La creencia de que Latinoamérica es profunda y reflexivamente antiestadounidense ha influido en el análisis y la cobertura de la región, convirtiéndose en la base habitual del discurso de los políticos populistas. Lo cierto es que se equivocan. Las actitudes positivas de los latinoamericanos hacia los EE.UU. tienen implicaciones inmensas en la política de los EE.UU.
“¿Por qué nos odian?”. Esta pregunta,1 en la mente de tantos ciudadanos estadounidenses durante la década que siguió a los ataques del 11 de septiembre de 2001, se hace frecuentemente con respecto a los extremistas islámicos y el mundo musulmán extendido. Entre las respuestas más comunes está que “ellos” resienten la política exterior de los EE.UU. en el Medio Oriente. Cuando se cambia el enfoque hacia América Latina, la política exterior de los EE.UU. también parece ser la razón principal del sentimiento antiestadounidense. Esto parece tener sentido. Resulta difícil encontrar otra región del mundo con agravios mayores y más antiguos por las actuaciones de Washington. La Doctrina Monroe, la diplomacia del dólar y la contención en la Guerra Fría fueron meros eufemismos de abusos imperiales cometidos contra América Latina a lo largo de dos siglos.
Sin embargo, como mostramos aquí, los ciudadanos latinoamericanos de hoy no son abrumadoramente antiestadounidenses. De hecho, los datos de las encuestas sugieren que, al hacer la correlación, resulta lo opuesto. Una clara mayoría de los encuestados en casi cada país latinoamericano tiene opiniones positivas sobre los Estados Unidos. Resulta aun más sorprendente que muchos de los países donde la intervención por parte de los EE.UU. ha sido la más frecuente y dramática (por ej., la República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá) también sean aquellos en los que las opiniones de las masas sobre los EE.UU. son las más favorables.
En realidad, la pregunta que está al principio de este artículo debería invertirse: “¿Por qué los latinoamericanos no nos odian?”.
¿Qué representan estos hallazgos desconcertantes? El interés económico es una de las claves.
Los datos de las encuestas indican que mientras mayores son los lazos económicos entre un país latinoamericano y los EE.UU. —bien sea relacionados con el comercio, la ayuda, la migración, las remesas de dinero o las inversiones— más favorables son las opiniones de sus ciudadanos con respecto al Coloso del Norte. Esto explica por qué los países centroamericanos y del Caribe, a pesar de haber sido más victimizados a lo largo de su historia, son los más proestadounidenses. Dicho de otra forma: a los latinoamericanos les gustan los EE.UU. debido a que tienen lazos económicos más fuertes con su vecino del norte, en comparación con el resto del mundo.
Asumen el sentimiento antiestadounidense…
Usted no se lo imaginaría, a juzgar por la retórica preferida por algunos de los líderes políticos e intelectuales de la región. Según ciertas élites y varios eruditos latinoamericanos, diversos eventos históricos que van desde la anexión de la mitad del territorio de México (1848) hasta la destitución de líderes electos democráticamente (Guatemala en 1954), han intensificado un profundo resentimiento hacia los Estados Unidos en la región. Los líderes de la nueva izquierda latinoamericana les han seguido los pasos de cerca. Entre sus muchas declaraciones pintorescas, Hugo Chávez dijo que “en toda la historia, nunca ha existido un gobierno más terrorista que el del imperio de los EE.UU.”.2 Cuando Nicaragua y otros 32 países crearon la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2011, el líder nicaragüense Daniel Ortega alardeó que la creación del grupo equivalía a la “sentencia a muerte de la Doctrina Monroe”.3
Muchos estudiosos piensan que el sentimiento antiestadounidense también está enraizado en los ciudadanos latinoamericanos comunes. “Los pueblos latinoamericanos son distintos, pero hay pocas cosas que los unen más que su resentimiento compartido hacia la trayectoria continua de arbitrariedades de los EE.UU. en toda la región”,4 según George Yúdice. Otro experto destacado, Alan McPherson, piensa que mientras más significativa y frecuente fue la intervención por parte de los EE.UU., “más generalizado, profundo y visceral se volvió el sentimiento antiestadounidense”.5 Este resentimiento continúa hoy en día, agrega McPherson, debido a que “la sedimentación generacional de los agravios forjó las memorias históricas y las mitologías nacionales”.6 Julia Swieg observa un “reflejo antiestadounidense instintivo”7 en la región, y Michael Radu describe el sentimiento antiestadounidense como una “disposición enraizada profundamente”.
