La sensación de abandono de la política en El Paso, con un Alcalde mustio y apagado hace que muchos nos planteemos analizar qué está pensando. Da pena ver el poco estímulo que tuvimos las que día a día trabajamos en las Fiestas del Sagrado, nuestros hijos que van al fútbol no ven interés ninguno por parte del Ayuntamiento, y por los barrios no acuden ni a ver si todavía vive gente. Por la Rosa pasan una vez al año cuando vienen a la Fiesta de Las Canales y pasan caminando con La Machanga. Pobre municipio. Sólo se salva un poco, creo yo, el concejal Antonio Ricardo del PP que parece preparado y que, aunque no tiene mucho tiempo por su trabajo, hace lo que pueda, aunque con Loly se le veía mucho má.s