Santa Cruz de La Palma rinde homenaje a José Ayut

La plaza de Santo Doningo de Santa Cruz de La Palma fue el lugar elegido por el Ayuntamiento para celebrar un cálido y mericido homenaje al músico José Ayut Santos. El folclore canario protagonizó la velada de reconocimiento a Ayut, de la mano de Coros y Danzas Nambroque de La Palma y Tuhoco de Velhoco, a la que asistieron el alcalde de la capital y la concejal de Cultura, Sergio Matos y Virginia Espinosa.

Nacido en Santa Cruz de La Palma en 1959, la vocación musical de José Ayut Santos emerge en sus primeros años gracias a la influencia que recibió en el barrio donde se crió en su niñez y juventud: San Sebastián, conocido popularmente como barrio de La Canela. No es difícil entender que en este vecindario, sembrado de bordadoras, tabaqueros y reposteros, haya nacido una pasión por la música forjada al calor de un ambiente cotidiano en el que las melodías formaban parte de todos los ámbitos de la vida: el laboral, con los célebres cantares de trabajo, el festivo, con repertorios exclusivos para cada cita, como el Carnaval o la Navidad, y, en general, cualquier celebración, improvisada u oficial, digna de inspirar una parranda que alimenten la alegría y el humor.

De este ambiente se impregnó desde su niñez y a los 14 años se inició propiamente en la música de la mano de una de las figuras señeras de La Palma (tanto desde el punto de vista interpretativo como compilatorio y docente): Felipe Santiago Fernández Castillo, miembro de una de las sagas que más músicos ha dado al folclore insular, un patrimonio singularizado por influencias propiamente españolas, europeas y, cómo no, americanas. Con Santy, José Ayut comenzó en la Rondalla Lo Divino de la parroquia de San Francisco de Santa Cruz de La Palma en 1973 y, a los dos años, ya con 16,continuó su incipiente carrera junto a Mario Sosa Pérez tanto en la Rondalla Lo Divino del Hospital de Dolores como, poco después, en Tajadre, formación a la ha que pertenece aún en la actualidad.

Un año decisivo en su carrera fue el de 1976, cuando ingresa en hasta cuatro agrupaciones: Los Viejos, en la que empezó su andadura hasta el pasado año, la Rondalla Lo Divino de la parroquia de El Salvador, Coros y Danzas Nambroque de La Palma y Los Benahoare, en todos los casos, bajo la dirección de Felipe Santiago Fernández Castillo. Su incorporación a los repertorios de música bailable comienza en 1982 en el seno de las célebres orquestas Amigos de la Salsa y Panorama.

En el año 2000 crea, junto con otros colegas, la Rondalla «Amigos de Lo Divino», primero bajo la dirección de José Eduardo Martín Castillo y sucesivamente bajo la de Francisco Javier Brito Pérez, de nuevo José Eduardo Martín Castillo y actualmente Carlos Martín Brito.

También por imperativo de la amistad y de su compromiso por la música, en el año 2002 entra a formar parte de la Agrupación Folclórica Tuhoco, dirigida entonces por Francisco Javier Brito Pérez.

Su pertenencia a estos colectivos culturales le ha permitido actuar en conciertos ofrecidos en distintas ciudades de Canarias y de la Península, así como en Venezuela, Italia y Portugal. Con ellos ha grabado hasta quince trabajos discográficos y ha participado en programas de difusión como Tenderete, Noche de Taifas, La Bodega de Julián y Parranda Canaria, entre otros.