En términos generales, la historia es simple y convincente: los latinoamericanos nos odian, y este resentimiento es bien merecido. El problema, sin embargo, es que esta historia es categóricamente falsa.
Amigo PopCorn tienes razón al decir que si compras a 1250.- tendrás que pagar un millón doscientos cincuenta mil bolívares, que vergüenza de gobernantes, destrozaron toda una economía y aun siguen raspando la olla
vendiendo los dolares a sus camaradas a Bs 12.50 por dolar y luego ya se sabe a cuantos.
Mi querido amigo PopCorn figurate que de madrugada me llegó a la "cabeza" que no era posible comprar mil dolares con doce mil bolívares, si el dolar estaba a 1250, y por supuesto me fui al Blog de cocina y deje mi excusa de equivocarme en semejante ganga como es conseguir mil dolares con doce mil bolívares, se requieren mas de ciento veinte mil bolívares para llegar a esa cifra.
Fijate PopCorn que aun no he leído tu crónica y se que no se puede hacer matemáticas simples de cabeza a la hora de dormir…
Que tiempos aquellos que yo conseguía mil dolares con tres trescientos bolívares.
Y de esto se han nutrido en Cuba por decenios y lo exportaron acá… Dios! pena ajena da tener que compartir semejante ridiculez, pero es lo que hay. Por todas las calles se ve una cantidad enorme de santeros vestidos de blanco que lo que da es asco y grima. Y así nos va.
Y por cierto, de indecente nada. Indecentes son los que aúpan y dan loas a asesinos como el ché, fidel y compañia, además de todos los que llevan y llevaron sobre sus hombros los miles en unos casos, y en millones en otros, de muertos que se opusieron a sus marramucias. EEUU acá en su época llenó el país, siendo éste muy poco poblado, de empresas que nos ofrecían trabajo bien remunerado y calidad de productos y servicios que nos hacían la vida muy pero muy cómoda. Y el petróleo que se "llevaban" lo pagaban de contado, no como ahora, que se envía a China a un precio muy por debajo de su valor en el mercado, y a cambio recibimos productos que si acaso funcionan par de meses. O a Cuba, que lo refina y vende los productos a precios internacionales cuando no lo revende en altamar.
Colombia pasó de ser un productor menor de petróleo, a un crecimiento sostenido en el área luego que contrataron a una buena cantidad de profesionales en la materia después de haber sido estos echados por el intergaláctico líder de los agujeros negros interestelares de una manera humillante, y haber sacado con gas del bueno y a la fuerza, en la madrugada, a ancianos y niños de las viviendas que tenían asignadas, para meter ahí una cuerda de mamarrachos malnacidos que lo que han hecho es llevar a la industria a su mínima expresión. Con decir que he cambiado mis playas preferidas por otras para no tener que pasar por la refinería de El Palito, antes una de las más seguras y productivas después de una buena ampliación que se le hizo a finales de los setenta, y en la que tuve participación, por el miedo que da pasar por ahí, dado el deterioro que se observa, no vaya a ser que de el reventón cuando uno vaya pasando por ahí.
Disculpe usted estimado JuanF, pero para comprar mil dólares hace falta un poco más de dinero. Nada más que un millón doscientos cincuenta mil devaluados bolívares. Recuerdo que cuando cuando comencé a trabajar, ganaba un poco más de cuatro mil bolívares al mes, y me alcanzaba para comprar esos mismos dólares, nada más que yendo a cualquier banco y llenando una simple planilla, y sin contestar ningún tipo de pregunta. Ahora los enchufados de turno son los que tienen acceso a ellos.
