En un lugar de la isla de cuyo nombre no quiero acordarme, jugaban en alegre sintonia palmeras y moreras que cantaban junto a casas antiguas con pajeros, aljibes y tambien una cueva con historia en una singular melodia.
La orquesta la dirigia el busto de Viera y Clavijo bajo la cruz del lugar siguendo el compas que le marcaba un petroglifo tallado en una gran roca mientras le sonreia.
Por las noches, misteriosos canticos de pardelas encantaban el lugar.
Desde la costa hasta el monte, haciendo formas y colores, serpenteaba bajo la tierra un multikilometrico tubo volcanic al que no consegui ver su final.
Un dia fui ahi con otra pesona a retirar el craneo de una cueva que habia alli, el llamo por telefono a un arqueologo para pedirle parmiso y despues le saco fotos antes de retirarlo junto a un baston de nombre raro con franjas rojas y blancas. Pero los arqueologos no me preguntaron nada ni fueron despues alli ni nada por lo que yo llegue a la conclucion de que lo que a ellos les interesaba era fotos con un baston de nombre raro con bandas rojas y blancas.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….. A los 36 años me volvi a interesar por estos temas para hacer una exposicion de fotografias.