Gamoneda leyó uno de sus poemas.
Charla con el poeta Gamoneda.
Gamoneda visitó la exposición de Fierro organizada por la Fundación CajaCanarias.
Gamoneda con Facundo Fierro, Anelio Rodríguez y Ricardo Hernández Bravo.
El poeta Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) participó en la tarde de este martes en un coloquio organizado en el marco de la exposición de Facundo Fierro "¿Es La Palma?", en la que abordó diversos aspectos literarios acompañado del artista y otros escritores como Anelio Rodríguez Concepción, Ricardo Hernández Bravo o Lucía Rosa González.
En el transcurso de la charla, el poeta que obtuvo el Premio Cervantes en 2006, anunció que tiene la intención de realizar una obra inspirada en los jardines de la Hacienda de San Jorge, lugar al que viene con cierta frecuencia a descansar junto con su mujer, que también le acompañó en el acto celebrado en el Espacio Cultural de CajaCanarias Rafael Daranas.
"En La Palma me siento bien, y hay que decirlo aunque luego se me caiga de las manos, hace un par de años que me entró el capricho de hacer un pequeño libro sobre el jardín de la Hacienda San Jorge", confesó. Para ello ha solicitado al diseñador de esta singular instalación hotelera de Los Cancajos, Facundo Fierro, que le facilitara información.
Llamó también la atención el hecho de que Gamoneda reconociera que uno de los poemas publicados en su obra Canción errónea estaba inspirado en La Palma. Este hallazgo fue fruto de la intervención del escritor palmero Ricardo Hernández Bravo, que contó que cuando leyó ese libro había escrito sobre el poema "La Palma", porque los versos le recordaban a la Isla y tuvo ahora la oportunidad de que el autor ratificase esa intuición. "Estoy seguro de que algo confusamente estaba rememorando una tarde noche en el jardín de la Hacienda", recordó Gamoneda.
El autor de Arden las pérdidas estuvo generoso en el tiempo y no eludió ninguna pregunta. Incluso contó anécdotas tan relevantes como el hecho de que las autoridades del Gobierno, una vez que fue finalista del Premio Nacional con la obra Libro de los venenos, lo desecharon porque decían que no era un texto poético sino un ensayo de medicina.
Poesía y ritmo
El escritor también habló sobre el estado actual de la poesía en España. "No veo muy bien el panorama poético contemporáneo". Para llegar a esta conclusión, recordó la España de la preguerra, con la Generación del 27, que "asimiló e hizo una visión muy personalizada de las vanguardias. Luego vino la guerra y los mejores poetas tienen que salir de España y los que quedan son simples beatos de la Iglesia y del Generalísimo. Y algunos que quedaron del 27, como Gerardo Diego, Dámaso Alonso o Vicente Alexandre, en cierto modo estaban desconcertados porque había una presión muy fuerte del Régimen".
Para Gamoneda "este vaciamiento poético se prolonga bastante". "Luego viene la poesía social, que por ser claramente reivindicativa, era mala". Después aparecen "unos epígonos de la poesía social que llaman Generación del 50 en la que a veces me incluyen. Yo no puedo estar en una generación que no existe. Fue una generación inventada por Jaime Gil de Biedma, que en un ataque de sinceridad confesó a Jesús Fernández Palacios en una entrevista que había sido una operación de marketing".
El autor siguió con su relato crítico de la historia reciente de la poesía en España desembarcando en los autores denominados Novísimos. "Pero en la Generación del Cincuenta, inexistente, había un núcleo que estaba acordes entre sí e hizo surgir otro epígono que eran los llamados postas de la experiencia. Y así estamos ya casi en la actualidad. Se ve el interés individual de unos y de otros, pero no hay un paso adelante tan marcado como la del 27. La poesía actual más prometedora está entre esa repetición insustancialmente realista, puramente descriptiva, que para mí no participa del pensamiento poético, y la otra son gente que intenta hacer algo nuevo pero no sabe qué".
Por otra parte, Gamoneda reivindicó que "la poesía, su naturaleza, es la oralidad (…) siendo oral tiene una naturaleza musical, pero no en el sentido de una sinfonía de Schumann, sino en una parcela de la música, la rítmica. Para mí el pensamiento poético es diferenciable del discursivo, filosófico, porque se produce rítmicamente. Y es la rítmica la que genera significaciones".
En esta línea, el escritor destacó que no hay palabras poéticas per se, sino que "empiezan a serlo por una asociación con otras de carácter rítmico, musical. Las palabras por sí mismas no lo son, hay que embarcarlas en el flujo poético, que es la composición de sectores rítmicos".
Los autores que más seducen a Gamoneda son muchos, si bien reconoció que siente "una gran devoción, pero no religiosa, a San Juan de la Cruz, y no soy indiferente a Kafka, que es un poeta, porque la poesía puede estar en cualquier género y en Kafka está en el narrativo. Con todo reconoció que con el poeta con quien estaría "para siempre jamás" es César Vallejo.
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