El ciclo de música folclórica ‘Aires de Mar’ vuelve a partir de este viernes, 27 de julio, y hasta el próximo 14 de septiembre, con una nueva edición que promete llevar este verano lo mejor del folklore de la isla a palmeros y visitantes, aprovechando las noches del verano.
Diez conciertos de quince agrupaciones conforman este evento organizado por el Cabildo de La Palma a través de la Consejería de Cultura junto a la Fundación CajaCanarias dentro del programa Creamos en La Palma. Todos ellos se celebrarán a partir de las 21:00 horas a lo largo de toda la temporada estival en ocho municipios de la isla, con entrada libre.
El consejero de Cultura del Cabildo, Primitivo Jerónimo, celebra la llegada de una nueva edición de este festival “de larga trayectoria y éxito en todas sus ediciones” que da a conocer a todos “el rico patrimonio musical” de la isla.
La primera actuación tendrá lugar este viernes en el faro de Fuencaliente y correrá a cargo de Parranda La Dichosa y Agrupación Folklórica Tuhoco de Velhoco.
Programación
El mes de agosto arrancará con las actuaciones de la Parranda La Era y Tendal el viernes, día 3, en el Museo de La Sal de Los Cancajos, en Breña Baja; y las de Abangaré y Tagomate el sábado 4 en el Castillo de Santa Catalina de Santa Cruz de La Palma.
El viernes 10 de agosto la plaza de San Andrés, en San Andrés y Sauces, acogerá la actuación de Los Arrieros; y el martes 14 será el turno de Bediesta y Cumbre Nueva, que actuarán en La Fajana, en Barlovento.
Las dos últimas citas con Aires de Mar en agosto tendrán lugar el jueves 23 en La Bombilla con la actuación del Grupo de acordeones Una hora menos en Canarias; y el domingo 26, con Los Benahoare en Puerto Naos.
El Puerto de Tazacorte acogerá el 1 de septiembre la actuación de Coros y Danzas de Nambroque y Echentive; en El Remo actuará Alfaguara el día 8; y la Rondalla Renacer y Aduares protagonizarán el último concierto de Aires de Mar en esta edición de 2018 el día 14 en La Salemera.
Pacopepe
Parece que alguien se ha dado cuenta que esto es Canarias y no Hispanoamericana y que nuestro rico, variado y ancestral folclolre no tiene nada que envidiar a la música caribeña.
Somos muchos ya los que nos quejamos del exceso de música caribeña en nuestra tierra y no quiero decir con ello que esta sea desterrada de nuestro repetorio. Cualquier música es arte y es cultura pero lo que no debemos permitir es que nuestras tradiciones se vea alteradas, olvidadas y relegadas a las romerías de las que, por cierto, habría de hacer una buena poda.
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