La Independencia de las Islas Canarias

Dawkin hace uso del argumento más utilizado en contra de las tesis de los independentistas, el miedo a la teocracia corrupta de Marruecos, una monarquía cuya aviación, es verdad, en enero de 1976 comenzó a bombardear los campamentos de Amgala, Tifariti y Bir N´zaran llenos de mujeres y niños, borrando del mapa a la población saharaui. Los días 18, 20 y 23 de febrero de 1976, la misma aviación marroquí bombardeó el campamento de Um Draiga con fósforo blanco y napalm, armas prohibidas que queman la piel y llegan a deshacer la carne y los huesos. Cuando Argelia abrió sus fronteras para acoger a los refugiados saharauis, en el traslado final hacia Tindouf, la aviación marroquí siguió bombardeando las caravanas de vehículos.
La situación de Canarias como parte integrante de Marruecos por la fuerza, es más compleja o casi imposible. La población de estas Islas es de dos millones, no 70.000 que había en el Sáhara. No es población musulmana o árabe sino europea, no tiene recursos naturales, sino turismo (que no vendría a unas islas dominadas por el caos) y los intereses económicos de potencias europeas se verían amenazados. A todo ello hay que añadir que los grados de integración o separación de territorios con sus potencias colonizadoras es diverso. Malta es un país cercano a Libia de 300.000 habitantes y pertenece a la UE. Aruba es un país holandés que sólo conserva con la metrópoli lazos como el Tribunal Supremo, Defensa y Relaciones Exteriores. Otros ejemplos singulares son Groenlandia, Bermudas… Marruecos contempla primero como parte integrante de su territorio a Andalucía, algo que sí que explican en las escuelas.

No sé por qué me etiquetan. Sólo he dado datos, que creo objetivos, y las probables consecuencias que generará esta situación. Una de ellas es un casi seguro repunte de ideas de ruptura con un Estado insensible con las necesidades de este pueblo.