Zukerman Trío llevó anoche al público asistente al Teatro Circo de Marte por una travesía de emociones con la música como vehículo. Y así lo reconocieron los asistentes al recinto capitalino, regalando espectaculares ovaciones entre actos y al finalizar la sesión.
Tras abrir con 8 piezas para violín y violonchelo, Op. 39 de Reinhold Glière, la tensión y la angustia se apoderaron del Circo de Marte mientras escuchaba atento una colosal interpretación de Dimitri Schostakovitsch. Amanda Forsyth (Violonchelo) y Angela Cheng (piano) se fundieron en un abrazo al finalizar el movimiento. Una auténtica banda sonora que bien podría acompañar a una persecución de película. Al terminar, el aplauso sirvió como reconocimiento pero también como una suerte de liberación.
A la vuelta, el registro fue completamente distinto. El trío con piano Nº1 en si bemol mayor, D 898, parecía toda una propuesta de reconciliación. El trío liderado por el genial Pinchas Zukerman emprendió un viaje musical hacia un espacio más amable, casi primaveral.
El violinista israelí demostró por qué está considerado un genio y así se lo reconoció el público palmero al finalizar el concierto con una interminable ovación. La música de Zukerman, Forsyth y Cheng les había llevado de viaje dentro de sus propias emociones.
