Es curioso. Cuando viajas en avión te hacen quitar hasta los zapatos, mientras que cuando viajas en barco entras y sales a tu antojo del buque con todo lo que quieras llevar. La policía suele inspeccionar los vehículos, pero lo que van buscando mayormente viaja en maleta de mano. Por no decir, que resulta tremendamente fácil que una persona viaje con la identidad de otra o como residente sin serlo porque los controles de las navieras dejan muchísimo, pero que muchísimo que desear. Si no fuera un delito, además de un susto de muerte para los padres, cualquiera podría probar a robar un niño y traerlo al día siguiente. Es fácil.