Todo estuvo genial. Grupos de Parranderos por las calles y plazas, rondallas de los divinos y divinas, orquestas de viento en bares y comercios, bares abirtos hasta las cuatro de la mañana, karaoke en algunos e ellos. Lo único negativo fue la poca aprición de compradores a las tiendas y el cansanciode sus trabajadores, que no mereció la pena sino para los bares.