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Un Agente Forestal de La Caldera descubre una nueva estación de grabados rupestres

“La espiral pasa completamente desapercibida hasta que el agua obra el milagro de hacerla visible, como por arte de magia”, comenta Jorge Pais

Ángel Rebolé Beaumont, Agente Forestal del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, ha descubierto una estación de grabados rupestres localizada en el municipio de El Paso. Así lo ha dado a conocer a través de las redes sociales el arqueólogo, inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo y director del Museo Arqueológico Benahoarita, Jorge Pais.

Sobre su descubridor, Pais destaca que le apasiona su trabajo, “así como el mundo de los antiguos palmeros”. “Tal es así que éste no es, ni muchísimos menos, el primer yacimiento que descubre”. Indica además que “dentro de los cometidos de su trabajo, así como de los Agentes Forestales de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, se encuentra la vigilancia del Patrimonio Cultural de La Palma”.

Su labor en este campo es esencial puesto que, no debemos olvidar, más del 50 % del territorio de Benahoare está protegido”, indicó Pais, quien añade que “este colectivo profesional jugará un papel determinante a corto y medio plazo en la protección y conservación de los vestigios aborígenes de nuestra Isla”. “En ello estamos empeñados la Dirección General de Patrimonio Cultural de Canarias, así como la Consejería de Cultura y patrimonio Histórico del Cabildo”, añadió.

imagen de la estación descubierta, Foto de Jorge Pais

imagen de la estación descubierta, Foto de Jorge Pais

La estación de grabados rupestres hallada por Ángel Rebolé, según explica el arqueólogo palmero, “cuenta con dos paneles y tres motivos (dos espirales y un meandriforme)”. “Ángel denomina a una de las espirales como el “petroglifo fantasma”, con toda la razón del mundo. Es la primera vez, en más de treinta años de prospecciones arqueológicas, que hemos sido incapaces de localizar un motivo, a pesar de que nos indicó la piedra en que se encontraba. Y es que la espiral pasa completamente desapercibida hasta que el agua obra el milagro de hacerla visible, como por arte de magia”.

Jorge Pais destaca que “la riqueza arqueológica de Benahoare es tan amplia y variada que los hallazgos continúan produciéndose prácticamente a diario, incluso en áreas que ya habían sido prospectadas”. “Estos descubrimientos -prosigue- son especialmente relevantes en el mundo de los petroglifos, puesto que su observación depende, en muchísimas ocasiones, de los factores ambientales imperantes en ese momento o de la hora del día en que estemos en el lugar. Tal es así que muchas inscripciones rupestres se vuelven prácticamente invisibles a los ojos, incluso de los profesionales, tal y como hemos tenido la oportunidad de verificar en innumerables ocasiones”.

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