Historia
EL convento de Santa Clara, primer monasterio femenino de Santa Cruz de La Palma, tuvo su origen en una pequeña ermita dedicada a la "Gloriosa Santa Agueda", desde 1594 "Patrona de la Ciudad" y "Abogada de las Mieses". Un punto éste sorprendentemente desconocido por la inmensa mayoría de los ciudadanos en la actualidad. De este recuerdo tan sólo queda una estrecha callejuela con su nombre que recorre, desde el inicio de la colina donde se ubica el ex cenobio, bajando la ladera —rodeando el actual Parque Infantil con una escalinata— hasta llegar a la confluencia con la calle Baltasar Martín, en las cercanías de la plaza de San Francisco y paralela a la ermita de San José.
La congregación de las monjas claras, con la ayuda de las familias más adineradas y poderosas, fundó un convento junto a la bella ermita. Según el acta del Cabildo de 9 de junio de 1600, se dice que "se esta edificando el Convento de Monjas Claras". En la del 28 de julio de 1603 se faculta al Padre Canino para "cortar la madera de los montes que falta para acabar el convento".
Al ser suprimido el monasterio de Santa Agueda el 28 de diciembre de 1837 por las leyes de la desamortización de las clausuras, el Ayuntamiento de la capital palmera solicitó al Gobierno de Su Majestad, se le "diese el edificio para trasladar a él el Hospital y Cuna de Expósitos". Esto le fue concedido por la Real Orden de 14 de junio de 1842. Desde entonces se hallaron establecidos los dos asilos benéficos, sirviéndoles de oratorio la misma iglesia del convento. Lamentablemente este precioso recinto está cerrado durante toda la semana, tan sólo abierto para los cultos del domingo por la mañana y, excepcionalmente, para otros actos aislados, como Semana Santa (procesión del magnífico grupo escultórico de "La Piedad" y visita al "Monumento") y Función de Santa Rita…
Patronazgo
Corría la segunda mitad del siglo XVI cuando, según afirma Viera y Clavijo, ante la calamidad de los tiempos y las múltiples adversidades a las que estaban expuestas las cosechas —que no llegaban a satisfacer las necesidades de la Isla—, el Cabildo elige por suertes a la "Mártir Santa Agueda" como "Abogada de las Mieses". Se procede a aco¬meter la edificación de su ermita en la zona alta de la ciudad, en la que de inmediato comienza a venerarse su imagen traída de Sevilla. Así lo relataba Viera y Clavijo:
.. echaron suertes y salio por abogada de las mieses la santa mártir…".
Es curiosa esta advocación en La Palma, . ya que no se conoce ninguna relación suya con la agricultura y la ganadería, por lo que se presenta como un interesante caso de advo¬cación cambiada producido al azar.
En los años setenta del siglo XVI, las Actas Capitulares, conservadas en el Cabildo capitalino, dejan entrever de modo constante la escasez de trigo que padecía La Palma durante largos períodos, "comisionando aquella corporación a los distintos comer¬ciantes radicados en la Isla para que importasen granos de otras islas del Archipiélago, Madeira e incluso Flandes".
Según las crónicas del alcalde palmero Juan Bautista Lorenzo Rodríguez, en el Acta del Cabildo de la ciudad fechada el 7 de mayo de 1607 se da a conocer que la fundación del Convento de Santa Clara tuvo lugar en el mismo emplazamiento donde se hallaba la ermita de la santa, para lo que fue, lamentablemente, demolida.
Volviendo a la época de mayor auge de la festividad de la Santa Mártir siciliana, se recoge en la obra Noticias para la Historia de La Palma de aquel edil y cronista, que "el Cabildo había hecho voto y promesa de guardar su día haciendo procesión solemne a su casa", que fue edificada, según reza un acta de 1607, "con gran fervor con limosnas de los vecinos e se trajo su ymagen despaña".
En el plano de Santa Cruz de La Palma que levantó en 1590 el italiano Torriani aparece dibujada esta iglesia, denominada por él "Santa Agata, prottetora della Cittá".
Y como Patrona de la ciudad y de las mieses, continuó siendo invocada en épocas de calamidades públicas. Así, en 1747 se acordó "hacer procesiones de Inocentes según a sido costumbre", y llevar la imagen de la Santa a la Parroquia Matriz de El Salvador. Allí se le ofrecía un novenario "en atención a la pública falta de agua y estar los sembrados en términoz de perderse".
Tenían lugar solemnes procesiones en su honor, en las que acudían todos los pendones de los gremios y multitud de feligreses que rendían pleitesía a su patrona local. Erróneamente se cree que Nuestra Señora de La: Nieves es la Patrona de la Ciudad. Entre otro: muchos honores y títulos, Ella es la "Alcaldesa Honoraria y Perpetua" de la misma } "Patrona de la Isla", junto con San Migue Arcángel.
Existía la obligación de la limpieza de todas aquellas calles por las que pasaba 1a solemne procesión de Santa Águeda. Así quedaba ordenado en los distintos edictos promulgados desde el Cabildo de la Ciudad.
La importancia de la tierra para su subsistencia explica el sentido trascendente que alcanza esta Protectora de la Ciudad de Santa Cruz de La Palma. Insisto que nos encontramos ante una devoción inexplicable y absurdamente olvidada.