Vaya por delante mi deseo de que los accidentados hoy en la carretera de la cumbre no sufran más daño que el producido en sus vehículos. En este momento desconozco si hay alguno hospitalizado, así que en todo caso para todos va ese deseo de pronta recuperación tanto en lo físico como en el psíquico. Dicho lo cual, me pregunto: ¿es que la gente es incapaz de asociar lluvia con conducción prudente? Las carreteras de nuestra isla, aunque han mejorado mucho, tienen un plus de riesgo en condiciones adversas. Hoy tuve que cruzar dos veces la cumbre y me encontré con tres accidentes y luego me dijeron que hubo algún golpe más. Por favor, un poquito de cabeza.