Ahora, una vez más, con esto de las elecciones los que no han dado un palo al agua comienzan a trabjar e inaugurar o finalizar o reparar obras con frenesí histérico. ¿Qué debemos hacer ante ello? Unos dirán que por fin hacen algo y que ojalá hubiera elecciones todos los años. Otros que sienten los políticos nos toman el pelo trabajando bien cuatro meses cada cuatro años. Pero yo me temo algo peor. Que hay obras que ya estaban todo dispuesto para ser finalizadas, o empezadas, o reparadas y, adrede, las paralizan o retrasan para luego poder inaugurarlas cuando es fecha electoral. ¿Opiniones? ¿Ejemplos?