Querida Tía Nana:
Sin querer y queriendo, te has alejado de todos nosotros en el día de hoy.
Mujer emprendedora, luchadora hasta el último día, generosa, conocida por todos, argualera hasta la cepa, guerrera con todo lo suyo y con todos los suyos.
Te has ido por la puerta grande como los grandes toreros…
No quiso Díos darte el beneplácito de tener hijos, … pero si te dió una inmensidad de sobrinos, a quienes consideraste como hijos y por quien te desviviste hasta el final.
Fuiste su protectora más leal y, como tal, en vez de sobrinos fuimos todos tus hijos….; en realidad, nos cuidaste, protegiste y ..más de cuatro veces nos malcriaste…., hecho por el cual te estaremos todos eternamente agradecidos y que nunca podremos olvidar.
Quiso Dios llevarte a su seno, y allí reposarás junto con todos los tuyos: tus padres, hermanos y con tus sobrinos, Pedro y Miguel…
Un beso para todos ellos de nuestra parte… y, para ti, un….
… ¡¡HASTA SIEMPRE, TÍA NANA!!
Argual, 17 de junio de 2010.
Choni