Votar es un derecho pero también es un deber de todo ciudadano: elegir a conciencia a sus gobernantes.
Tanto el voto nulo, el voto en blanco, como la abstención, no van a servir para nada, salvo para protestar, pero en la práctica, ninguna de las tres opciones tiene fuerza: los políticos se van a repartir los escaños sin importarles cuánta abstención, votos nulos o votos en blanco hayan existido, ya que han hecho una Ley Electoral a su medida que les permite ignorar a los ciudadanos disconformes, a su abstención y a sus votos de protesta.
Te pido que te informes de las alternativas y escojas la que te parezca mejor a ti.
Hay partidos a los que, tal vez por ser pequeños, tal vez por pensar que es tirar tu voto, no les das ni la oportunidad de leerte su programa electoral. ¿Y si tienen ideas buenas?