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Niños obesos

En la Asociación Americana del Corazón, AHA, se ha realizado una investigación sobre las arterias de un grupo de 70 niños de 13 años y se llegó a la conclusión de que más de la mitad eran obesos. La sorpresa fue que las arterias del cuello de 40 de estos niños presentaban el aspecto propio de una persona de 45 años. Los vasos de los menores obesos exhibían placas de grasa atípicas para su edad que les hacen susceptibles de sufrir un infarto de miocardio o un infarto cerebral (ictus) de manera prematura, incluso al llegar a los 30 años. El hecho constata las complicaciones de salud que puede acarrear la creciente tendencia de obesidad infantil que se extiende por muchos países desarrollados, con lo cual las consecuencias cardiovasculares ya empiezan a gestarse a edades muy tempranas. La comida basura, toda la bollería, las hamburguesas, las pizzas, las ofertas en los grandes centros comerciales de croquetas y productos similares incluyen grasas muy perjudiciales para las arterias.

En Canarias la obesidad se ha extendido como una auténtica plaga en los últimos diez años, se ha perdido la dieta tradicional que incluía verduras y frutas y se ha impuesto la manera norteamericana de alimentarse. La penetración en el mercado de los grandes centros comerciales ha introducido prácticas alimentarias nefastas, que por supuesto no son exclusivas de Alcampo, Mercadona y todos los demás, ya que en cualquier supermercado de pueblo se encuentra la misma oferta. ¿No se han fijado ustedes que puede comprarse una bolsa de croquetas por un par de euros? ¿Y qué decir de las ofertas de pizzas, hamburguesas y todo tipo de comida congelada, que suele elaborarse con grasas saturadas, las más perjudiciales para las arterias?

Se está haciendo un esfuerzo por vigilar la alimentación en los centros de enseñanza pero instituciones especializadas como Icamen han constatado la tendencia creciente del riesgo vascular en la población de las islas. Con todo ello lo que está sucediendo es que incluso los niños presenten un elevado riesgo cardiovascular por tener niveles altos de colesterol LDL, el malo, y contenidos bajos del colesterol HDL, el bueno, así como elevadas concentraciones del tipo de grasas denominadas triglicéridos. La acumulación de depósitos de grasa en las paredes de las arterias puede ocasionar el estrechamiento de las mismas y entorpecer el paso de la sangre. Se propicia la formación de coágulos, que originan infartos. Hay que cambiar la dieta, introducir el ejercicio físico e incluso administrar fármacos para reducir los niveles del colesterol. En Estados Unidos se contempla el uso de estos fármacos desde los 8 años. La exposición al tabaquismo de los menores incrementa todos los riesgos.

Desde luego que las verduras y las frutas no son baratas en nuestras islas, y ello favorece el abandono de la dieta tradicional. Cómo no recordar aquellos magníficos potajes, y los desayunos de leche con gofio, y la abundancia de almendras o higos pasados en la comida que se hacía en los pueblos del archipiélago. Por ahora, Yanquilandia nos gana la partida, introduciendo productos nocivos en la mesa de los canarios, que -con esto de la crisis económica- se resisten poco a comprar la comida-basura.

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