Ahora, en estas fechas en que ya algunos viticultores han terminado sus faenas de poda, y a la espera que aparezca la brotación de las yemas de sus vides, se agradece infinito que haga su presencia la mixomatosis, y extermine la plaga de los lindos lepóridos que causan tantos estragos y daños a su duro trabajo.
Nitrofoska
Pues lo comentado, ya que efectivamente, la mixomatosis, es quien como un excelente aliado, siempre de agradecer, ha mantenido últimamente la población de conejos bastante baja, pero no lo suficiente, ya que se perciben sus andanzas, y a sus anchas, dentro de los terrenos dedicados a la viticultura. Nunca perder la esperanza de que pronto llegue el día en que solo se puedan ver en fotos.
Este cultivo, tal y como se realiza aquí, es muy duro, excesivo trabajo para un resultado a veces dudoso, y como premio sortear entre las dos plagas endógenas: mildiu y oidium, como para que aparezca una tercera y destructora aniquiladora de la propia planta, o cepa: el dichoso conejo, quien dado que siempre le aparecen los brotes tiernos, terminará aniquilándola para siempre.
Así es, sigo pensando que debería persistir, difuminarse, esparcirse, tal conjunto vírico, ahora en estos meses en que ya van a dar comienzo la brotación de la vid, sobre todo en los varietales blancos, que son su verdadera golosina para estos lindos lepóridos, quienes instintivamente las reconocen y pueden , como se ha dicho, arruinar el esfuerzo.
De ahí, que la mixomatosis sea el mejor aliado que tenga el viticultor, lamentándolo mucho por parte de los que han sacralizado la escopeta y el hurón, estos dos instrumentos que no hacen sino, en manos de algún desalmado, crear más daños a un cultivo que a ellos no les cuesta ningún esfuerzo.
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Martelero
Tú aliada es una buena cuerda de lino, bien tensa, esa nunca te fallará. Acabarás con todos los problemas de una vez.
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