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El Llano de Las Lajitas, el santuario de los antiguos pobladores, dejado de la mano de Dios

  • Lo único que se hizo hace unos años fue poner una valla en el lugar

Las Lajitas están consideradas como el santuario de los antiguos pobladores de la Isla, los awara.

El Llano de  Las Lajitas en el Roque de los Muchachos, considerado el santuario más importante de los primeros pobladores de La Palma, los awara, se encuentra en pésimo estado y quien lo denuncia es el prehistoriador palmero Miguel Ángel Martín en el blog del Grupo Arqueoastronómico Iruene de La Palma. En dicho blog describe que "son patéticas las condiciones en las que se encuentra el santuario más importante de la religión awara". "Amontonamientos de piedras saqueados, con piedras y lajas dispersas por la superficie, estructuras casi vacías, grabados rupestres robados, otros rotos y tirados por el suelo.Vegetación que cubre y se traga las piedras sagradas. Una total desidia", sentencia. 

En este contexto, Martín plantea que por un momento nos imaginemos que el santuario de Nuestra Señora de las Nieves se derrumba, que quedan las paredes vacías, los santos rotos, los retablos partidos, sin bancos, la imagen de la virgen en el suelo y la vegetación creciendo en su interior y que los responsables no mueven un dedo. ¿Qué pasaría? Según este historiador palmero, el pueblo saldría a la calle pidiendo y exigiendo su inmediata limpieza y rehabilitación para su recuperación. Sin embargo en el caso que nos ocupa, dice, no ocurre así.

"Con todo el fomento que hay de la astronomía, que no se tenga en cuenta la primera astronomía que esta gente usó y vio es triste. Esa primera astronomía está totalmente abandonada, cuando en la huella de esos restos está clarito toda su cultura cósmica y Las Lajitas es como la catedral de la prehistoria de La Palma. Es un lugar espectacular, emblemático, los calificativos serían muchísimos, pero está en un abandono lamentable", insistió. Al parecer lo único que se ha hecho en el lugar es poner una valla hace unos cuantos años,  pero "dentro no se ha tocado nada, no se quiere arreglar cuando estamos hablando de un atractivo importante por lo que supone recuperar parte de nuestra memoria". Las Lajitas son 18 amontonamientos de piedra, un centenar de grabados rupestres y la importancia que tiene es que es un marcador lunisolar. Los antiguos pobladores marcaban el ciclo del sol desde ese sitio. "El primer sol del inverno, el 21 de diciembre, sale justo por detrás del Roque de los Muchachos, es espectacular la salida del sol ahí por detrás. Es un sitio espectacular desde el punto de vista astronómico y ahí está recogida gran parte de la memoria de nuestros antepasados", subraya Martín.

Pero si es tan importante, ¿por qué está abandonado? Martín habla de "desidia política y cultural", sobre todo porque "no se entienden esas cosas, la gente no tiene ni idea de lo hay ahí culturalmente, Las Lajitas es uno de los sitios que más conocimientos puede aportar a la prehistoria de La Palma y sin embargo seguimos empeñados en hacer catálogos y otro tipo de cosas y la investigación está totalmente parada, la arqueología llegó a un rincón sin salida, no puede dar más de si y los arqueólogos por desgracia estos temas no los tratan como deberían. Yo no quiero echar culpas a nadie, pero desde luego sí creo que se le debería dar el realce que se merece y que tiene este lugar".

Donde se abren las puertas del cielo

Según explica Miguel Ángel Martín en otro de sus blogs (amontonamiento de piedras) "las primeras iglesias que se construyeron en La Palma no datan del siglo XVI sino de mucho antes de la propia existencia de Cristo. Las cumbres que contornean la Caldera de Taburiente son testigos  mudos de la presencia de los primeros humanos que construyeron al aire libre unos amontonamientos de piedras de forma circular con un perímetro en el mayor de los casos de lajas hincadas en el suelo y rellenos de rocas y/o lajas de distintos tamaños. Se trata de sencillos recintos sagrados que suponen la primera manifestación arquitectónica religiosa de La Palma. Los amontonamientos de piedras que dispersan aislados o agrupados configurando un sistema que rinde culto al Sol en el momento de la llegada del Nuevo Año (solsticio de invierno), justo en el mismo instante en que asoma al amanecer por los picos más elevados de las montañas de las cumbres de Garafía, Puntagorda, Tijarafe y Tenerife. Esta tradición ancestral de orientar los templos hacia los solsticios continuó hasta nuestros días. Las iglesias cristianas, no sólo las de la isla de La Palma, orientan su cabecera hacia el sol naciente del verano y los pies hacia el sol poniente del invierno".

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