Asombradito constato el nulo interés que ha despertado la reciente intoxicación alimentaria sufrida por un grupo de profesores del Valle en un conocido club social y deportivo.
Lo más curioso no es la nula repercusión pública que ha tenido, sino que las cocinas de los locales de ocio de nuestra isla no pasen inspecciones sanitarias.
¿Cada cuánto se inspeccionan?, ¿qué se inspecciona?, ¿quién lo hace?, ¿lo hacen?