Y esto es así de clarito, lo que desde mucho tiempo atrás se ha venido rumoreando en los círculos callejeros de cualquier parte respecto de los partidos políticos más destacados en España y en cada región, ahora están investigando si realmente en el Partido Popular se pagaban sobresueldos para compensar la dedicación completa al aparato de los dirigentes del partido, me gustaría saber que van a investigar, si ellos mismos lo han estado reconociendo estas prácticas, lo cierto es que en estos días ha estallado como una bomba de racimo, con unos efectos todavía muy poco valorados pero que, en un primer balance y en mi opinión, están resultando más que devastadores para el presidente del Gobierno, M. Rajoy, aunque utilizando la táctica de la tortuga con el cascaron pretendan despistarnos con el que ya es evidente. Desgraciadamente para nosotros uno de los que más veces aparece en lo publicado por el País y El Mundo entre otros diarios, es nuestro presidente, “joder, que malitos tenemos que ser para que nos haya tocado tremendo castigo”.
Aunque el líder de la oposición, Rubalcaba, ha pedido formalmente su dimisión según le asevero, por incapacidad para aclarar el escándalo del llamado caso de los sobres, lo cierto es que Rubalcaba debería tener mucho cuidado en sus peticiones, no nos podemos olvidar de las causas que el PSOE tiene pendientes con los Eres en Andalucía o el caso campeón de José Blanco por citar algunos. El reparto de los sobres a la cúpula del partido, parece ser que lo controlaba uno de los amiguitos del alma Luis Bárcenas, el tesorero del PP nombrado por Rajoy, el sistema según he podido leer en la prensa, parece que lo habría establecido el ex -presidente del partido Sr. Aznar, al menos es lo que ha asegurado El País, a quienes ha demandado el ex – presidente del Gobierno. Por otra parte, el tesorero objeto del escándalo fue nombrado por Mariano Rajoy, a quien defendió con uñas y dientes cuando paso por el proceso en el caso Gürtel, “tremenda pandemia”.
Cada vez tenemos más claro que hemos confiado nuestras vidas a dirigentes políticos corruptos, que solo velan por sus intereses que pasan el mandato dividiendo a las personas. Hemos confiado en unos avezados banqueros y empresarios, estupendos y maravillosos que cíclicamente nos arruinan y nos empobrecen progresivamente de este modo, está claro que siempre nos tendrán pillados y disponibles, mediante el miedo, para exprimirnos y extraernos hasta el último jugo que nos quede. Lo malo de toda esta película, es que parece que preferimos engañarnos viendo televisión y creernos las constantes mentiras que dan en los noticieros. Estamos convencidos que a nuestras mentes no les pasa nada por ver imágenes que repiten patrones de violencia y dolor hasta el agotamiento. Pensamos que podemos seguir confiando en nuestro sistema médico y farmacéutico, creyendo ingenuamente que van a solucionar nuestras dolencias, “guárdame un pan para el Lunes, esto diría mi pobre padre”.
Echamos en falta un relato coherente desde el principio de todo este follón, desde que el periódico El Mundo hizo públicos los primeros datos sobre numerosos dirigentes del partido, cobraban en dinero negro, en sobres que al parecer les entregaba el señor Bárcenas, quien posiblemente pensando en su futuro, lo anotaba en unas hojas escritas a mano y que publico el periódico El País. Es evidente que hemos echado de menos la ausencia de una mínima política de comunicación capaz de tener interlocución con la totalidad de los medios y de los informadores, la falta de sensibilidad para hacer una valoración real de lo que está ocurriendo en nuestro País con más de seis millones de parados y con dos millones de familias con todos sus miembros en paro, que ya no aguantamos más y que claramente estamos a punto de estallar.
Aunque no lo quiera reconocer, es notable el horror que siente nuestro presidente del Gobierno a comparecer en el Parlamento, ante los medios de comunicación o ante la opinión pública para explicarnos lo que está pasando, después de habernos prometido solemnemente que siempre daría la cara y nos diría la verdad, junto con el descubrimiento de que el protagonista de esta película de los sobresueldos, que de momento parece que tiene dos cuentitas en Suiza, una de ellas de 22 millones de euros y, uno de los mayores conflictos que haya sufrido un partido político en el poder aunque no lo quieran reconocer. Este conflicto recuerda a los que sufrió el Partido Socialista en su etapa más negra, cuando coincidieron todos los escándalos: desde el del director de la Guardia Civil, Luis Roldán, hasta el caso de los Fondos Reservados o el del gobernador del Banco de España. Pero entonces el PSOE llevaba más de una década en el poder y ahora el Partido Popular solo lleva un año, con el sistema financiero intervenido, evitando como sea el rescate de la deuda y otra es, cumpliendo fielmente las órdenes de Bruselas, de la Comisión Europea y de Angela Merkel, la canciller alemana que dicen que poca culpa tiene.
El conflicto que están viviendo el Partido Popular y su Gobierno se ha producido desgraciadamente para todos nosotros en un momento realmente complicadísimo en esta profunda crisis económica, con la crisis de la deuda, con esta crisis social, con este aumento progresivo del paro y de la marginación, crisis institucional con todos los estamentos tocados por el escándalo, crisis de modelo de Estado y como esto es poco, se nos aparece un Santo pretendiendo una secesión del territorio, “ a los españoles nos ha tocado la lotería”, esta bomba no nos podía detonar en un peor momento, con una tasa récord de paro y una austeridad sin precedentes y además, ante nuestra desesperación enfurecida por ver como casi impunemente están incendiando nuestro País con esta serie de escándalos de corrupción.
Esta presión a la que nos están sometiendo los partidos políticos con todas estas sus últimas actuaciones está alcanzando unos límites con la claridad de ser “soportables hasta antes de una ruptura poco deseable” nos están forzando o nos están obligando a que provoquemos una contestación en la que no descartaría una explosión y, lo peor, con cierta violencia, “no se crean que lo que estoy afirmando sea una exageración”.
jacoma
¿?
Leer más
Sergio
A mí no me molestaría en absoluto que los partidos pagasen un sobresuelto a sus dirigentes siempre y cuando sea dinero de ellos, procedente de sus cuotas o de donaciones legales.
Leer más
Derisa
¡Yo, voluntariamente, no alimento a estos nefastos, ya se encargan ellos solitos de chuparme la sangre!.
¡Así son los parásitos, entre ellos, las garrapatas!.
Leer más