño muy grande. La mayor fuente de esperanza es que también podemos ser héroes, es decir personas que, aunque se encuentren en un contexto propicio para causar daño, no lo hacen y, al contrario, son capaces de salvar a un semejante en condiciones extremas. Y puede que algún día la neurociencia pueda arrojar más luz sobre la cuestión del bien y el mal en nuestro interior.
Pintao
Ese dualismo que siempre aparece en la acción humana desde el origen de los tiempos es algo que siempre hemos tratado de comprender y explicar desde que andamos por este valle de lágrimas.
Caín y Abel, Ormuz y Arihman, Dios y Satán, etc, etc. siempre hemos tratado de representar al bien y al mal.
Recuerdo haber leído algo de Pérez Reverte hablando de este tema que lo expresaba según su experiencia personal de viejo corresponsal de guerra.
Decía el maestro Pérez Reverte que siempre que un colectivo humano era sometido a una catástrofe natural o inducida, había visto tres maneras diferentes de reaccionar, mostrando lo mejor y lo peor del género humano.
Había muchos que permanecían inmóviles como sorprendidos sin saber que hacer. Había unos pocos que se jugaban el pellejo por socorrer la desgracia ajena a su alrededor, pero siempre había unos cuantos también que permaneciendo con la cabeza fría trataba de arrimar la brasa a su sardina aprovechándose de la desgracia de los más infortunados en beneficio propio.
Algo de eso hemos visto en vivo y en directo recientemente con el drama de los refugiados de Siria.
Hasta en la misma Iglesia hemos visto dos expresiones contradictorias que por un lado nos exhorta a recibir y ayudar a todas las desdichadas familias que huyen por salvar su vida y como aconsejaba el Papa Francisco debíamos de socorrer en esta Europa nuestra, y por otro lado nos recomendaba el Cardenal de Valencia hacer las cosas con tiento y tranaquilidad, pues con la avalancha se puede confundir el trigo con la cizaña y además a la larga esto puede traernos problemas futuros con tanta gente ajena criados bajo otras doctrinas.
Esto me recuerda el peligro de contaminar a los cristianos viejos por medio de judíos y moriscos, siendo más conveniente expulsarlos a las tinieblas exteriores o el silencio cómplice que la gente de orden llevó a cabo cuando Hiltler señaló a los judíos como el origen de todos los males que aquejaban a Alemania. Ya sabemos la idea instalada históricamente de lo malos que han sido los "pérfidos judíos"
Hay que tener presente a cuantos males patrios colabora el laicismo reinante que nos trajo Zapatero y que poco a poco y solapadamente se ha ido instalando en la sociedad española, tan limpia ella hace sólo algunas décadas.
Qué tiempos aquellos tan limpios.
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PedroLuis
Caín y Abel. El bien y el mal, que parecen estar unidos a la condición humana.
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PopCorn
Todo es relativo. Tenía un vecino, hace un montón de años ya, y muy joven él para la época, que era lo mejor de lo mejor como persona, hasta que… consumía unos cocteles de anis, aspirina y un medicamento que vendían antes para el dolor, Optalidón, que se encontraba en las bodegas de barrio. Ahí es cuando se convertía en una máquina de matar. Al final tuvo que ahorcarse, pues ninguna ayuda le sirvió, ni psiquiátrica, ni religiosa y mucho menos la judicial, pues ni veinte policías lograban dominarlo.
Claro que por el otro lado de la vía existen otros tipos de malos, o más bien "malotes", que ni se drogan ni consumen alcohol, pero sólo necesitan una pequeña señal bien sea auditiva, visual o de cualquier otro tipo para poner en marcha sus más bajos instintos. En éste y otros medios digitales se autoretratan y encuentran pruebas de ello. Ni una Polaroid les tomaría una mejor foto, con el autoretrato se muestran tal como son.
Todo es relativo.
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Juanf
Jesse Woodson James adquirió notoriedad por la audacia de sus asaltos a bancos y a trenes en los EEUU
Finalmente, el 3 de abril de 1882, Jesse James fue asesinado de un tiro por la espalda a manos de Robert Ford, un miembro de su banda, quien junto a su hermano Charlie había pactado con el gobernador el cobro de la recompensa a cambio de entregar o matar al conocido forajido quien al tiempo que moría comentaba que el era un hombre bueno que no merecía morir.
