Políticos, errores, pifias o gazapos.

"¡Viva Honduras!", dijo Federico Trillo en El Salvador delante de las tropas de ese país. ¡Manda guevos!, como diría él.

Sin embargo para mí el número uno haciendo el ridículo es Aznar, que adopta la personalidad y el acento propio del pais que visita, haciendo alarde de una empatía sin igual. Aún recuerdo su célebre "Estamos trabajando en ellooooo", con acento mexicano, o un discurso en alemán irreproducible, en el que venía a decir algo así como "Aine, froide, Wie geht es Ihnen?". También me hacía gracia cuando se juntaba con los primeros líderes mundiales George Bush y Tony Bler, y mostraba su faceta más desenfadada, creyéndose el rey del mundo con los pies apoyados sobre la mesa y contando anécdotas de sus hazañas deportivas. Ya de traca era cuando se juntaba con aquellos dos y decía todo serio "Creanme cuando les digo que en Irak hay armas de destrucción masiva". Un cachondo, vamos.