Participación Ciudadana

Si algún cambio comienza a funcionar, que lo dudo, provendrá de las grandes urbes, que es donde se ganan o se pierden las elecciones, las huelgas e, hipotéticamente, las revoluciones. Ejemplo histórico evidente: las fuerzas monárquicas ganaron las elecciones del 14 de abril de 1931 y, sin embargo, la República fue proclamada debido a la apabullante victoria de los republicanos en las grandes ciudades. Alfonso XIII, que era malo pero no tonto, sabía que no podía agarrarse a una victoria dada por las zonas rurales, donde los garbanzos dependían de la papeleta.

En La Palma de aquella época sí que había una conciencia ciudadana mucho mayor, y las deficiencias de una administración lejana y torpe se suplían con ingenio y trabajo. Hoy, en cambio, no podemos aspirar a cambiar nada desde aquí. Ni siquiera esto, así que sugiero echarse en una silla y contemplar el día tan bonito que hace hoy.