Cuando se avecina la entrada de José Luis Rguez, Zapatero como Presidente de turno de la Comunidad Europea, en el sector exportador de Canarias se encienden luces de alarma ante la inminente bajada de aranceles en la entrada de bananas procedentes de las multinacionales nortemaericanas que producen en Ecuador y Costa Rica, fundamentalmente. Si la bajada de las ventas en Europa en el último año registra un descenso de un 20% para el plátano de Canarias es debido a la liberalización de contingentes y supresión de tasas a la entrada de fruta de los países ACP que, por lo visto, también dependen ya de multinacionales USA. Si a ello unimos la bajada de 176 euros/tonelada de arancel a 96 € que pretende Zapatero, en comunión con grandes empresas españolas con intereses en América Latina, la situación se puede volver crítica o crónica para la pervivencia de un cultivo que nos acompaña en la Isla desde hace más de un siglo.