Ingredientes y cantidades:
Modo de hacerlo:
En un molde bajo y ancho o en un cazo de 17 cm. de diámetro, que tengan tapa, ponemos el azúcar, el agua y la vainilla abierta a fuego, unos 8-10 minutos.
En un bol ponemos las yemas con dos cucharadas de agua fría, las batimos, cuando el almíbar esté la añadimos a las yemas batiendo, dejamos en el molde o en el cazo 1 decilitro del almíbar que ponemos nuevamente a fuego para hacer un caramelo, dejamos enfriar.
Una vez frio el caramelo añadimos las yemas con el almíbar coladas, tapamos y pasamos al horno precalentado a 180º al baño María unos 20-30 minutos.
Se deja enfriar y se desmolda. Se pude preparar en moldes individuales.
Este postre tiene historia, y la misma está ligada a la elaboración del vino.
Allá por el año 1.324 (ya ha llovido mucho) una monjas del Convento Espíritu Santo de Jerez de la Frontera, crearon este postre que está ligado a la elaboración del vino, ya que las claras del huevo las empleaban los bodegueros para clarificar el vino y las yemas se donaban al Convento de monjas, las cuales crearon el "Tocino de cielo ". Este nombre se debe a su aspecto y textura y a su origen religioso.
pevalqui
Ya lo dice el nombre: del cielo. Sencillamente exquisito. Aunque sea para comérselo de vez en cuando. Hace poco más de mes y medio pedí un trozo de postre. Todavía de pensarlo, tengo el gusto en la boca. Un manjar. Muchas gracias.
Hasta luego.
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Juanf
Mi buen amigo Don Pedro, no es lo que uno quiere sino lo que uno puede, ese trocito de cielo debe ser una maravilla al paladar, pero y las calorías, y ese azúcar tan abundante ya declarado enemigo del ser humano al llevarle a una posible diabetes,
nos deja pensarlo… pero aun así me inclino por probarlo, es que parece irresistible la tentación que de seguro habrá llevado a muchas de las monjas a darse un golpe de pecho y confesar su pecado ante su confesor, que le habrá impuesto dos padres nuestros como penitencia, la cual de seguro seria repetida con frecuencia por la dicha de probar el tocino de cielo.
Me apunto.
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rvalcarcel
Mi dulce preferido.
¡Si lograra aprender a prepararlo como usted! Sería muy feliz.
Gracias por compartir estas recetas tan interesantes.
Un saludo cariñoso.
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Pintao
Aunque el tocino de cielo, solo en compañía de si mismo está para chuparse los dedos, no me resisto a rendir un homenaje a un "compuesto" que recuerdo con nostalgia, de un chiringuito de la playa de Alcudia en Mallorca, allá por finales de los setenta.
A menudo íbamos a almorzar algunos compañeros de trabajo, y aún hoy, cuando a veces contactamos, comentamos con nostalgia aquellas sobremesas degustando la magnífica "copa helada de la casa", mientras debatíamos las "últimas noticias" que traía Cambio 16, acerca del consabido y tan trillado "ruido de sables", que mire Vd. por donde, se retrasó hasta el 23 F. del 81.
Tampoco era incierto que el panorama visual desde el chiringuito estuviera nada mal.
La tal copa que nos dejó tan gratos recuerdos, combinaba helado de vainilla con tocino de cielo, y todo ello perfumado con Calisay (no se si hoy todavía existe, pues ya no se le suele ver). Terminaba la operación soltándole por encima algo de almendra fileteada, (más bien poca).
De simple que era, no me explico en que residía su popularidad, pues no creo que el bueno de Don Llorenç Ferragut (el patrón), le añadiera algún filtro secreto para fidelizar a la clientela, que para eso los mallorquines se las pintan.
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