Al parecer las autoridades políticas y judiciales se han dado cuenta de que Internet es la tierra prometida de quienes amamos la libertad de expresión. Dos son ya los batacazos que el gigante a recibido desde las administraciones. El primero fue el del Ministerio de Cultura. Una de tantas hipocresías morales fue el detonante para que la señora Aído decidiera incluir en su Anteproyecto de Ley la posibilidad de cerrar páginas web sin autorización judicial. Como es evidente los internautas pusimos el grito en el cielo y nos paseamos frente al Ministerio de Cultura para recordarle a la Ministra que Internet es un derecho, y soterrar en las Leyes artículos inconstitucionales no puede ser lícito, al menos, en un país en democracia. El segundo golpe de remo viene ahora. Reconoce el artículo 20 de la Constitución “el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”. Como dice Juan Luis Cebrián en su artículo publicado el domingo 10 en EL PAÍS; “Internet no es solo uno de ellos, es el principal medio de difusión del mundo”. A pesar de ello, el juez de lo Penal de Madrid Ricardo Rodríguez, y su eterna pupila Pilar Joga, emitieron una sentencia plagada de retórica judicial barataria, dictando penas de cárcel para Daniel Anido y Rodolfo Irago, ambos periodistas de la Cadena SER. ¿El delito?, publicar en la página web de la SER [www.cadenaser.com], los nombres de los militantes del Partido Popular, afiliados de manera irregular para desbancar a una dirigente acólita a Ruíz-Gallardón, y “colocar” a uno de los siervos de Esperanza Aguirre. ¿El problema?, hacerlo en un medio de comunicación universal (Internet), y no en uno de comunicación social (como podría ser la Cadena SER). 35 son los folios que el señor Rodríguez ha emitido para explicar semejante memez, dando una vez mas un golpe de remo a Internet y como no podía ser de otra manera, al periodismo, a la libertad de expresión y al derecho de información.