Llegar sin intermediarios a destino es nuestro futuro

Cuando la leche que da la vaca no alcanza para todos, al final el perjudicado es el dueño de la vaca, que recibe la menor parte del valor añadido.

Entre el precio de coste del agricultor y el precio de venta, existe un tramo de valor que llamamos valor añadido.

No existe otro sistema de conseguir que el agricultor reciba un precio más justo por su fruta, que disminuya el tamaño de la cadena que se reparten el valor añadido.

El sistema ideal (pero improbable) es que no existiera tal cadena, que el productor vendiera directamente al consumidor.

Como eso es improbable, no existe otro camino que acortar la cadena, consiguiendo que la organización posterior al agricultor, fuera quien distribuye directamente al detallista, y considerando el coste de la estructura de la cooperativa de productores, parte del coste de producción.

Esto no es imposible, pero si requiere de capacidad y diligencia, cosa que encuentra muchos problemas debido a los INTERESES CREADOS, que su beneficiarios siempre maquinarán para que el sistema simple pero efectivo no funcione.

Si además cuenta con la connivencia de las autoridades que por lo general no quieren complicarse la vida, el que paga los platos rotos siempre será el agricultor, que por lo genera cuenta con ser dispersos y poco unidos y además tradicionalmente con poca confianza de unos en otros, y además (porqué no decirlo), con menos preparación para analizar los problemas complejos.

El mundo moderno, está lleno de problemas complejos, y sólo se avanza con nivel del educación y capacidad de llegar a acuerdos para hacer que la fuerza radique en los que producen la fruta, que realmente y con inteligencia y capacidad de organización, tendrían la sartén por el mando.

Si quieren tomar ejemplo, desplacen una comisión a estudiar el problema el el Midi francés, o en Gerona, y hasta en Navarra con sus productos.

Mientras el plátano de Canarias tenga demanda, será posible y rentable su producción, pero el agricultor ha de perder los complejos y tratar de organizarse con los demás. Para ello es imprescindible que todos vayan con las mejores intensiones, pues en estas cosas cuando hay desconfianza, va en detrimento de el conjunto.

En este asunto, no hay tu tía.