De un tiempo a esta parte se está hablando mucho del "divorcio" existente entre los políticos y los ciudadanos, que cada vez parece más y más evidente. No obstante, culpar a los políticos de todos los males, como si fueran una suerte de agente externo que nos perjudica, no es exacto. No podemos obviar que los políticos son parte de la sociedad, y los que estén en el futuro también lo serán (no van a ser españoles del siglo XVIII, ni japoneses, ni congoleños). Cuando hablamos, por ejemplo, de corrupción, decimos que "todos los políticos son iguales", y cierto es, pero… ¿lo son de por sí o simplemente son el reflejo de la sociedad intrínsecamente corrupta sobre la que se asientan?