cerrar
cerrar
Registrarse
Publicidad
EL KIOSCO DE LA PLAZA
Publicidad

Queridos reyes magos

Copio y pego.

Antes que nada quiero pediros perdón por lo mal que debí de portarme durante el año 2011, ya que, inesperadamente, los pasados reyes me trajisteis carbón; un carbón en forma de Mariano Rajoy, que mirad en un año la que ha armado, o más bien desarmado: desarmado nuestro estado del bienestar.

Este año que recién termina he sido bueno, por lo menos según mi particular visión de la vida, por ello me veo en el derecho de solicitaros varios favores que contrarresten el que me hicisteis en el 2011:

En primer lugar deseo que Mariano Rajoy prometa solemnemente, y por su conciencia y honor, que este año que principiamos subirá los impuestos, congelará el sueldo de los funcionarios y las pensiones, hará las reformas necesarias para que aumente el paro, privatizará la sanidad pública, y reducirá más aún el presupuesto en educación y, principalmente, que subirá drásticamente el IVA de “los chuches”. No, no me estoy volviendo loco, pero como siempre ejecuta lo contrario de lo que promete, así nos aseguraremos de que bajará los impuestos, subirá las pensiones… De tal manera empiezan a ser las cosas, majestades, y lo malo es que da la sensación de que nos estamos acostumbrando. La mentira comienza a ser patrimonio de los políticos. ¡Qué pena, penita, pena!

También pido salud, salud para todos. Sobre todo para el Rey. Sí, es que últimamente está acaparando todos los servicios sanitarios de este país; a ver si deja un rato libre a los traumatólogos y operan de la rodilla a mi madre, que lleva ya varios meses esperando para que la intervengan. Ya sé que los dolores de mi madre no son comparables con los de tan alta e importante personalidad, pero a mí me duelen más los males de mi madre. Con esto no quiero decir que no le tenga cariño a Don Juan Carlos; aunque a veces no lo parezca, es un ser humano como todos los demás, pero mi progenitora también. En ningún momento se me ha pasado por la cabeza el imaginar que han operado tan rápido al Rey por algún privilegio especial. ¡Vamos, no soy tan mal pensado! Estamos en una democracia. Todos somos iguales.

En el ámbito local os solicito que todo siga como hasta ahora. Veinticinco años son muchos años como para estar ahora cambiando. Ya me he acostumbrado a una forma de gobernar (desde que llegué al pueblo en 1987 sigue gobernando el mismo partido), y voy alcanzando una edad en la que un cambio podría ser perjudicial para mi salud. Tengo hipertensión, y mi médico me ha recomendado tranquilidad, y qué mayor tranquilidad que lo ya conocido. Una vez cambié de crema para las manos y me salieron sarpullidos. Como dice el refrán: más vale malo conocido que no echarle jamón al cocido. O algo así, siempre me lío con los dichos.

Como verán, ilustres señores, no pido gran cosa, todas mis demandas son lógicas y coherentes.

Y esto es todo. Bueno, no. También quiero que me toque en suerte una buena primitiva. El premio que gane lo dividiré en varias partes: una de ellas la donaré a instituciones que se dediquen a labores científicas; otra a diversas ONG de apoyo al tercer mundo; otra la repartiré entre los pobres; y si queda algo lo compartiré con mi familia. Yo no necesito nada, me conformo con muy poco. Perdón majestades, pero todo se pega. Ya parezco Mariano Rajoy: haciendo promesas que no pienso cumplir. Feliz año nuevo.

Publicidad
Comentarios (2)

Leer más

Leer más

Publicidad

Últimas noticias

Publicidad

Lo último en blogs

Publicidad