El Museo Arqueológico Benahoarita (MAB) ha incrementado sus fondos patrimoniales para su estudio y exhibición al incorporar recientemente a su colección una mandíbula humana y una vasija en buen estado de la fase IV B (la más próxima a la conquista hispánica de La Palma), materiales ambos procedentes de Cueva de la Higuera, en Barlovento.
Las piezas han sido entregadas a la sección de Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma por José Luis Pérez Martín, quien los custodiaba desde más de 40 años, y quien, junto a A. Martín Martín, fueron los descubridores de un yacimiento situado en Cueva Grande (Barranco de Los Espigueros, La Hoya, Barlovento), conocida en el ámbito de la arqueología como Cueva de La Higuera, que fue excavada en diciembre de 1979 por Ernesto Martín Rodríguez.
El consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma, Primitivo Jerónimo, destaca la relevancia de este gesto altruista e invita a aquellas personas que guarden objetos benahaoritas en sus casas a que los entreguen al Museo Arqueológico de la isla, ya que su tenencia es ilícita y está penada por Ley. “El patrimonio histórico nos pertenece a todas las personas de la isla y si seguimos dando pasos en esta concienciación e involucración social, podremos conocer, investigar y divulgar las singularidades de nuestro pasado ancestral para el enriquecimiento científico y cultural de nuestra sociedad”, señala.
La cerámica que ahora forma parte de los fondos del MAB es de la Fase IV B y está en buen estado de conservación, si bien en la base presenta agrietamientos y descascarillados debido a su exposición al fuego. Presenta una decoración que ocupa toda la superficie y consiste en bandas horizontales alternas de incisiones y puntilllado. En cuanto a la mandíbula humana, según apunta la paleoantropóloga Nuria Álvarez Rodríguez, se trataría de una pieza perteneciente a una persona adulta de entre 20 y 30 años.
El jefe de sección de Patrimonio del Cabildo de La Palma y director del MAB, Jorge Pais, apunta que la Cueva de La Higuera ha proporcionado a la arqueología insular algunas de las piezas arqueológicas más interesantes y curiosas de toda la etapa aborigen. Al respecto, Pais destaca 68 objetos, muchos de ellos son aparentemente colgantes con agujeros de suspensión elaborados en conchas marinas, especialmente en ostiones (Spondylus gaederopus). El arqueólogo del Cabildo señala que entre los objetos más llamativos hallados en este emplazamiento también se encuentran dos colgantes hechos a partir de mamíferos marinos (ballenas o focas) y que, a día de hoy, siguen siendo únicos.
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