La Fiesta de los Indianos, no cabe duda, es una gran aportación original de Santa Cruz de La Palma, que se ha ido extendiendo por el resto de la geografía canaria. Es lo que suele suceder: cuando una celebración tiene éxito siempre hay quien la copie. A fin de cuentas es lo que ocurre con nuestro carnaval, pues con sus comparsas y sus desfiles callejeros constituye una réplica en pequeño de Río de Janeiro. En la capital palmera hay gente enfadada porque los Indianos han sido copiados en la ciudad de Las Palmas, en pueblos del interior, ahora parece que también se va a hacer en El Hierro y La Gomera, también islas de mucha emigración americana.
Pues bien, es necesario añadir que desde 2004 los Indianos se celebran también en Madrid con apoyo expreso del Cabildo de La Palma. Se trata de una fiesta monumental que se celebra en el Florida Park, la emblemática sala de fiestas ubicada en el Parque del Retiro, con grupos de salsa traídos de nuestra isla. Imaginen que en el exterior estamos a 3 o 4 grados de una noche de febrero, y en el interior abundan los mojitos y la calefacción está al máximo como se suele hacer en la capital de España. Entre el ron, la música cubana, la calefacción a tope y la animación de la gente, la temperatura es muy subida en el Florida Park. En su origen esta fiesta madrileña fue pensada para dar alegría a los muchos estudiantes insulares que hay en Madrid, particularmente en las universidades privadas. Y tiene un éxito apoteósico, Rosario Valcárcel y yo somos testigos y la disfrutamos más de una vez.
A su vez, en la capital palmera hay un clima de cierto rechazo al hecho de que en la ciudad de Las Palmas se celebren también los Indianos el mismo lunes de carnaval que se celebra en Santa Cruz de La Palma. Hay que añadir que esta fiesta de la capital grancanaria ha sido promocionada desde su primera convocatoria por la Casa Palmera que existe allí. En Gran Canaria siempre ha habido emigración palmera, evidente sobre todo en el mundillo judicial. Los palmeros son opositores natos, y por ello abundan los jueces, fiscales, magistrados de distintas Salas, presidentes de la Audiencia. También en la universidad grancanaria hay estudiantes palmeros en carreras como Arquitectura y las Ingenierías. Ya en los años 80 grupos de estudiantes palmeros salían a la calle con polvos talcos, y a finales de los 80, cuando se establece en Vegueta el Hogar Palmero los Indianos desfilan por la calle Triana, al principio con poco seguimiento, pero con gran éxito a medida que se sucedían las convocatorias. Se celebra también el día de los Indianos en Tinajo, Lanzarote, y en Las Lagunetas, municipio grancanario de San Mateo, donde se conmemoró en julio del 2009 el centenario de su Fiesta de los Indianos.
Como se ve, hay múltiples convocatorias que en realidad deben enorgullecer a los habitantes de Santa Cruz de La Palma, pues si esta fiesta ha arraigado como lo ha hecho se debe a su potencia creativa, a su colorido, a su rescate de las raíces americanas, al mestizaje cultural que conforma el pueblo canario, al camino de ida y vuelta que hemos tenido con América, camino particularmente visible en La Palma, donde hay más grupos de salsa cubana y se escucha más la música mejicana que en el resto del archipiélago. Más grupos cubanos que agrupaciones dedicadas al folklore canario, ésa es la pura realidad. Y la batalla de polvos talcos, cuyo origen es difícil de precisar, tiene paralelismo en diversos lugares de Europa. Por ejemplo, en Galaxidi, Grecia se celebra también una batalla callejera de harina, que data de comienzos del siglo XIX. Muchos pueblos comparten la diversión de manera similar, aunque Santa Cruz de La Palma seguirá disfrutando sus espléndidos Indianos, los originarios.