Por la blanda arena
Que lame el mar
Su pequeña huella
No vuelve más…
Escuchábamos Alfonsina y el mar una canción entrañable y tierna y contemplábamos en una pantalla unas fotografías de la poeta argentina. Así comenzó la presentación del último libro de Elsa López "Una gasa delante de mis ojos". Una presentación en la que nuestra autora, como siempre, nos cautivó.
-Un libro que es un homenaje a la poeta Alfonsina Storni, a una vida de sucesiones, de momentos duros -dijo Elsa. Un homenaje a una mujer que cuentan que se suicidó entrando en el mar, deslizándose poco a poco. Pero que yo creo añade que esa es la versión romántica, que en realidad no pudo ser así porque ella no sabía nadar. Tenía mucho miedo al mar.
Ahora bien, sí es cierto que llegó al Mar de Plata y que llegó allí por algo en concreto y que probablemente fijó su mirada en la masa azul y se arrojó de la escollera del Club argentino de Mujeres. De hecho ya lo había intentado en dos ocasiones anteriores y aquel 22 de octubre de 1938 en Buenos Aires, enferma, muy enferma y cansada, empieza a deambular y se dirige a la estación de trenes, y saca un billete solo de ida.
Elsa López recuperó documentos de Alfonsina, ordenó fotos y papeles, se carteó con su hijo, vio películas. Lloró. Y con todo ese material creó "Una gasa delante de mis ojos". Se había propuesto escribir una novela de una novela o de una sombra, como diría don Miguel de Unamuno. Una novela que es un canto a la libertad personal, al derecho a elegir y decidir un destino propio.
Nos hablaba escogiendo cuidadosamente las palabras, los detalles, acerca de la poeta, esos detalles repletos de nostalgia y de ternura que importan al lector, como cuando Alfonsina decidió tener a su único hijo, a Alejandro, en la sociedad hipócrita en que le tocó vivir y a la que le costaba entender, pero ella tenía una resistencia tenaz y no se dio por vencida. Lo resolvió, a pesar de la insistencia del macho (su pareja) de que se librara de su hijo. Sí, adoptó una aptitud de lucha y de conciencia y toma una decisión: tenerlo sola.
Alfonsina fue Premio Nacional de Argentina, ejerció como maestra y escribió sus poesías y algunas obras de teatro y durante ese periodo se propuso sobre todo a defender a la mujer. Dedicó gran parte de su vida a luchar, a defender el derecho a la educación, al trabajo, a la posibilidad de que pudieran votar, opinar. Al derecho a la maternidad, al sexo. Viajó por Europa y tuvo muy buenas relaciones con Gabriela Mistral, conoció a Delmira Agustini. La pasearon como persona importante del mundo de la literatura. Elsa hablaba despacio, emocionada y recitó algunos poemas íntimos de la argentina como: Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame/Ponme una lámpara a la cabecera; /Una constelación: la que te guste; / Todas son buenas; bájala un poquito.
La hermana de Alfonsina era una mujer hermosa. Ella era menuda, chata, simpática y locuaz pero tenía una gran curiosidad, le gustaba la interpretación, el mundo del arte, y ese aire de misterio que eso conlleva le ayudó a crearse una personalidad fuerte, a prestar atención a su cuerpo y a su atrevimiento, a rodearse de mujeres cantantes, escritoras. A convertirse en actriz. Hablaba en público y llegó a dar mítines sin que le temblara la voz. Consiguió hacerse un lugar en los círculos literarios de aquel momento, y tuvo mucho éxito entre los hombres que la escuchaban: unos con respeto y otros quizás atentos a su falda.
Elsa López hablaba con ese gesto dulce tan suyo. Movía sus manos con cierto candor, incluso se sonrojó cuando dijo: -No quiero hablar de mi libro, quiero hablar de ella, de Alfonsina Storni. Quiero que conozcan su tono. Quiero que conozcan su voz en los poemas como el retrato que ella hace de sí misma:
Tú me quieres blanca
Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.
La nueva novela de Elsa López "Una gasa delante de mis ojos" ahonda en la vida, obra, pensamiento y emociones de la escritora Alfonsina Storni Martignoni. Construye una apasionante historia, especula en el desasosiego, la angustia y el dolor que impulsaron a la escritora argentina al suicidio, cuando constató en su propio cuerpo que ya no había esperanzas para terminar con el avanzando cáncer que le habían diagnosticado.
Elsa nos descubre en esta nueva novela la confesión de la poeta, de su propia vida. Y nos revela que está escrita en primera persona para que el lector pueda comprender las razones de su alma, como si fueran dichas al oído.
Blog-rosariovalcarcel.com; www.rosariovalcarcel.com
jacarrillo
Gracias, Rosario, por este sabroso adelanto de una nivola que promete horas de provechosa, gozosa y hermosa literatura.
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lleon
Un libro sugerente, escrito con esa eficaz prosa poética de Elsa López
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