Homenaje al maestro López, en Santa Cruz de La Palma.
Este viernes y sábado, Santa Cruz de la Palma rendirá un justo homenaje a uno de sus hijos, el músico Felipe López Rodríguez, "El Maestro", como aún siguen llamándole muchos de sus conciudadanos, en el centenario de su nacimiento. El programa de actos incluye la presentación del libro que recoge la biografía del Maestro López, a cargo del perodista Luis Ortega Abraham. La presentación de esta biografía tendrá lugar las 20:00 horas en el Palacio Salazar y a continuación se inaugurará la exposición La música en La Palma en los tiempos del Maestro López. Al día siguiente, el sábado 17, a las 20:30 horas, en el Teatro Circo de Marte, tendrá lugar el concierto con obras del Maestro López, con la intervención del Coro "Kanti i Corum", de Rosina Herrera, Fernando Felipe Martell, Luis Cobiella Cuevas y la Banda Sinfónica "Memorial Felipe López".
Felipe López (Santa Cruz de La Palma, 1909 – 1972), nieto e hijo de músicos, destacó desde muy joven por sus dotes para la música y especialmente en la interpretación del piano. Educado por su padre (no existía entonces ninguna institución para el estudio de este arte en La Palma), el músico militar Damián López Sánchez y por otros músicos de la Banda del Batallón de Cazadores nº 20 de La Palma, como Sebastián Cabezas Ramos, Director que fuera de la misma, pronto la prensa local y la tinerfeña se hacen eco de sus primeras y exitosas actuaciones públicas.
A expensas de su familia pudo partir en 1928, con 19 años, a Madrid para cursar estudios en el Real Conservatorio Superior de Música de la capital de España, superando solo en el primer año de estudios tres cursos de solfeo y seis de piano con brillantes calificaciones, "lo que dice mucho de la capacidad y preparación un muchacho recién salido de aquella Palma". Fue alumno de profesores de la talla de Joaquín Larregla, José Cubiles, Manuel de Falla, Martínez Torner, Miguel Santoja y Óscar Esplá (autor de la música del Himno de Riego), entre otros.
Durante su estancia en Madrid (1928 – 1933) fue compañero (en la pensión "Doña Lola", en Moratín 42, donde iban todos los palmeros que estudiaban en Madrid) de jóvenes estudiantes palmeros como el pintor Gregorio Toledo, su amigo "Goyo", y el etnógrafo e investigador José Pérez Vidal, entre otros muchos más.
Los primeros azarosos años de la II República los vivió intensamente en aquel Madrid de cambios y de aires novísimos; llegó a participar en las famosas tertulias del Café Pombo donde conoció y trató a personajes de la talla de José Bergamín y García Lorca quizá de la mano de su profesor Óscar Esplá, muy amigo del gran poeta granadino.
De regreso a La Palma se implicó de nuevo en la vertiginosa y rica actividad cultural de entonces: en la "Masa Coral" y la "Juventud Ideal", instituciones de las que formó parte desde su fundación; en la dirección de la "Agrupación de Pulso y Púa Octubre", de sonados éxitos, así como en la creación y dirección de orquestas ligeras como la "Hollywood" y la "López", de dilatada y fecunda vida que, entre 1943 y 45, llegó a tocar en señeras sociedades tinerfeñas.
Pasada la Guerra Civil continuó implicado en la vida musical de La Palma, tanto en la composición de obras como en la creación de bandas de música, tal como la "Banda de Música Santa Cecilia" (1954) y de sus respectivas "academias", gratuitas, para la enseñanza y formación musicales que suplieron durante décadas la ausencia de instituciones o centros que dispensaran tales enseñanzas.
De entre sus amplias y excelentes composiciones destacan: Varias "loas" religiosas a: la Virgen del Rosario (1927), conjuntamente con Domingo Santos, a San Francisco de Asís (1927), a la Virgen de Las Nieves, a la de Monserrat (1952) y a la de La Luz (1966); arreglos musicales para el Carro Alegórico de la Bajada de la Virgen de 1935, cuya partitura originaria de 1875 de Victoriano Rodas prácticamente se había perdido y para la que Felipe López hizo realmente una nueva música; el Canto a la Madre (letra de Gumersindo Galván) para la Sociedad Juventud Española de Breña Baja; la marcha de procesión Inquietud.
Como obras "menores": Vals-canción Mariposa (1930), tangos, pasodobles y, quizás hoy las mas interpretadas y recordadas popularmente, la música del Himno al C D Mensajero y la Polkita de los Mascarones. Fue su última composición un Villancico palmero con arrorró chicharrero, de 1968, cuyo ritmo está inspirado en el viejo "toque" de las campanas de El Salvador.
Este merecido homenaje que comenzó a gestarse por amigos y familiares del "Maestro", ha sido acogido de buen grado por la Consejería de Cultura del Cabildo Insular, el Ayuntamiento capitalino, la Obra Social y Cultural de CajaCanarias y la Gerencia de Transportes Insulares de La Palma, sin cuya colaboración no hubiera sido posible .Con anterioridad la figura del "Maestro López" ha sido recordada por el Casino de Los Llanos de Aridane, en 1998, por su continua colaboración en las Fiestas de la Patrona, por el Ayuntamiento de Breña Baja, por el grupo musical "Cuarto Son" y por el Ayuntamiento de Puntallana. Esta es la primera vez que, con carácter "oficial", se celebra en su ciudad natal. Han sido muchas las sociedades culturales, recreativas, musicales y deportivas, así como empresariales de S/C. de La Palma y de la Isla entera las que se han querido sumar explícitamente a este homenaje.
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