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Sexo, corazón y vida
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Héctor Rodríguez Riverol, En Gerundio que es efímero

El segundo libro de poemas de Héctor Rodríguez Riverol titulado “En Gerundio que es efímero” nos presenta una desbordada historia de amor que tiene lugar en una época oscura de su vida.

Y digo diferente y desbordada porque en esta segunda entrega vuelve a poner en marcha un artificio verbal basado en el cómo y no en el qué. Sí, porque el poeta nos sumerge en el goce de las palabras que es capaz de construir al afrontar un poema. Quizás porque como decía Scott Fitzgerald en Hermosos y malditos -se sienta a inventar no solo palabras con que vestir ideas, sino ideas dignas de ser vestidas-, y lo hace con palabras vigorosas en significado y poderío.

Se hizo un corrillo de silencio / donde habíamos creado / nuestra propia experiencia beatífica, / y evolucionamos en el subsuelo / de un aprisco ya estéril / con órganos reservantes y miserias / al poniente de un collado pendular que fue, / y es pompa inalcanzable; / tu vida es vorágine / y lo que de ella acontece es mía /

Héctor Rodríguez Riverol nació en Tazacorte, isla de La Palma. Al llegar a la adolescencia se sumió en los silencios y la inadaptación, en la búsqueda frenética de respuestas, del calor humano y de un mundo en que, se le desmoronaba los valores espirituales en que él creía y, entonces busca el calor humano en las calles y en las miserias, en los susurros. Se deja atrapar por la noche y ríe y grita entre adolescentes y, anda tan perdido que, comienza a vivir de manera intensa, prematura y veloz. Y en ese proceso de interiorización y de extravío descubre hallazgos: canciones que en ocasiones rozan lo trágico, lo melancólico e incluso lo poético tanto que me confiesa:

– La música fue mi nexo con la poesía.

Así poco a poco en esos altibajos emocionales, en cada traspié, crea su propia aventura, su propio camino particular, su universo poético y para ello trabaja con premeditación acepciones y semántica. Trabaja con delirio vocablos audaces y adivina otras emociones, otro mundo posible.

En el núcleo de su esencia, “En Gerundio que es efímero” irrumpe el amor, pero también el dolor contenido y la observación del ser humano. Una reflexión sobre el sentido poético que se repite para afirmarse o proponer sus reglas poéticas. Una constante que haya su lugar preciso en cada verso. Es algo así como si cada palabra huyera de sí misma para encontrarse en un nuevo espacio poético, en ese soplo que es el sueño que excita al poeta y al final se hace carne.

En la noche interpreto / los relieves de la escritura braille / que articula tu piel / sentado en el brocal de un pozo / rebosante de amor encastrado que fluctúa / al mezclarse con el bromo. / Tras el empellón, / el búcaro se hace trizas / contra la sólida frialdad del suelo / y el encriptado festón que lo cubre impide el tránsito / de sueños bucólicos en mi alquería.

Un poemario que sustenta una visión confidencial, que expresa el sentimiento del poeta, consiguiendo crear en el ánimo del lector una cascada de sensaciones, de las cuales importa sobre todo la emoción.

Y en ese transcurso creativo anuncia el título del libro: “En gerundio que es efímero”. Un libro editado por Jorge Liria, Begingbook y Albertine Orleans, AOC.

Un poemario que, contiene ilustraciones preciosas, en el interior en la portada y la contraportada, del artista palmero Emilio Barrionuevo. Una imagen original y evocadora sobre el propio autor del libro Héctor José Rodríguez y su pareja Leo Rodríguez.

Una propuesta en cuyo fondo se ocultan tinieblas y luces que esconden el rumor del mensaje, la personalidad de los retratados. Una fotografía en la que en ese silencio detectamos el cabello ondeante, el destello infinito de la mirada perdida. Y en el reverso del libro otra imagen de la pareja, semejante a un pierrot: Medias caras entre la luz y la incertidumbre.

Emilio es un artista de prestigio con cuatro reconocimientos internacionales y uno nacional que posee un talante atribuido antiguamente a la pintura. Un fotógrafo que recrea libremente su pasión por el arte fotográfico y lo hace con un acento especial en la belleza de las figuras, en las poses, en el decorado y hasta en los sentimientos ocultos. Un género que él sabe gozar de una forma especial entre el glamour y la intimidad, entre la fuerza y la tentación. ¡Un magnífico trabajo Emilio, todo un objeto artístico!

Gracias Emilio Barrionuevo por esta nueva propuesta fotográfica. Gracias a Héctor Rodríguez Riverol y que “En gerundio que es efímero” tenga un largo recorrido.

Y gracias también a Sofiel del Pino cantautor que amenizó la presentación con ese estilo tan suyo que va desde el rock al blues pasando por el mismo son cubano de sus raíces. Un compositor que hace de la música su hobbie, su pasión, su forma de vida, su filosofía.

En Gerundio que es efímero se presentó el pasado día 22 de mayo en Vegueta, Gran Canaria en la Orden del Cachorro Canario.

Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com

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