Lamento que la visita de Obama a Cuba no sea del agrado de los comunistoides trasnochados; con que lo sea de los miles y miles de cubanos cansados de pasar miserias a cuenta de un invento que a la final no se supo para qué fue que sirvió es más que suficiente. Cuando el mamarracho que nos desgobierna fue a recibir la chapita de latón en agradecimiento por los favores recibidos el único que lo recibió fue el vicepresidente, que con la cara de vividor que se gasta lo dijo todo.
Pongo sólo las primeras estrofas de un poema de Ruben Darío, en la espera de que se cumpla el resto, para ir saliendo de esta calamidad que padecemos de una buena vez:
Bien vengas, mágica Águila de alas enormes y fuertes,
a extender sobre el Sur tu gran sombra continental,
a traer en tus garras, anilladas de rojos brillantes,
una palma de gloria, de color de la inmensa esperanza,
y en tu pico la oliva de una vasta y fecunda paz.
Bien vengas, oh mágica Águila, que amara tanto Walt Whitman,
quien hubiera cantado en esta olímpica jira,
Águila que has llevado tu noble y magnifico símbolo
desde el trono de Júpiter, hasta el gran continente del Norte.
Ciertamente, has estado en las rudas conquistas del orbe.
Ciertamente, has tenido que llevar los antiguos rayos.
Si tus alas abiertas la visión de la paz perpetúan
en tu pico y las uñas esta la necesaria guerra.
Precisión de la fuerza! Majestad adquirida del trueno!
Necesidad de abrirle al gran vientre fecundo a la tierra
para que en ella brote la concreción de oro de la espiga,
y tenga el hombre el pan con que mueve su sangre.
Saludos estimado JuanF, y disculpe usted la corrección anterior.
Javier Couso en el Parlamento Europeo con la mujer de Ledezma en el auditorio.
Después de esta intervención recibió amenazas de muerte.
La palabra gringo la usaban los soldados españoles cuando los Estados Unidos invadieron la Martinica. Los soldados de gUSAnolandia iban cantando "Green Grows" Colinas verdes, una antigua canción celta.
¿Conocen la doctrina Monroe?
"La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», fue elaborada por John Quincy Adams y atribuida a James Monroe en el año 1823. "
America para los americanos es decir, América para los Estados Unidos. Y luego Iraq, luego Libia, luego Siria ¿y después?.
Aquellos que quieran ser vasallos y lacayos, que prefieran la servidumbre a la libertad…bueno, no son gente decente.
En los primeros tiempos de la emigración existían en el Estado Anzoategui de Venezuela miles de gringos ( Green go home, decían los mejicanos desde la otra orilla del Rio Grande a los del norte vestidos de verde), esto llevo a la palabra Gringos go home.
Alli en Venezuela comenzaba a funcionar la maquina americana sacando petroleo, cierto que era barato pero tambien era barata la vida, hoy un dolar se cotiza 1,250 bolivares en el mercado, o sea que para comprar mil dolares se requiern doce mil quinientos bolivares, en esos tiempos donde habitan gringos en la zona petrolera, se podia comprar mil dolares por tres mil trescientos bolivares, con esta comparacion uno se pregunta, es que los gringos lo hacian mejor, y los gobernantes venezolanos eran mas honestos, luego ya todos sabemos que paso, llego una democracia que funciono mal que bien dejando buen rollo en la población, no existían desajustes que "entusiasmaran" a los ciudadanos a huir como si mikymouse fueran con el hundimiento del barco, cosa que si sucedió después de la llegada del difunto hoy podrido quien le vendió el alma al diablo y el país a los cubanos, han pasado diecisiete años donde el diablo mandando en Miraflores se a cargado a mas de doscientos mil venezolanos, estos muertos por armas de fuego y cuchillo ante el beneplácito de un Satanás sonriente como es Nicolás.
Gringos please come home, we need you, forget Cuba, this is a better nation.