Hoy Luis León Barreto posiblemente aun deprimido por haber visto de cerca a el Holocausto Judio
entre otros atropellos de la hoy convulsionada sociedad mundial, se pregunta en su articulo si nosotros los seres humanos somo malos.
Se ha estimado que se establecieron un total de 15.000 campos de exterminio y de concentración en mas de 26 países ocupados por la Alemania nazis, estos Campo de tránsito y prisión, así Campo de trabajo, siendo los peores los llamados Campos de exterminio, responsable de la muerte de cinco millones de seres humanos en manos de otros que respiraban el mismo aire del lugar y con los mismos ingredientes que todos los demás que sin razón fueron exterminados por la maldad de creerse superiores.
De triste nombre los tres mas odiados;
Auschwitz-Birkenau Mauthausen-Gusen
Treblinka
donde llegaban los trenes de la muerte a sus puertas para exterminar a su hermano.
Otro tanto sería mencionar a la Gulag rusa y sus purgas de mal recuerdo en la fría Siberia.
¿Es innata la maldad humana?
Pregunta que le llega al mirar por la ventana de este mundo medio revuelto, donde los Barrabas abundan de tal manera que existen países donde se mire a todos o casi todos como candidatos a caminar y entrar en esa innata maldad humana que nos comenta Luis León.
Aun cuando no hay que asustarse, dependiendo donde usted viva, existen lugares donde Satanás esta mas activo que en otras, en la Venezuela actual, el de la oscura cueva de Dante a logrado el máximo de resultados con sus agentes del mal, llevando mas de doscientos cincuenta mil crímenes sin compasión ni castigo alguno para los asesinos, no les a importado a esos malhechores que hayan sido, hombre, mujer o niño, el delirio enfermizo de matar, lleva a estos inhumanos a satisfacer su hambre de muertes como Dracula de sangre para beber.
Entra Luis León en preguntas para ser devueltas por los Ph.D en psiquiatría, y aun así, no siempre se puede indicar que efectivamente los seres humanos somos malos, me duele y me niego a pensarlo, pues al ver la sonrisa de un niño jamas pudiera imaginarme que cambiara su dulzura por crueldad en su vida de adulto.
¿Los psicópatas tienen una composición genética especial que determina su enfermedad, y que se podría multiplicar a través del consumo de drogas o alcohol?;
Ya en si la droga aniquila al que la toma y puede cambiar los buenos pensamientos por malos sin notarlo su yo consciente, el alcohol induce al mal pensar y puede también equivocar pensamientos buenos por malos, los discapacitados son en su mayoría buenas personas, aun cuando al tener un problema mental también existe la violencia en ellos que no les permite a veces la reflexión de lo bueno y lo malo.
Y puede que algún día la neurociencia pueda arrojar más luz sobre la cuestión del bien y el mal en nuestro interior.
Es como ir a buscar la fuente de la juventud de tan arraigo popular en los tiempos de Colon, nada es imposible de lograr, recuerdo aun cuando mi padre siendo un niño nos comentaba que escuchaba a su abuelo en Breña Baja y que (que había estado en el celebre Gold Rush de California, allá por los años del 1845 ), que les decía ; "Si alguna vez a ustedes le dicen que una vaca vuela, créanlo porque volara", al igual que la neurociencia no a podido interpretar lugar y origen de nuestro problema mental por resolver, pero créanlo llegará.
Este bien llevado amargo comentario de Luis León, va de seguro también dirigido a los llamados lugares de violencia domestica, triste muchas veces leer como abundan los problemas y en especial donde la mujer es la menos protegida, siendo el hombre el agresor que deja mala escuela para los hijos que escuchan y ven el maltrato físico o verbal por el conjugue que se siente fuerte y machista con derechos, que bien pudiera ser uno de estos que hoy aquí se comentan como mala gente, quien al igual que muchos otros pudiera llegar a matar.
Ya William Shakespeare en su Hamlet en el acto tercero nos dice;
Ser o no ser, ésa es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza?…
Nuestra débil naturaleza, aquí cabe aquello de que tire la primera piedra el que este exento de culpa. ¿Somos bueno o malos?, aun cuando sabemos que hay de todo en la viña del Señor.
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