Que el Servicio Canario de Saluden es malo es algo que todos los que hemos vivido algún tiempo fuera de las islas podemos probar y que los que no han salido conocen de sobra.
Sin embargo para muestra un botón: estoy en paro (sí, soy un desterrado social con estudios que no tiene trabajo y que sobrevive de cáncamos que me salen por ahi y a base de comer plátanos), voy caminando por la calle realizando uno de esos cáncamos de la economía sumergida (repartidor de publicidad) y bajando las escaleras de un portal me tuerzo un tobillo. El dolor es insoportable y no puedo caminar. Varias personas ven como me caigo y nadie ni se para ni pregunta. Estoy en el centro de Los Llanos, es miércoles por la mañana y no sé que hacer, si llamar a una ambulancia o llamar a algún familiar que me eche una mano. Opto por lo segundo para no añadir un gasto más a la maltrecha economía de los canarios.
Llego al centro del salud de Los Llanos y me dicen que los rayos no funcionan y que mejor vaya al Hospital. Abuso de la confianza y pido a mi familiar que me lleve. En escasa hora y media llega mi turno y me mueven de una sala de espera a otra. Al cabo de otra hora me toca hacer una radigrafía. Luego a esperar. Cuando llevo ya 4 horas, muerto de hambre y con el familiar esperando fuera y sin poder comunicarnos, me dicen que el traumatólogo está en Los Llanos y que no me va a poder atender. Un médico de guardia dice que cree que no se ve ninguna fractura en la radiografía y que ya me puedo ir, eso sí, antes un enfermero me hace un vendaje del tobillo que a los 5 minutos tengo que aflojar para que no se me engangrene la pierna, de lo tenso que lo deja el tío.
Como esto me pasa justo antes del último puente, el médico de cabecera me podrá atender el miércoles siguiente. Voy este miércoles. Por lo menos cuando era chico, ante esta situación y viendo que todavía me molesta mucho el tobillo, el médico de cabecera me hubiera enviado al traumatólogo para que un experto descarte que no haya ni fractura ni fisura, pero en vez de eso, el muy cabrito ni me mira el tobillo, sino que llama a un enfermero para que me saque el vendaje y lo mire él mismo. El enfermero se queda con la boca abierta, como diciendo, ¿qué se yo de ésto? Encima le pido al médico que me de la baja y me dice que como estoy en el paro no puede hacerla. ¡Chiquito ignorante! Le insisto y tengo incluso que disculparme por ocasionarle tantos problemas al tener que reclamarle un documento al que tengo derecho. De mala manera me hace la baja y me dice que vuelva en dos días para darme el alta. ¿Está loco? ¡Si todavía no puedo ni pisar y en dos días ya voy a poder bailar y trabajar!
Señores, ¿qué está pasando? ¿qué podemos hacer como ciudadanos ante estos agravios del sistema? Pagamos una cuota increíblemente alta para sostener la sanidad y, ¿es para ésto para lo que sirve? Como dice un buen amigo, "cualquier día me compro una pistola y voy a ir dando tiros por ahí" a toda esta manada de chupa-dineros que no hacen otra cosa que rascarse el ombligo y pedir más y más sin aportar nada a la sociedad.
Si algún médico o alguien relacionado con el sistema sanitario se siente ofendido por estar palabras, piensen cómo se sienten el resto de ciudadanos que hemos vivido esta situación. Señores, ¡trabajen para sacar el país adelante y no sólo para irse de viaje a Nueva Zelanda!
PD: Ni estoy en paro ni nunca lo he estado. Desde que empecé a trabajar nunca he estado de baja. Tengo una pequeña empresa y doy empleo a varias personas con un salario digno. Yo soy el familiar que esperaba en el hospital y desde aquí denuncio este tema en solidaridad con todos los usuarios que día a día reciben el amargo trato de Servicio Canario de Salud.