Juanf
La creencia de que Latinoamérica es profunda y reflexivamente antiestadounidense ha influido en el análisis y la cobertura de la región, convirtiéndose en la base habitual del discurso de los políticos populistas. Lo cierto es que se equivocan. Las actitudes positivas de los latinoamericanos hacia los EE.UU. tienen implicaciones inmensas en la política de los EE.UU.
“¿Por qué nos odian?”. Esta pregunta,1 en la mente de tantos ciudadanos estadounidenses durante la década que siguió a los ataques del 11 de septiembre de 2001, se hace frecuentemente con respecto a los extremistas islámicos y el mundo musulmán extendido. Entre las respuestas más comunes está que “ellos” resienten la política exterior de los EE.UU. en el Medio Oriente. Cuando se cambia el enfoque hacia América Latina, la política exterior de los EE.UU. también parece ser la razón principal del sentimiento antiestadounidense. Esto parece tener sentido. Resulta difícil encontrar otra región del mundo con agravios mayores y más antiguos por las actuaciones de Washington. La Doctrina Monroe, la diplomacia del dólar y la contención en la Guerra Fría fueron meros eufemismos de abusos imperiales cometidos contra América Latina a lo largo de dos siglos.
Sin embargo, como mostramos aquí, los ciudadanos latinoamericanos de hoy no son abrumadoramente antiestadounidenses. De hecho, los datos de las encuestas sugieren que, al hacer la correlación, resulta lo opuesto. Una clara mayoría de los encuestados en casi cada país latinoamericano tiene opiniones positivas sobre los Estados Unidos. Resulta aun más sorprendente que muchos de los países donde la intervención por parte de los EE.UU. ha sido la más frecuente y dramática (por ej., la República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá) también sean aquellos en los que las opiniones de las masas sobre los EE.UU. son las más favorables.
En realidad, la pregunta que está al principio de este artículo debería invertirse: “¿Por qué los latinoamericanos no nos odian?”.
¿Qué representan estos hallazgos desconcertantes? El interés económico es una de las claves.
Los datos de las encuestas indican que mientras mayores son los lazos económicos entre un país latinoamericano y los EE.UU. —bien sea relacionados con el comercio, la ayuda, la migración, las remesas de dinero o las inversiones— más favorables son las opiniones de sus ciudadanos con respecto al Coloso del Norte. Esto explica por qué los países centroamericanos y del Caribe, a pesar de haber sido más victimizados a lo largo de su historia, son los más proestadounidenses. Dicho de otra forma: a los latinoamericanos les gustan los EE.UU. debido a que tienen lazos económicos más fuertes con su vecino del norte, en comparación con el resto del mundo.
Asumen el sentimiento antiestadounidense…
Usted no se lo imaginaría, a juzgar por la retórica preferida por algunos de los líderes políticos e intelectuales de la región. Según ciertas élites y varios eruditos latinoamericanos, diversos eventos históricos que van desde la anexión de la mitad del territorio de México (1848) hasta la destitución de líderes electos democráticamente (Guatemala en 1954), han intensificado un profundo resentimiento hacia los Estados Unidos en la región. Los líderes de la nueva izquierda latinoamericana les han seguido los pasos de cerca. Entre sus muchas declaraciones pintorescas, Hugo Chávez dijo que “en toda la historia, nunca ha existido un gobierno más terrorista que el del imperio de los EE.UU.”.2 Cuando Nicaragua y otros 32 países crearon la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2011, el líder nicaragüense Daniel Ortega alardeó que la creación del grupo equivalía a la “sentencia a muerte de la Doctrina Monroe”.3
Muchos estudiosos piensan que el sentimiento antiestadounidense también está enraizado en los ciudadanos latinoamericanos comunes. “Los pueblos latinoamericanos son distintos, pero hay pocas cosas que los unen más que su resentimiento compartido hacia la trayectoria continua de arbitrariedades de los EE.UU. en toda la región”,4 según George Yúdice. Otro experto destacado, Alan McPherson, piensa que mientras más significativa y frecuente fue la intervención por parte de los EE.UU., “más generalizado, profundo y visceral se volvió el sentimiento antiestadounidense”.5 Este resentimiento continúa hoy en día, agrega McPherson, debido a que “la sedimentación generacional de los agravios forjó las memorias históricas y las mitologías nacionales”.6 Julia Swieg observa un “reflejo antiestadounidense instintivo”7 en la región, y Michael Radu describe el sentimiento antiestadounidense como una “disposición enraizada profundamente”.
