Me parece lamentable que cada vez que voy al Bosque de Los Tiles en San Andrés y Sauces me encuentre conque en mitad del un paraje natural, donde anidan pájaros de varias especies, la cándidez del entorno se vea interrumpida por la música -pachanguera y lamentable- que atrona del restaurante que se encuentra en el citado bosque. Es una decepción que no se pueda disfrutar del silencio, del sonido del viento contra los árboles y el sonido de sus aves porque el restaurante se dedique a poner esa música de m****a a todo trapo. Lamentable, muy, muy lamentable. No quiero ni imaginar la decepción del turista al llegar al bosque y encontrarse con tal bochornoso espectáculo.