¿Perros amenazadores? Si es delito que alguien nos amenace, ¿Hemos de permitir que se esconda tras perrazos vociferantes para amenazarnos? ¿Por qué hemos de permitir que enormes perrazos amenacen nuestros paseos con sus desaforados ladridos?.
Ya les vale… Si cuando paseamos por los caminos o la carretera, saliera un individuo/a con gritos amenazadores… como “¡te voy a atacar!”,. “¡En cuanto pueda, te morderé!” nos faltaría tiempo para ir al cuartelillo a poner la correspondiente denuncia por amenazas.
Pero si ese individuo/a se compra un perrazo para semejante tarea ¿Hemos de aguantarle? ¿Hemos de renunciar a nuestros paseos? ¿Deberíamos protegernos con aparatos ahuyentadores? ¿Con espráis de pintura? ¿Con espráis anti-cucarachas?
Ya está bien: ¿Por qué no se obliga a sus propietarios a llevar a sus perros a una escuela de buenas y educadas maneras (que es lo que se hace con los perros cuida la ONCE o la guardia civil…?
No se confundan, tengo perro, siempre he tenido perro, pero nunca se me ha ocurrido que otra persona tenga que pasar un mal rato por mi mala educación o la de mi perro (que sería responsabilidad y mala educación mía).
Tengo una vecinas que superan los 70 años y suelen juntarse cada día a caminar: ¡tienen que aguantar las impertinencias de esos perrazos y sus feroces dueños!.
Ya está bien, o mejor, “Ya está mal”.