En términos generales, la historia es simple y convincente: los latinoamericanos nos odian, y este resentimiento es bien merecido. El problema, sin embargo, es que esta historia es categóricamente falsa.
POR ANDY BAKER Y DAVID CUPERY
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Juanf
Amigo PopCorn tienes razón al decir que si compras a 1250.- tendrás que pagar un millón doscientos cincuenta mil bolívares, que vergüenza de gobernantes, destrozaron toda una economía y aun siguen raspando la olla
vendiendo los dolares a sus camaradas a Bs 12.50 por dolar y luego ya se sabe a cuantos.
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Juanf
Mi querido amigo PopCorn figurate que de madrugada me llegó a la "cabeza" que no era posible comprar mil dolares con doce mil bolívares, si el dolar estaba a 1250, y por supuesto me fui al Blog de cocina y deje mi excusa de equivocarme en semejante ganga como es conseguir mil dolares con doce mil bolívares, se requieren mas de ciento veinte mil bolívares para llegar a esa cifra.
Fijate PopCorn que aun no he leído tu crónica y se que no se puede hacer matemáticas simples de cabeza a la hora de dormir…
Que tiempos aquellos que yo conseguía mil dolares con tres trescientos bolívares.
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PopCorn
Y de esto se han nutrido en Cuba por decenios y lo exportaron acá… Dios! pena ajena da tener que compartir semejante ridiculez, pero es lo que hay. Por todas las calles se ve una cantidad enorme de santeros vestidos de blanco que lo que da es asco y grima. Y así nos va.
https://www.youtube.com/watch?v=pHj_uIBi3Ng
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PopCorn
Y por cierto, de indecente nada. Indecentes son los que aúpan y dan loas a asesinos como el ché, fidel y compañia, además de todos los que llevan y llevaron sobre sus hombros los miles en unos casos, y en millones en otros, de muertos que se opusieron a sus marramucias. EEUU acá en su época llenó el país, siendo éste muy poco poblado, de empresas que nos ofrecían trabajo bien remunerado y calidad de productos y servicios que nos hacían la vida muy pero muy cómoda. Y el petróleo que se "llevaban" lo pagaban de contado, no como ahora, que se envía a China a un precio muy por debajo de su valor en el mercado, y a cambio recibimos productos que si acaso funcionan par de meses. O a Cuba, que lo refina y vende los productos a precios internacionales cuando no lo revende en altamar.
Colombia pasó de ser un productor menor de petróleo, a un crecimiento sostenido en el área luego que contrataron a una buena cantidad de profesionales en la materia después de haber sido estos echados por el intergaláctico líder de los agujeros negros interestelares de una manera humillante, y haber sacado con gas del bueno y a la fuerza, en la madrugada, a ancianos y niños de las viviendas que tenían asignadas, para meter ahí una cuerda de mamarrachos malnacidos que lo que han hecho es llevar a la industria a su mínima expresión. Con decir que he cambiado mis playas preferidas por otras para no tener que pasar por la refinería de El Palito, antes una de las más seguras y productivas después de una buena ampliación que se le hizo a finales de los setenta, y en la que tuve participación, por el miedo que da pasar por ahí, dado el deterioro que se observa, no vaya a ser que de el reventón cuando uno vaya pasando por ahí.
Gente decente… comunismo? no, muchas gracias!
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PopCorn
Disculpe usted estimado JuanF, pero para comprar mil dólares hace falta un poco más de dinero. Nada más que un millón doscientos cincuenta mil devaluados bolívares. Recuerdo que cuando cuando comencé a trabajar, ganaba un poco más de cuatro mil bolívares al mes, y me alcanzaba para comprar esos mismos dólares, nada más que yendo a cualquier banco y llenando una simple planilla, y sin contestar ningún tipo de pregunta. Ahora los enchufados de turno son los que tienen acceso a ellos.
