Se me jodio el Tenis, y volví al despacho….Hice varias tareas, y, a punto de irme, veo un comentario en LA VOZ digital…
Han de recordar que muchos pseudocomunistas fueron “compañeros” de auténticos Comunistas………Antonio, El Alcalde Comunista que sucedió 4 años a A. Pablo, es un ejemplo…Y lo recuerdan como mal Alcalde porque administró y dejó el Ayuntamiento bien saneado…Quizá el mejor que hemos tenido en Democracia…Y, estos de COCA UB, lo recuerdan mal porque “ni fuegos hubo un año en San Miguel”…La realidad es que miró el presupuesto, y dijo:
¡¡¡¡Que!!!!!…..¿¿¿¿¿¡¡¡¡Esto se gasta en fuegos!!!!!!????…Pues no se compran, que la cosa esta fea….
Quedan pocos políticos íntegros como éste; fuera de la política, olvidado (aunque el lo quiere así) y con un recuerdo injusto))…….
Ellos eran y son de otra forma…..
Con su permiso, repoduzco su comentario a fin de que lo comenten:
http://www.lavozdelapalma.com/2009/11/19/%C2%BFnuevas-evidencias-de-corrupcion-en-tazacorte/#comment-10
JOSÉ ANTONIO LORENZO PÉREZ dice:
3 Diciembre 2009 en 16:57 pm
No se puede seguir gobernando un ayuntamiento como si fuera un coto privado. El desprecio al ciudadano es vergonzoso y vergonzante. ¡Qué pena! ¿Qué fue de aquel Tazacorte progresista y vanguardista? ¿Qué fue de su ideosincracia? Ahora impera el mercado persa municipal, el amiguismo, el servilismo, el terrorismo de gobierno. Ya no hay autocrítica ni criterios objetivos que valgan. Nosotros, las gentes de izquierda, que padecimos, juntos con familiares, la opresión, la represión, el abuso,…no podemos permanecer callados ante estas maneras de gobernar nuestro querido pueblo. No hay transparencia económica ni funcional ni administrativa. Estamos judicializados, no sólo algunos de sus gobernantes, sino el pueblo entero. Un pueblo de trabajadores honrados, gentes sencillas. Ahora tienen dividido a las gentes del pueblo, como en la dictadura: los buenos y los malos. Los que quieren el progreso del municipio y los que, por no permitir ilegalidades, son antibagañetes. ¡Qué desfachatez! Como exalcalde de nuestro de nuestro municipio, me siento sonrojado ante ciertas prácticas y decisiones impropias de la democracia. Nunca entenderá cómo se le puede quitar el nombre de la plaza Enrique Noguerales, alcalde, por otro. Aunque sí he de alagar el cambio de nombres franquistas por el de hijos del pueblo de reconocido mérito. Cosas buenas se han hecho, pero eso no justifica mirar para otro lado y encima aplaudir. Termino con una reflexión: ¡Ya basta!