Lamento que la visita de Obama a Cuba no sea del agrado de los comunistoides trasnochados; con que lo sea de los miles y miles de cubanos cansados de pasar miserias a cuenta de un invento que a la final no se supo para qué fue que sirvió es más que suficiente. Cuando el mamarracho que nos desgobierna fue a recibir la chapita de latón en agradecimiento por los favores recibidos el único que lo recibió fue el vicepresidente, que con la cara de vividor que se gasta lo dijo todo.
Pongo sólo las primeras estrofas de un poema de Ruben Darío, en la espera de que se cumpla el resto, para ir saliendo de esta calamidad que padecemos de una buena vez:
Bien vengas, mágica Águila de alas enormes y fuertes,
a extender sobre el Sur tu gran sombra continental,
a traer en tus garras, anilladas de rojos brillantes,
una palma de gloria, de color de la inmensa esperanza,
y en tu pico la oliva de una vasta y fecunda paz.
Bien vengas, oh mágica Águila, que amara tanto Walt Whitman,
quien hubiera cantado en esta olímpica jira,
Águila que has llevado tu noble y magnifico símbolo
desde el trono de Júpiter, hasta el gran continente del Norte.
Ciertamente, has estado en las rudas conquistas del orbe.
Ciertamente, has tenido que llevar los antiguos rayos.
Si tus alas abiertas la visión de la paz perpetúan
en tu pico y las uñas esta la necesaria guerra.
Precisión de la fuerza! Majestad adquirida del trueno!
Necesidad de abrirle al gran vientre fecundo a la tierra
para que en ella brote la concreción de oro de la espiga,
y tenga el hombre el pan con que mueve su sangre.
Saludos estimado JuanF, y disculpe usted la corrección anterior.
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ificrates
https://www.facebook.com/damaross7/videos/957425717673702/
Javier Couso en el Parlamento Europeo con la mujer de Ledezma en el auditorio.
Después de esta intervención recibió amenazas de muerte.
La palabra gringo la usaban los soldados españoles cuando los Estados Unidos invadieron la Martinica. Los soldados de gUSAnolandia iban cantando "Green Grows" Colinas verdes, una antigua canción celta.
¿Conocen la doctrina Monroe?
"La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», fue elaborada por John Quincy Adams y atribuida a James Monroe en el año 1823. "
America para los americanos es decir, América para los Estados Unidos. Y luego Iraq, luego Libia, luego Siria ¿y después?.
Aquellos que quieran ser vasallos y lacayos, que prefieran la servidumbre a la libertad…bueno, no son gente decente.
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Juanf
En los primeros tiempos de la emigración existían en el Estado Anzoategui de Venezuela miles de gringos ( Green go home, decían los mejicanos desde la otra orilla del Rio Grande a los del norte vestidos de verde), esto llevo a la palabra Gringos go home.
Alli en Venezuela comenzaba a funcionar la maquina americana sacando petroleo, cierto que era barato pero tambien era barata la vida, hoy un dolar se cotiza 1,250 bolivares en el mercado, o sea que para comprar mil dolares se requiern doce mil quinientos bolivares, en esos tiempos donde habitan gringos en la zona petrolera, se podia comprar mil dolares por tres mil trescientos bolivares, con esta comparacion uno se pregunta, es que los gringos lo hacian mejor, y los gobernantes venezolanos eran mas honestos, luego ya todos sabemos que paso, llego una democracia que funciono mal que bien dejando buen rollo en la población, no existían desajustes que "entusiasmaran" a los ciudadanos a huir como si mikymouse fueran con el hundimiento del barco, cosa que si sucedió después de la llegada del difunto hoy podrido quien le vendió el alma al diablo y el país a los cubanos, han pasado diecisiete años donde el diablo mandando en Miraflores se a cargado a mas de doscientos mil venezolanos, estos muertos por armas de fuego y cuchillo ante el beneplácito de un Satanás sonriente como es Nicolás.
Gringos please come home, we need you, forget Cuba, this is a better nation.
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